Capítulo 1.
Año 2074. Como la mayoría de los humanos con conciencia creían hace unos 50 años, el mundo y la naturaleza están agonizando, siendo cada vez más letales para los seres humanos habitamos en él. Los pocos que quedamos, claro.
Los humanos, desde que existimos, somos expertos en destruir todo a nuestro paso, no importa si nos da agua, comida, oxigeno, vida... haciendo ver al resto que estamos haciendo un bien, que todo es un dichoso avance tecnológico o disfrazándolo con la tan famosa frase ''la nueva era'' que tanto nos salió cara. O al menos eso es lo que me cuenta la nana Ainhoa, siempre se sienta a contemplar sus fotos de niña y me da mucha pena verla allí sola, añorando sus recuerdos de los años 90's. Así que me siento con ella, y aunque siempre me cuenta las mismas historias, la escucho con mucho amor y entera atención.
Me cuenta que todo cuando era niña era hermoso, iba a ferias, a parques temáticos, me cuenta de un parque maravilloso llamado DisneyLand mi bisabuela la llevaba cada que podía de vacaciones, como quisiera ir allí, aunque sea una sola vez, era una maravilla siempre dice, me enseña fotos preciosas y también dice que todo era más fácil que ahora, pero no del todo, claro. En esa época fue que el mundo empezó a colapsar y a dar indicios de lo que ahora vivimos. El calentamiento global, la contaminación ambiental, las guerras entre países y demás. Puedo ver la tristeza en sus ojos y cuanto extraña esos tiempos... Que lamentablemente ya no son así. La mayoría ahora vive conforme con lo que tenemos, se acoplan a las leyes y al estilo de vida moderno. Ella es la única persona que he visto que añora tiempos pasados.
Solo quedan cuatro ciudades en el mundo, lo que queda de los tantos países (lo sé porque desde pequeña he leído mucho de historia en la biblioteca de casa, mamá dice que papá la construyó cuando se casaron y compraron esta casa, y pasé la mayoría de mi infancia allí, para mí era lo más divertido que había). Esas ciudades son Vancouver de Canadá, Samara de Rusia, Málaga de España y Nueva York de Estados Unidos, donde vivimos actualmente mamá, la abuela Ainhoa, mi hermano menor Matías y yo. La abuela vino aquí con mamá cuando estaba pequeña, desde España cuando todo se puso difícil, el abuelo murió en la guerra y estaban devastadas, llegaron si nada, ni siquiera para comer. Aquí, el señor Navid le dio asilo y trabajo a la abuela, y luego a mamá, y hasta el sol de hoy son fieles a su familia, ya que el no pudo sobrevivir. Fue horrible cuando la abuela me informó que había muerto, era como un abuelo para mí.
Yo estuve todo el sepelio junto a Dastan, mi eterno mejor amigo y nieto de Navid, sin siquiera saber que había ocurrido, gracias a Dios nos dejaron enterrarlo en paz. No sabía cómo se sentía perder un ser querido, y eso era Navid para mí. No quiero ni imaginar que sería de mi sin mi mamá o sin mi abuela, sin Matías, no lo sé.

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2074
General FictionLa historia se sitúa en el futuro postapocalíptico de Olivia Martin, en la ciudad distópica de New York, donde luego de muchos años destruyendo nuestro planeta con la desforestación, la contaminación y esos factores que todos conocemos, finalmente L...