Escucho la puerta de abajo abrirse y mamá grita mi nombre para anunciar su llegada. Bajo las escaleras y cuando estoy a la mitad, ella ve que llevo sus documentos en las manos y deja caer una bolsa que traía del trabajo. Se queda inmóvil, sin decir ni hacer nada.
- ¿¡Qué haces con esos documentos Olivia!? ¿Estabas husmeando en mis cosas?
- ¿Husmear? ¿Husmear porque descubrí la verdad? Porque la verdad es que tú, creaste el Virus x. Tu lo desarrollaste y lo probaste en humanos. Por tu culpa la abuela puede tener ese virus. Por tu culpa muchas personas han muerto por contraer ese virus. Doctora Carol Roberts. -Le digo gritando, frustrada.
-Todo lo que he hecho es para protegerlos. No pude proteger a tu padre, pero a ustedes si tenía que protegerlos. Con mi vida. Liv, hija, permíteme explicarte, cálmate y hablemos, por favor. Todo esto tiene una razón y ya es tiempo de que la sepas. -Me dice mientras unas lágrimas salen de sus ojos.
- ¿Entonces papa murió por tu culpa? Por eso no te gusta hablar de él. ¿Ahora debes explicarme? ¿Por qué no hace años? -Le digo entrecerrando mis ojos.
Mientras discutimos, la abuela baja por las escaleras lentamente. Sigue poniéndose cada vez mas pálida y débil, se me rompe el corazón.
-Liv, hija. Tu madre tuvo una razón para esconderles esto. Y si te calmas y la escuchas, lo comprenderás. Tu madre hace todo por ustedes, por ti y por tu hermano ha sido todo lo que ha hecho. -Me dice la abuela con una voz dulce y tranquila, que me tranquiliza al instante.
-Nana... ¿Tu lo sabias? -Le digo bajando la mirada.
-Si hija. Lo encubrí porque sabia el motivo de tu madre, la comprendo. -Me dice la abuela.
-Muy bien mamá, necesito explicaciones. -Le digo. -Aunque deberíamos esperar a Matías, el también merece que le aclares todo esto.
-Muy bien, esperemos por él. -Me dice secándose las lágrimas.
Esperamos sentadas las tres en un fastidioso silencio. Sin decir nada, sin mirarnos. Al cabo de media hora se abre la puerta: Matías llegó. Entra y se topa con un silencio incomodo en medio de la sala.
- ¿Qué pasa? ¿Por qué este silencio? Nadie dice nada.
-Hmm ... ¿De qué me perdí? -Pregunta.
-Mati, hijo. Tengo que hablar con ustedes, estábamos esperando que llegaras. Ya lo he escondido mucho tiempo. Y ustedes deben saberlo. -Dice mamá. Todos nos quedamos esperando por la explicación, así que ella procede a darla.
-Cuando vivía en Málaga, no era Carol Martin, sino Carol Roberts. Cuando era bastante joven y acababa de terminar la secundaria, decidí estudiar ciencias y química. Luego de unos duros años de estudio, lo logré, me gradué y empecé a trabajar como asistente de un doctor en una clínica. El doctor Peterson me enseñó muchas cosas, era un hombre de muy mal carácter, pero ayudaba al que podía. Un día me reveló que estaba trabajando en una cura para acabar con el cáncer, una sustancia que, al ser inyectada, iba a actuar inmediatamente contra las células cancerígenas y las eliminaría. Ambos trabajábamos día y noche en ese proyecto. Llegamos a tener crisis de ansiedad y cansancio, solo vivíamos para trabajar y ya nos estaba haciendo daño.
-O sea que tú eras una científica y tenías otro apellido, wow. -Dice Matías.
-Así es Mati. -Dice mamá.
-Déjala continuar Mati. -Le digo entre los dientes.
-Bien... -Continua. -Un día, fueron a casa unos científicos del Consejo de Ciencias de Málaga. Me ofrecieron mucho dinero para que les diera los elementos de composición química de la cura. Al principio me negaba, pero tuve que dársela. En ese momento la familia enfrentaba una gran carestía económica. En ese tiempo empezaron las guerras, los recursos empezaron a escasearse y estábamos en banca rota, tuve que tomar ese dinero. Ellos me ofrecieron trabajar con ellos para seguir desarrollando la cura, y acepte. El doctor Peterson quedo muy decepcionado de mí, muchas veces me buscaba y yo por la vergüenza que tenía, lo evitaba. Llego un momento en el que se retiró de la clínica y nadie nunca más lo volvió a ver, dicen que solo vive encerrando trabajando en sus fórmulas. Yo seguí trabajando con el consejo hasta que el director de este, Jon Richards nos convenció de tomar a cien pacientes que luchaban contra el cáncer y probar la cura en ellos, lo llamábamos Proyecto X. Le inyectamos a los cien la cura, inmediatamente. Pero fue un fracaso, en vez de destruir las células cancerígenas, lo que hacia era convertirlos literalmente en zombies. Piel pálida y escamosa, secreción de sangre por la boca o la nariz, y ocasionalmente por los oídos. Algunos pacientes morían por convulsiones y a otros los inyectábamos con una sustancia letal para morir, o los asesinaban cruelmente. -Mamá llora y se le corta la voz, cada palabra un poco más. Me acerco a ella y no puedo evitar abrazarla, aunque esté enojada. El proyecto era secreto, porque si la gente lo descubría, se formaría un alboroto muy grande. Y nos sentenciarían a muerte, a todo el equipo. El gobernador de Málaga sabia del proyecto, y nos apoyaba. Así que para que no saliéramos perjudicados, incluido el, nos obligó a cada uno a salir del país y a cambiar nuestros nombres. El único que no lo cambio fue el doctor Richards. Luego de yo firmar los documentos de confidencialidad y casi partir hacia New York sola, mi padre murió. Entonces decidí que traería a su abuela conmigo y ambas cambiamos nuestro apellido a Smith. Aquí, luego de que Matías nació, contactaron a su padre desde Málaga, y el acudió a allá. Lo extorsionaron para que proporcionara información mía a cambio de dinero. Traté de detenerlo, pero fue inútil. Se fue a escondidas y allá lo capturaron y jamás supe de él. Tuvimos que volver a cambiar nuestro apellido porque ellos ya sabían que era Smith, así que pudimos cambiarlo a Martin y hasta hoy. Por eso nunca mas volvieron a ver a su padre hijos, lo siento tanto. Pido que me perdonen por hacerles todo esto. -Rompe el llanto y Matías y yo la abrazamos fuertemente.
-Mamá, no podemos reprocharte por eso. Lo has hecho para sobrevivir y por nosotros, entonces tranquila. Te comprendemos completamente y no te juzgamos. ¿Cierto Mati? -Le digo dándole una pequeña sonrisa.
-Así es Liv, no te juzgamos mamá, te comprendemos y te amamos muchísimo. -Dice Matías apretando aún el abrazo.
Mamá tiene la voz entrecortada y solo le alcanza para decir: los amo. La abuela nos sonríe y asiente.
Luego de una hora de todos estar sentados en silencio, nos damos las buenas noches y vamos a nuestras habitaciones. Me despierto empapada de sudor y asustada luego de tener el sueño de siempre, estoy harta. No sé qué querrán decir esos sueños.
ESTÁS LEYENDO
2074
Fiksi UmumLa historia se sitúa en el futuro postapocalíptico de Olivia Martin, en la ciudad distópica de New York, donde luego de muchos años destruyendo nuestro planeta con la desforestación, la contaminación y esos factores que todos conocemos, finalmente L...