Me acerco mientras ellas vienen caminando para ayudar a mamá a llevar a la abuela. La tomo del brazo y la ayudo a acomodarse y me sonríe dándome las gracias.
-Liv, hija vamos al baño por favor. -Dice mamá haciéndome un gesto para que vaya con ella.
-Dastan, vigila a la abuela, ya volvemos. -Le digo.
Mamá y yo nos dirigimos al pasillo del baño cuando le toco el hombro y le pregunto: - ¿Qué ha dicho el doctor Richards, mamá?
-No ha concluido con el diagnostico. Me dijo que le harán unas pruebas en el laboratorio mañana temprano. Y así podrá dar un diagnostico exacto. -Me dice.
-Bueno pues mañana sabremos mamá, tranquila ¿Sí?
-No puedo negar que tengo mucho miedo hija, pero tenerte conmigo me tranquiliza, gracias. -Me dice al darme un beso en la frente.
- Soy tu hija, debo ser tu apoyo, y amo a la abuela, y todo lo que hacemos y hagamos será por ella mamá. -Le digo mientras acaricio su mejilla como siempre lo hago.
-Así es Liv, haremos todo por ella. -Me dice asintiendo.
Cuando llegamos a la puerta del baño veo al doctor Richards dar vuelta en un pasillo.
- Mamá, adelántate al baño, ya vengo. -Le digo, con mis ojos distraídos puestos en el doctor.
Corro para alcanzarlo antes de que entre a la sala. Pero no pude, cuando llegue ya había entrado. Justo aparece una mujer de pelo rojizo y pecas con uniforme azul, una enfermera.
-Señorita, quisiera hablar con el doctor Richards, lo acabo de ver entrando a esa sala, ¿Sabe cuánto tardará? -Le digo con incertidumbre señalando con la mirada.
-Lo siento, pero acaba de entrar a una reunión con unos científicos muy importantes y me temo que tardara mucho. -Me dice sin siquiera mirarme a la cara, que maleducada.
-Está bien, lo puedo esperar, gracias. -Le digo dándole una sonrisa algo hipócrita.
Pasan treinta minutos y aun no sale, estoy aburrida sentada aquí y seguro todos han de estar buscándome. Pero no puedo irme sin hablar con el doctor, no le creo del todo a mamá, y debo estar segura. Debo esperar un rato más. Pasada ya una hora veo la puerta por fin abrirse. Salen unos científicos y al final sale el doctor Richards. Es un señor ya mayor, algunos cincuenta y tantos, pelo un poco largo con mechones blancos. Me levanto de mi asiento y voy hacia él.
-Hola, soy nieta de una paciente que ha venido a consulta hoy, Ainhoa Martin. Y quiero saber cómo se encuentra o cual fue su diagnóstico.
-Mi diagnostico ha sido inconcluso, y por eso le mandé a hacer exámenes en el laboratorio. -Me dice leyendo un papel de su portafolios.
-Lo comprendo, pero ¿No vio algún indicio de lo que pueda tener? -Pregunto.
-Si... Le dije a la persona que la acompañaba que podría ser solo una deshidratación. -me dice distraído.
-Pero, ¿Y la sangre? -Lo dije, y ahora puede que encierren a la abuela si se tratara del virus, o al menos tuviera indicios de tenerlo, mierda.
- ¿Qué sangre? -Pregunta perplejo.
-Si... Es que le ha salido un poco de sangre por la nariz. -Le digo muy asustada.
-Oh, claro. Eso también es por la deshidratación, le mandé a hacer los exámenes para estar seguros. -Me dice. -Hasta luego, tengo una reunión. -Y camina hasta desaparecer del pasillo.
Por poco casi meto la pata. Por poco digo que havomitado sangre, y eso es un síntoma del virus. Mamá no se lo dijo al doctor, yobvio ha de ser por algo, y yo casi lo hago. A las personas con indicios delvirus se las llevan a los laboratorios y verifican si lo poseen, y si es así,automáticamente se vuelven repudiados y los inyectan para morir, aunque eso noha estado funcionando al parecer, así que supongo que solo los asesinancruelmente. Dios. No quiero eso.
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2074
General FictionLa historia se sitúa en el futuro postapocalíptico de Olivia Martin, en la ciudad distópica de New York, donde luego de muchos años destruyendo nuestro planeta con la desforestación, la contaminación y esos factores que todos conocemos, finalmente L...