Camino hasta el final del pasillo hasta la habitación de Matías, está abierta, así que me apoyo en el marco de la puerta y le doy una leve sonrisa. Esta ahí leyendo como siempre, a ambos nos criaron con la costumbre de leer. Y cada vez que el uno se sentía mal por alguna razón, el otro decía nuestra frase: no hay nada que un buen libro no pueda solucionar. Me siento en su cama y doy un suspiro
- ¿Qué te pasa Liv? -Me pregunta levantado la vista de su libro.
-No me pasa nada Mati, solo un largo y exhausto día en la escuela y eso, ya sabes...
-Ay Liv, podrás ser mi hermana mayor, y creas que sabes mentirme. Pero te conozco demasiado bien, ¿Lo olvidas? Nos conocemos perfectamente el uno al otro, dime que sucede. Ya sabes que no hay nada que un buen libro pueda solucionar. -Me dice arqueando una ceja.
-Matías, ¿Sabías que no todo se resuelve con un libro? Nada se resuelve leyendo. Tu tal vez no entiendes, apenas tienes catorce, ¡no comprendes nada!
Me mira con una cara un tanto triste y un tanto molesta, metí la pata...
-Perdóname Mati, lo siento mucho. No debí hablarte así, soy una tonta. Amo los libros al igual que tú. Es solo que los problemas me están volviendo un poco histérica.
-Lo sé, un poco loca también. -Ambos soltamos una risita- Tranquila hermana, sé que tienes problemas, pero yo solo quiero ayudar, al menos escuchándote.
-Lo sé, y ya tienes edad suficiente como para contarte cosas relacionadas con los problemas familiares, ya no eres un niño, lo siento. En poco tiempo tendrás tus propios problemas que también te volverán loco. -Le digo chocando mi codo de sus costillas.
-Vale, espero no volverme tan histérico como tú. -Me dice negando.
Rio y al mismo tiempo comienzo a relatar – Pues hoy iba todo normal, mis pensamientos de siempre de camino a la academia, allá me encontré con Dastan como siempre y luego terminé las clases. Cuando salimos a comer no probé bocado, ya sabes porque... Cuando veníamos de camino a casa ocurrió algo muy feo en la calle. Un chico le disparo en la cabeza a un repudiado y luego se disparó a sí mismo, al parecer era su familiar y no verlo así, y a la vez no soportó haberle disparado, fue horripilante. Dastan por suerte estaba ahí y ya sabes... me apoye en él y me trajo a casa. Llegué vomitando a casa por el momento que te conté anteriormente.
-Con que Dastan eh, vaya que me cae bien ese chico, y a ti como que te cae bien de más Liv. -Me dice con una cara algo picara.
-Basta Matías. -Ambos reímos y me tumbo en la cama, viendo las estrellas neón que ha pintado en su techo.
- ¿Y que más ha pasado? ¿Solo esta así de irascible por eso? Ha pasado unas cuantas veces en la ciudad, nadie ha resultado herido. -Me dice a la vez que se tumba mi lado en la cama.
Me pongo seria de repente, y al instante cambio mi cara de seria por mi cara de triste. Al mismo tiempo noto que mamá está en la puerta mirándonos.
-Mamá y yo necesitamos hablar contigo seriamente. -Le digo.
Mamá se acerca y se sienta al borde de la cama junto a nosotros. Me da una suave caricia en mi pelo castaño y luego acaricia la mejilla de Matías también suavemente.
-Mati, la abuela está enferma. Ha estado con fuertes dolores corporales y vomitando. Aún no sabemos que tiene, pero tu hermana y yo en unos días la llevaremos a la clínica.
- Mamá, cuéntale a Mati lo que crees. -Le digo abriendo los ojos más de lo normal y señalando con un gesto.
-Bueno, no quería decírselo para no preocuparlo, pero ya que me delataste. -Dice con voz un tanto molesta. -Mati, yo creo que es el virus X.
- ¿Qué? Dios mío. -Hunde su cabeza en el hombro de mamá.
-Por eso no quería decirle, sabia como reaccionaria.
-Mamá, Mati ya no es un niño, ya debemos contarle las cosas tal y como son, no debemos esconderle nada. -Le guiño un ojo con una ligera sonrisa y el me responde con una sonrisa leve.
Escuchamos un fuerte golpe en el suelo de la sala, como si algo callera de golpe y muy fuerte. Los tres salimos rápidamente y cuando llegamos a allí, está la abuela Ainhoa tumbada totalmente, en el suelo. Ahogo un grito y me quedo pasmada mientras mamá y Matías la levantan. Cuando reacciono los ayudo a ponerla en el sofá.
-Por Dios , ¿Estas bien? -Dice mamá muy alarmada.
-Estoy bien hija, no quiero preocuparte -Dice la abuela quejándose de dolor, lo veo en su rostro.
- ¿Y esa sangre abuela? ¿Qué paso?
-No lo sé Liv, tosí y salió sangre, ha de ser por la razón que me duele la garganta. Y luego me caí y no pude levantarme.
Mamá y yo nos miramos rápidamente y solo callamos.
-Quédate con tu abuela un rato hijo, ponla cómoda. Tu hermana y yo vamos a la cocina a traerle a tu abuela algo de tomar. -Dice mamá bastante sospechosa.
-Hija, no quiero perderla, no podemos perderla. – Mamá rompe en llanto y me lanzo a abrazarla.
-Tranquila, sé que estará bien. Lo prometo. Mañana iremos a la clínica del centro, ¿Vale?
-Vale hija, hare la cita cuanto antes y te pasare a buscar a la academia. -Me dice con la voz quebrada.
Me quedo con ella abrazada por unos minutos, cuando Matías entra a la cocina.
-Ya se durmió, solo la acomode en su cama y quedo rendida. ¿Qué haremos mamá? Solo imaginar el perder a la abuela me aterra mucho.
-Tranquilo cariño, encontraremos la solución a esto. -Le dice.
Nos abraza a ambos por un minuto y va a la habitación de la abuela, se queda dormida allí.
-Yo seguiré a mamá y me iré a dormir también. Buenas noches Liv, descansa. -Me dice Matías dando un bostezo.
-Descansa tú también Mati, te quiero. -Le digo, al momento que le doy un beso en la frente.
Camino hasta la sala y allí me quedo en el sofá frente a la chimenea, escuchando música con mi viejo iPod. Como olvidarlo, me lo regalo Dastan cuando cumplí los doce, era de él, y antes de Navid, su abuelo. Es una de las reliquias de la tecnología de los años 10's. Una de las pocas cosas que aún quedan, muy pocas personas fueron pasando objetos tecnológicos de generación a generación, y ahora son extremadamente únicos y valiosos, por eso nadie sabe que lo poseo. Los únicos que tienen facilidad para tocar aparatos de tecnología son los científicos y los gobernadores. Quienes nos mantienen alejados de ellos. Tengo una única lista de reproducción, pero vaya que me encanta.

ESTÁS LEYENDO
2074
General FictionLa historia se sitúa en el futuro postapocalíptico de Olivia Martin, en la ciudad distópica de New York, donde luego de muchos años destruyendo nuestro planeta con la desforestación, la contaminación y esos factores que todos conocemos, finalmente L...