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Capitulo 9.

He llegado a casa y solo abro la puerta y esta mamá esperándome sentada en el sofá que mira hacia la entrada. Da un suspiro cuando me ve entrar. Al parecer no ha cenado, Matías acostumbra a hacer la cena los viernes, y cuando ella está en la sala o distraída con algo, él se la pone cerca para que coma, pero hoy está intacta. Preocupada.

- ¿Dónde estabas? Me tenías muy preocupada. -Me dice con el tono de siempre, cuando llego tarde y ella no sabe dónde estaba.

-Estaba en la clínica, donde me dejaron. Me quedé para preguntarle al doctor Richards sobre la abuela, ya que tu no me querías decir nada mamá. -Le digo mientras cuelgo mis llaves en la pared de la entrada. -Y... mamá, ¿Por qué no le dijiste a Richards que la abuela ha estado vomitando sangre y también sangrando por la nariz?

- ¿Acaso quieres que nos arrebaten a tu abuela? ¿Que la asesinen cruelmente o la encierren en Búfalo por ser una repudiada? ¿No? ¿Cierto? Entonces por eso cerré la boca, y tú debes hacerlo también. -Nunca la había visto así, y nunca me había hablado así, a nadie, la considero, y todos lo hacen, una mujer pasiva, muy tranquila y respetuosa, no que se lleva de impulsos, pero hoy lo hizo, y se alteró bastante.

- Mamá, ¿Qué pasa? ¿Por qué reaccionas así? Solo quise saber de la abuela. -Le digo entrecerrando los ojos y acercándome a ella.

-Lo siento hija... -Me dice bajando la mirada. -Estoy muy mal con todo esto de tu abuela, mañana le haré los exámenes y me espero lo peor.

-Y... ¿Cómo sabes que a los repudiados los encierran en Búfalo? Nadie sabe a donde los llevan, excepto los doctores o científicos, y el gobernador, claro -Le digo arqueando una ceja.

-Prométeme que si resulta que si tiene el virus me ayudaras a protegerla de ellos. Promételo Liv- Me dice alterada.

La abuela interrumpe nuestra conversación, viene caminando muy despacio y está más pálida que hoy en la tarde cuando fuimos a la clínica.

- ¿Por qué se gritan? -Pregunta mientras mamá va por ella y la ayuda a sentarse.

-Lo siento nana, solo estábamos hablando sobre algo importante y mamá sin querer habló con alto volumen. -Le digo apretando los dientes.

Me dirijo por el pasillo de arriba hacia la habitación de Matías. Esta ahí sentado en la ventana, muy concentrado en un libro nuevo. Ni siquiera nota que he entrado.

- ¿Mati? ¿Qué lees? -Le pregunto mientras voy al librero que tiene en una esquina y hojeo los libros sentada en el suelo. Los ha leído todos, y yo cada vez que puedo le traigo uno de la biblioteca del instituto.

-Es uno nuevo, me lo ha prestado la hermana de Marcus, Susan. Es sobre vampiros y hasta ahora no sabía que me encantaban este tipo de libros. -Me dice muy concentrado, pero soltando una pequeña carcajada.

-Oh, vaya. Yo soy fan de los colmillos y la sangre. -Le digo soltando una carcajada también. -Oye... ¿Soy yo o mamá está muy rara?

- ¿Cómo no va a estarlo? Su madre, nuestra abuela, puede que tenga un horrible virus por el cual podrían matarla y está desesperada, debemos entenderla. -Me dice soltando el libro y sentándose a mi lado.

-No, no hablo de que está mal por la nana, todos lo estamos. Pero siento que se está comportando algo raro. Hace rato discutió conmigo solo porque me quede en la clínica a preguntarle al doctor Richards sobre la abuela y...

-Pero mamá nunca discute con nosotros ni con nadie. -Me interrumpe.

-Eso es lo raro Mati, ella no hace eso. Entiendo que este alterada y preocupada, pero se comporta raro. En esa discusión menciono a donde llevan a los repudiados. -Le digo rascándome la frente.

-Pero nadie sabe a dónde se los llevan, solo los científicos. -Me dice negando.

-Exacto, y debe haber alguna razón por la cual lo sabe. Y solo me evadió cuando le pregunte que como lo sabía.

-Ya se, ven. -Me dice mientras me levanta de un tirón. -Tal vez no lo hayas notado, pero mamá tiene un cofre con recuerdos y cosas importantes para ella. Un día estaba husmeando aquí y me regañó, nunca lo he tocado después de eso, pero creo que aquí debe haber algo. -Me dice mientras entramos a su habitación.

-Pero... ¿Y si sube y nos encuentra husmeando? -Le digo preocupada.

-Tranquila, cuando estaba leyendo en la ventana vi que salió, al parecer a la cafetería. -Me dice mientras saca un viejo cofre de debajo de la cama.

-Wow, nunca supe de esto, ¿Por qué no me habías dicho nada Mati? -Le regaño.

-Pues cuando mamá me regañó me obligo a jurar que nunca lo abriría otra vez y que tampoco te diría nada a ti. Pero esto tal vez nos ayude a saber más sobre ella. -Dice.

Cuando abrimos el cofre, veo fotos, diarios, objetos viejos y muchas cosas que al parecer hace mucho no saca de allí.

-Mira Liv, eres tú de bebé. -Me dice mostrándome una foto de cuando tenia 6 meses, lo se porque en el reverso de la foto dice la fecha, 15 de agosto del año 2056.

-Tengo toda la boca cubierta de comida, no se que sea, pero parece delicioso. -Y suelto una pequeña carcajada.

Hay fotos de la abuela y ella en Málaga a solo dos años de que su vida acabara y vinieran aquí. Fotos de mi papa leyendo libros y de ambos trabajando en la cafetería. También fotos de mi cargando a Matías de recién nacido. Y una vieja cámara de fotos instantáneas, siempre quise una. Se lo había dicho a mamá, pero no podía comprármela, y lo entendí. Pero ella tenía una, y a parte nos ha ocultado todo lo demás. Duramos varios minutos viendo objetos de recuerdos, muchas fotos y documentos.

-Oye, mira, un diario que, si tiene candado, los otros dos no tienen y solo dicen cosas de cuando era adolescente, cuando conoció a papá y vivía en Málaga. -Me dice. -La llave ha de estar por aquí.

Buscamos en todo el cofre, pero no encontramos la llave. Por lógica si no quisiera que abrieran el diario, no lo pondría junto a la llave Escuchamos la puerta de entrada abrirse y rápidamente entramos todo donde estaba, cerramos el cofre y lo metemos bajo la cama.