A lo lejos se ven todos corriendo, cayéndose y gritando. Es un repudiado, viene persiguiendo a la multitud, nunca había visto uno. Su tono pálido, con la piel desfigurada y mirada perdida me aterra. De repente sale un chico con piel pálida y cabello oscuro corriendo entre la multitud, parece tener mucho dolor, viene llorando. Saca un arma y con una voz que no puede estar más quebrada, le dice: no puedes vivir así, y yo no puedo verte tampoco viviendo así, lo siento, lo siento mucho. Le dispara justo en la frente y todo el mundo queda pasmado, incluyéndome.
Luego hace algo muy inesperado, toma el arma y la pone contra su sien derecha y aprieta el gatillo. Todo el mundo da un grito y otra vez se quedan aún más pasmados.
-Oh por Dios. -Ahogo un grito y escondo mi cara en el hombro de Dastan.
Se podía ver el dolor en el rostro de ese chico, era un dolor inmenso a mi parecer, era su familiar, era un ser muy querido y no pudo soportar el verlo así, y tampoco pudo soportar haberlo matado, Dios mío, estoy histérica, tiemblo.
-Vamos, ya no tenemos nada que ver aquí. -Dice Dastan con preocupación y me toma para llevarme a casa.
Vamos de camino, paso todo el camino sin decir palabra alguna. No puedo evitar seguir pensando en esa trágica escena, fue muy horripilante. El ver a ese pobre chico disparándole a muerte a un propio ser querido, y luego suicidándose frente a los ojos de todos, es lo peor que he visto.
Llegamos a casa y mi mamá me espera en mi habitación. Dastan saluda con una sonrisa y se va. Rápidamente paso al baño a vomitar, todo por la escena que viví hace poco. Mamá entra al baño conmigo y me ayuda a reponerme. Me da a tomar unas pastillas y me quedo rendida en el viejo sofá de mi habitación.
Despierto sola en un lugar muy oscuro y frio, a mi poca vista es un bunker subterráneo, algo gotea por todos lados y no distingo nada aquí. De repente sale una mujer no muy mayor vestida de blanco de una oscuridad muy potente. Tiene el cabello castaño claro muy largo, y ojos azul profundo. Viste totalmente de blanco con una bata azul encima. Extiende su mano lentamente hacia mí, me toma las manos, y pone una caja de madera, la tomo despacio y la voy abriendo algo asustada...
-Cariño despierta, tenemos que hablar sobre algo muy importante. -Dice mamá, con voz dulce, aunque se nota preocupada.
Suspiro y lentamente me siento en el sofá. Me preocupo aún más al verla a ella así.
- ¿Qué pasa mamá? -Pregunto un tanto intranquila.
- Tu abuela está muy enferma. -Se le quiebra la voz y al momento el corazón me da una ligera punzada.
- Oh por Dios. ¿Cómo que está enferma? ¿Qué tiene?
- No lo sé hija, estoy muy asustada, solo pienso en la posibilidad de que sea...
- No mamá, ni siquiera lo termines. No me hagas meterme eso en la cabeza por favor. De solo pensarlo... Dios.
- Es que sabes que últimamente hay una epidemia del virus X, y no han podido controlarla. Me siento fatal de solo imaginarlo Olivia, me aterra y no sé qué hacer.
El virus X, Solo pensar que alguien a quien amo puede contraer ese maldito virus, me pone la piel de gallina. El virus X es un virus mortal que se ha desarrollado en los últimos diez años, y se ha llevado un total aproximado de quinientos cincuenta infectados en las cuatro ciudades, solo un 10% en nuestra ciudad, aunque últimamente ha aumentado. Dicho virus afecta profundamente las células y tejidos vivos, los deshace, pero sin quitar el latido del corazón. Del ser humano solo queda el cuerpo con piel pálida y desgastada, ojos vacíos y el cerebro prácticamente no realiza función alguna. El cuerpo que contenga el virus se mueve por el hambre, solo por las ganas de comer, un hambre intensa. Se diría que un zombi. Pero según los científicos, no es eso. Las personas que llegan a poseer este virus se les llama repudiados. Y son encerrados para hacer pruebas con vacunas o sueros, y a la mayoría solo los inyectan para morir, por seguridad. Son un grave peligro, razón por la cual no los dejan en las calles, cuando se les diagnostica el virus, inmediatamente los llevan a laboratorios para hacer las pruebas, o simplemente los matan, para que no vayan a ser peligro para la población. Pero en partes de la ciudad, como es donde vivo, a veces aparece uno que otro, solo he visto uno en mi vida, el que he visto hoy.
-Tranquila mamá, la observaremos unos días y luego la llevaremos a la clínica del centro de la ciudad. -Le digo dándole una leve caricia en el rostro.
Que no sea eso por Dios, que no lo sea. No quiero perderla, mi abuela es una de las personas más importantes de mi vida.
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2074
Ficción GeneralLa historia se sitúa en el futuro postapocalíptico de Olivia Martin, en la ciudad distópica de New York, donde luego de muchos años destruyendo nuestro planeta con la desforestación, la contaminación y esos factores que todos conocemos, finalmente L...