Aquel zorro que portaba muchas colas y ropas humildes camino por la calle anunciándose, pero ni lo uno, ni lo otro era lo que atraía, la mística de su presencia lo hacía.
Sentándose junto a la piedra en la que solía hacerlo, tomó su instrumento, un ingenio de madera que recordaba un laúd y comenzó a despuntar plañideras notas.
El primer niño se sentó, luego un curioso, un parroquiano, y así hasta que el consideró que eran suficiente. Miró sin disimular mucho su gorra que se hallaba en el suelo y comenzó con la a recitar su función
Mi nombre es Pierrot, sin apellido, porque no tengo origen, si quieren saber mi edad, no sería fácil saberlo pero algunos dicen que se calcula por la cantidad de colas que tengo que, según esos representan las cantidad de vidas que viví, pero en realidad es que es la cantidad de vidas que me quitaron. Me llaman el viejo, también me llaman el fantasma, algunos dicen que soy el espíritu de la ciudad, pero en realidad, soy alguien que ha vivido tanto como este árbol que yo mismo sembré el día que comí una manzana y tire los restos en este lugar.- hace una pausa y continua.- La historia de hoy será la historia de muchos de aquí, por no decir de todos, tantos de los peludos o de los lampiños que en su sangre llevan esta historia.-Toca algunas notas y comienza una canción - Hace mucho, mucho tiempo, cuando la nación de Cu nacía, cuando la nación de las grandes selvas había comenzado a convertirse en un desierto, cuando los osos se rebelaban a los pequeños de color naranja, en este mismo lugar, existía la ciudad de Vu.- Observo de soslayo mientras no detenía el rasgar de su instrumento y continuo- Allí Vivian felices todos los pequeños zorros.-miro sonriente a unos niños- Los zorros que hablaban, en felicidad de gran lujo y despreocupación, protegidos por sus armas y su magia. Estos zorros no contemplaban su alrededor como una amenaza ya que todo aquello que bañaba el sol les pertenecía, desde las montañas del norte, desde los templos de los tigres hasta las playas de los Coe, desde las islas de los perros hasta las cascadas de las mil voces, todo lo que el sol tocaba les pertenecía. En el norte, había grandes osos, primitivos como las piedras y huecos como los troncos marchitos de un bosque, pero fuertes y numerosos como los granos de arena del desierto, se rebelaron a la ciudad de Vu y a todo lo que ellos consideraban bello. –Continuo su canción un largo rato y recomenzó su recitación - Bajaron un día de sus montañas y avanzaron dejando la muerte, dejando su propia muerte y venciendo allí donde habitaban los vasallos de Vu. En esa época nos partencia todo lo que bañaba el sol. Siguieron bajando y los toros nos defendieron, y fueron guardados en servidumbre, los perros nos defendieron, y fueron guardados en servidumbre, los lampiños nos defendieron y fueron guardados en bosques de eterno silencio, todo lo que el sol tocaba nos partencia.- Ahora callo su instrumento.- Finalmente estuvieron en las puertas de Vu la antigua, en ese momento, yo no era más que un niño, quinto en sucesión de un trono que ya no existe. Pero, la piedra dura y finalmente la ciudad de Vu cayó bajo el asedio, todo lo que el sol tocaba nos pertenecía.- Comienza nuevamente a tocar su instrumento.- Fueron largos diez años que duro aquella condición, todos llorábamos por libertad, algunos se rindieron y fueron a lamer las patas de los osos por piedad, otros con orgullo resistíamos, todo lo que el sol bañaba nos pertenecía. Comimos todo, comimos los arboles de manzana que había por todas partes, comimos las higueras, comimos los ratones y el queso, comimos nuestra herencia vendiendo a precio de oro nuestro pan y hubo pan mientras algo de nuestra herencia hubiera(callo aquí su instrumento) luego, solo quedamos nosotros. Comimos nuestros muertos, comimos nuestros jardines, comimos a nuestras madres, padres y hermanos, por más que ellos no hubieran muerto, todo lo que bañaba el sol nos partencia. – Continuo con su instrumento.- Ya débiles no pudimos defender nuestras murallas y las grandes puertas cayeron echas añico por zarpas empapadas en sangre, ya no había nada en luz que nos perteneciera. Los que quedábamos y éramos pocos, fuimos llevados al muelle y arrojados a sus sucias aguas, algunos pudimos nadar, otros no y para los que flotábamos nos reservaban rocas que comenzaron a arrojarnos para rompernos los huesos. Finalmente el aire se escapo de nuestros pechos, todo lo que tocaba el sol no nos pertenecía.- Allí dejo su instrumento en su funda, tomo las monedas y termino su relato diciendo.- Dice que esa noche cuatro barcos de metal recogieron todos nuestros cuerpos y nos llevaron a la nación que nos vio nacer, la nación del sol. Los que quedaron se rindieron junto con ellos toda la nación de Vu, las zarpas ensangrentadas pusieron a los que se rindieran ante ellos como gobernantes celebrando la traición.
- ¿Es toda la historia Pierrot?
- No es toda ya que pequeño niño que se llama Pierrot Lomur la casa de Vu comenzó solo a llamarse Pierrot, y aquí estoy buscando bajo el sol y aquí estoy esperando que los barcos de metal vuelvan con los legítimos gobernantes de esta bella ciudad esperando que la corona de Vu vuelva a su rey.-Saludo a su público y antes de retirarse dijo- Y esa esta es la historia de Pierrot "el vagabundo"
YOU ARE READING
Pierrot I - Pierrot de Smidur #Wattysawards2019
FantasyEl espíritu de un niño hombre zorro muere apedreado mientras trata de no ahogarse en un puerto luego de que su ciudad cayera en asedio y cien años después vuelve como espíritu para recuperar los tesoros de su casi olvidada nación y formar un lugar d...