Pierrot camino y anduvo mucho por Smidur con tres niños muy dotados y sabios en conocimientos. Mucho anduvo evitando, esta vez, la guerra de los osos y los zorros ya que retrasaría sus viajes, pero, aún así, no dejo de correr algunas aventuras.
Al llegar al límite norte de Smidur, la cadena montañosa de los tigres comenzó a ascender; allí tomaron un camino que los dirigía hacia un pueblo llamado Agua Turbia.
Los rumores de este lugar eran muchos, sobretodo de la peste que allí había, de cómo corruptos y decadentes sacerdotes de crueles dioses llamaban esto castigo divino; en esa miseria los planes de Pierrot darían frutos.
Al l llegar a las afueras de aquel poblado ven dos fosas, una cada lado del camino con los cuerpos muertos de los empastados y también con una gran muralla rodeando la ciudad. Desde una torre al verlos llegar un guardia dice.
- Aléjense niños, en la ciudad hay peste.
- Ya lo sabemos.- Respondieron- venimos a curarla.
Los guardias asombrados por aquellas palabras abren las puertas y los dejan pasar. Dentro los reciben los sacerdotes.
- ¿Que blasfemia es esta? Ustedes no tiene el poder de dar salud a nuestro pueblo, solo dios puede hacerlo.
Al escuchar aquello Pierrot se alza en dos patas llenando de espanto a todos los que los vieran, tanto lampiños como peludos y dice.
- Yo si tengo el poder hacerlo y si lo hago respetaran a mis niños como ancianos y me rendirán culto.
- Si curas a todos los enfermos de la ciudad antes de que se ponga el sol te rendiremos culto y trataremos con los honores y privilegios de los ancianos a estos niños.
El zorro abrió la boca y salió un vapor que se convirtió en neblina que cubrió todo el pueblo como miles de zorros que cazaban cosas que nadie, excepto Pierrot podía ver. Antes de cerrar sus fauces aspiro fuerte tragando la peste y curándolos a todos. El pueblo entero quedaron curados y llenos de espanto ante el zorro que lo veían como un dios que caminaba entre ellos y antes de que el sol saliera y lo dispara como la bruma de la noche dijo.
- Estos niños serán sus consejeros y ancianos y tienen muchos conocimientos que rivalizaría con los de cualquiera, síganlos y la peste no traspasara sus puertas. Además deberán celebrar una fiesta desde el amanecer del día que llegue hasta el amanecer de este día con cerveza todos los años recibiendo a todos, tanto extraños como conocidos, peludos como lampiños como si fueran conocidos ya que yo volveré siempre en la fiesta pero no avisare ni sabrán quien soy y si veo falta en la hospitalidad devolveré lo que e devorado.
Con el primer rayo de sol se disipo Pierrot dejando a los tres niños en un hogar feliz hasta el fin de sus días.
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Pierrot I - Pierrot de Smidur #Wattysawards2019
FantasyEl espíritu de un niño hombre zorro muere apedreado mientras trata de no ahogarse en un puerto luego de que su ciudad cayera en asedio y cien años después vuelve como espíritu para recuperar los tesoros de su casi olvidada nación y formar un lugar d...