" Allí Dios envió a mi Ángel a rescatarme y a cambiar mi vida..."
Álex Wesley es el típico chico malo que hace lo que quiere cuando quiere, hijo de una familia destruida con un presente turbio, mujeres, corridas de moto, fiestas y alcohol es todo l...
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Estoy empezando a pensar que cada viernes a la noche, por alguna extraña teoría de metafísica o ¡qué sé yo!, ingreso a un universo alterno en donde realizó las acciones más inesperadas y extrañas para mí, como ir a la iglesia o en este caso haber hecho un karaoke de canciones infantiles. Realmente debí de estar muy aburrido para seguirles el juego a esos niños.
Estando metido en la cama medito las acciones de esta noche, quién diría que después de mi enojo interno con la rubia, la pelea con James y la charla con Lucas terminaría rematando las últimas horas de un viernes con los amigos de la virgencita.
Recuerdo que apenas pise el lugar vi el tipo petizo con una olla en la cabeza diciendo que era por protección, no sabía como sentirme, si molesto, ofendido, divertido o sí debía seguir el juego y realmente armar una pelea, pero como era dentro de todo ubicado no iba hacer semejante lío enfrente de los mayores, los cuales también me habían mirado como bicho raro.
En la comida todo fue incómodo hasta que Max comentó- con los chicos pensamos ir algún día al parque a jugar otro partido-me miró- ¿te sumas?- preguntó. Asentí- cuando quieran-. El petizo negó- conmigo no cuente-. Max se rió- no lo íbamos hacer-. Solté una carcajada. Él nos miró enojado- eso se llama bullying-. Su amigo negó- se llama ser realista Duck, sabemos que odias los deportes, puedes ir animarnos y quedarte para el festejo- [....]
Después de esa conversación todo más ameno, aunque el sentimiento de incomodidad continuó y es que no estaba acostumbrado a quedarme hasta tarde jugando juegos como Chinchón, Chancho va, etc., más bien estaría tomando una cerveza y bailando con alguna chica. Sin mencionar que en el Chancho va me lastimé las manos como unas cinco veces por culpa de los anillos de las chicas, "tienen suerte de ser mujeres".
Pero lo que remató la noche fue ese "Karaoke infantil", realmente deseé salir corriendo de ese lugar, pero tuve que aguantarme y escucharlos grandes éxitos de Disney. Claro que pasando el tiempo se volvió divertido, más que nada porque era muy paródico todo, pero divertido o no, ni loco quería participar, la virgencita no lograba entender eso, vino varias veces para convencerme. - ¿Te diviertes?- preguntó mirándome en frente parada, mientras yo estaba sentado. Sonreí y asentí para conformarla- son raros pero divertidos-. Soltó una risita- será más divertido si lo intentas- insinuó. Niego. Rodé los ojos- vamos es divertido -. Vuelvo a negar, cuando quiere puede ser insufrible esta chica. Agarro mi mano y tironeó un poco- dale no serás el único haciendo el ridículo-. Tironeé de verdad su mano para quedar frente a frete- dije que no virgencita-. Abrió sus ojos con asombro- ¿cócómo me llamaste?-. Sonreí con picardía- ¿qué? te queda perfecto el apodo- aseguré. La deje que se alejará y resopló- ya veo porque no quieres participar, tienes la creatividad de un mosquito-. Me reí de su cara indignada, pero ella luego también se rió.
Además de los juegos raros, las molestas insistencia de la rubia me di cuenta también de las miradas inquietantes de su amiga hacia mí. Recuerdo el tiempo en que Sally no me hablaba su amiga me daba miradas de odio, no es muy disimulada que se diga. Ahora estaba haciendo lo mismo, seguro que alguna idea extraña se estaba formulando en su mente. Por supuesto luego me di cuenta, cuando obligó a la virgencita a bailar conmigo, de que cree que hay algún sentimiento romántico entre nosotros. Creo que he sido demasiado bueno con esta chica, mejor hoy le dejo en claro que tipo de chico soy, porque sí está enamorada está en graves problemas y si aun no lo está mejor que retroceda, no soy material para novio y nada de eso, además amo a mi cuerpo entero como para que Wickman me descuartice.
