" Allí Dios envió a mi Ángel a rescatarme y a cambiar mi vida..."
Álex Wesley es el típico chico malo que hace lo que quiere cuando quiere, hijo de una familia destruida con un presente turbio, mujeres, corridas de moto, fiestas y alcohol es todo l...
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No entendía que quería mostrarme Alex, primero confiesa sus sentimientos por mí pero dice que no va a cambiar, aunque sienta algo, sabía que gustar de una persona no era una garantía para que alguien sea transformado, la única forma es que Cristo se le revele, simplemente a veces se volvía el primer paso para la revelación. Tantas reuniones que vino y nada ocurrió, el mes ya había pasado hace bastante y él no asistía más, podía intentar convencerlo para que asista una más por la última reunión que no vino a causa del beso, sí definitivamente haría eso, pero también tendría que aceptar sí él no iba a ser llamado, al fin cabo somos predestinados desde antes de la fundación del mundo, pero me negaba a pensar eso ya que todo lo que ocurrió no era producto de la casualidad sino causalidad.
-¿Tanto frío tienes?- pregunta Alex sacándome de mis pensamiento. Asiento- siempre soy muy friolenta-.
Había estado esperándolo afuera de casa en el patio delantero. Me puso para la ocasión unos joggins grises, un remera polera azul, un buzo blanco liso y una campera de piel de mono azul. Él llevaba unos jeans grises, una remera blanca de morley y su campera de cuero con corderito, también se había puesto unos lentes de sol.
-Deja de mirarme así- demanda Alex. Me pongo colorada-yoyo no te estaba mirando de ninguna forma-. Para cambiar de tema pregunto-¿que onda con los lentes?-. Contesta- para que el sol no me moleste estando en la moto-. Hago una mueca mientras caminamos- otra vez en esa bestia, no podemos ir en cole-. Niega- ya deberías de estar acostumbrada-. Me quejo- nunca me voy a acostumbrar-. Me siento atrás suyo y espero a que arranque esta cosa.
Conduce por un tiempo largo, era evidente que estábamos yendo a otro pueblo. Menos mal que ya lo conozco y confío en él. Nos detenemos una plaza, bajamos.
-¿Qué hacemos aquí?-pregunto mientras Alex mira su teléfono.-Shhh-me silencia- ya lo veras pero no hables-. Asiento resignada. A los 5 minutos se escucha un grito y luego una queja. Alex sonríe contento mezclado con maldad. Pregunto-¿eso qué fue?-. Me mira con su sonrisa malvada- tu sorpresa-. Abro los ojos, ¿de qué rayos habla este chico?.
Él me guía hasta donde fue el grito, lo sigo y cuando lo veo abro los ojos asombrada. -¿Aaalvano?-. Él aludido me mira y me suplica-¡Sal sácame de aquí!-. Él estaba atrapado en una red colgando arriba de un árbol, también había un cartel que decía “Quienes no respetan a la mujeres esto le sucede". Río esta situación era muy extraña.
Me di cuenta que a lado había una chica que reía. Alex se acerca a ella también riendo. -Gracias por el favor-. Le guiña el ojo- de nada Alex-. -¡YA SAQUENME DE AQUÍ-mira furioso a Alex-¡ME LA VAS A PAGAR IDIOTA! ¡ESPERA QUÉ PATRICK WICKMAN LO SEPA!. Alex sonríe pícaro- claro contale lo que te hice y yo le diré el porqué,de como dejaste sola a Sally por una hora en la calle a la noche para estar con otra-. Él se pone blanco y después posa sus ojos desesperados en mí- Sal perdona lo que hice sácame de aquí-. No sé qué contestar-yoyo…-.
