21.
El grupo estaba armado, y durante dos semanas nos reunimos en aquella casa alejada. Allí... éramos un grupo de alrededor de trece estudiantes. Chris encabezaba el grupo bajo la guía de los dos profesores. Clara, Valentina y yo nos encargamos de la compilación y búsqueda de información, para eso empezamos a trabajar usando las cámaras de nuestros celulares de manera infiltrada, aunque debíamos practicar bastante, tomando fotos de gente en la calle.
Había gente en el GSSD que prefería ir a chocar frontalmente con el Mofletudo y la Buitre, que prefería introducirse en la Oficina de Monitoreo Educativo. Sin embargo, tal aventamiento no haría sino embarrancarnos y frustrar nuestros planes... los que en realidad estaban más conducidos a desvelar estas irregularidades y pretender algún cambio.
Al finalizar esa segunda semana, regresó el Cara-de-Sapo.
Ese Lunes lo vimos en el acto de ingreso, mientras cantaban el himno al colegio. Él no lo hacía, se movía entre las filas de cada curso, vigilándonos como una especie de alguacil. Se detuvo ante mí y me observó de pies a cabeza, se puso de puntillas para murmurarme a los oídos:
“No creas que no sé que tú estuviste involucrado.”
Me dejó pálido, a unos pasos adelante Clara lo escuchó, pero no se atrevió a dar la vuelta...
22.
Esperé que el Cara-de-Sapo tomara alguna medida, pero ya habían pasado dos días y no estaba ocurriendo nada conmigo, ni siquiera me volvió a dirigir la palabra, se mantenía maquinalmente trabajando como todos los días del mundo. Por otra parte Clara tomó la decisión de apartarme del GSSD, lo comentó con los chicos del grupo y todos estuvieron de acuerdo, no sólo por seguridad con el resto, sino también por la mía.
“Si sospecha de nosotros más, todos estaremos fritos.”
Mientras tanto debía permanecer al margen de cualquiera de los trabajos que ellos iban a realizar... ¿quién sabe? Por un momento una ligera angustia recorrió mi cuerpo y me decía que quizás podrían ingresarme a la Oficina de Monitoreo..., el sólo pensarlo, me llenaba de temor... o, ¿acaso nunca alguien ha temido a lo que desconoce y se dibuja como misterioso y oculto?
23.
Y ahora... sólo puedo decir que lo mío luce muy mal. He quedado apartado. Solo.
24.
Al día siguiente, tras recibir aquella noticia. Los tres profesores me abordaron y me encaminaron hacia la sala de maestros.
“¿Es cierto que tú sabes quiénes han invadido la casa del profesor?”, me preguntaba el director, con ojos vivísimos. Traté de responder con soltura, como para que no sospeche nada, creo que lo conseguí. La Buitre, el Cara-de-Sapo y el Mofletudo insistieron, ellos, al contrario, eran quienes lucían nerviosos... extraño pero cierto... después de todo, no tenía nada que ocultar.
Cuando salí, escribí un mensaje de texto para indicar al GSSD lo que había ocurrido. Y recibí una respuesta seca que decía: “Gracias. Hablamos más tarde.”
A mi alrededor, toda la gente se encaminaba hacia sus hogares y me sentí sumergido en esa inmensidad como un náufrago cuyo futuro podría ser incierto.
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SOBREVIVE
RandomEl Colegio San Juan Bautista es el peor de la ciudad de Charcas, pero es el único establecimiento capaz de sobrevivir a una arremetida zombi. Y aunque haya anuncios de una posible invasión, la aparición de un nuevo personal docente y estudiantes de...