¿ Y POR QUÉ NO? |♥∞ Noah Centineo∞ ♥|

Parte 1 Sin Título

(Mi Nuevo libro Némesis, por favor leedlo y comentarme en qué puedo mejorarlo GRACIAS 🤗❤
MEGACK)

PRÓLOGO:

Ya estaba camino del aeropuerto. Odio volar, así que me asegure de llevar mi mp4 para poder olvidar que estaba a aproximadamente 10km del suelo; 10km de caída en caso de accidente, 10km de sueños y vidas no satisfechas, y no preparadas para morir. Cuando deje de pensar en las posibilidades de morir que tenía actualmente y en cómo me arrepentiría por no haber disfrutado al máximo mis 16 años de vida, cogí mi móvil, abrí Spotify y puse mi playlist favorita. Cerré los ojos y mientras escuchaba canciones como Router de Nikone o Que bonita la vida de Dani Martin comencé a sentir mis mejillas mojadas ya que mis lágrimas caían continuamente, rozando mi nariz y desembocando en mis dulces pero tristes labios. Lloraba al recordar la ida de mi abuelo hace apenas un año, no lo había superado, ya que era demasiado pronto. Entendía que se había ido pero no quería asumirlo. Intente calmar mis sollozos y finalmente lo logré.

Me dolía la cabeza, sentía como mi cerebro estaba siendo presionado y no lo soportaba asique llame a la azafata y la pedí un analgésico. Muy amablemente me lo trajo y me informo de que nos pusiéramos los cinturones de seguridad ya que nos disponíamos a aterrizar. El avión pasó de ser algo que mágicamente volaba a un trozo de metal que caía (supuestamente controlado), pero la seguridad que intentaban dar no era suficiente. Podías sentir como el avión caía, como temías por tu vida, la sensación que se tiene en las montañas rusas y en las pesadillas, esa sensación en la que dejas tu corazón atrás, al borde de un precipicio, al principio de un camino, mientras que no puedes evitar caer, no puedes evitar alejarte y comienzas a pensar que ante el mundo que te rodea no eres nada, solo uno más.

Finalmente las ruedas tocaron tierra y el avión lentamente se detuvo. A continuación me levante de mi asiento pero fue un error, una ola de gente se me acercaba por ambos lados ya que mi asiento estaba cerca de una de las salidas, pero finalmente pude coger mi maleta y dirigirme a la salida donde sin saberlo ni esperarlo comenzaría todo.

CAPÍTULO 1:

Realmente no quería salir, eso significaba dejar muchas cosas atrás, cosas como los desayunos con mi tía Cristina, las charlas hasta las 5 de la mañana o lo más insignificante como es entrar en casa y oler su perfume de rosas rojas. Llevaba 10 años viviendo con ella, porque cuando mi madre murió en aquel accidente de tráfico mi padre se fue a Estados unidos dejándome sola, y la única persona que estuvo allí fue ella. Es como mi madre ya que me ha criado pero ahora mi padre quiere saber de mí, no es justo pero sí que es verdad que creo que mi tía necesita un descanso y por eso accedí. Salí por la puerta de llegadas y no vi a mi padre, pero lo que vi en una esquina cerca de la cafetería fue un gran piano. Me acerque a él, roce cada una de sus teclas con la yema de mis dedos y me senté. Uno de los mayores recuerdos que tengo de mi madre es cuando cantaba, actualmente me recuerda a la voz de Ruth B, y cuando me descubría escondida detrás de la puerta observándola, me sonreía y me subía en sus rodillas. Me encantaba como tocaba el piano y en uno de esos momentos me enamore de la música y sobre todo del piano. Cuando cumplí los 9 años mi tía por mi cumpleaños me regalo un piano. Desde ese día no he parado de tocar, hace que sienta que estoy más cerca de ella y cuando estoy decaída o me acuerdo de ella toco para sentirme mejor, pienso que en algún sitio ella logra escucharme, y eso me satisface; asique me senté y comencé a tocar una de mis canciones favoritas NUVOLE BIANCHE-LUDOVICO EINAUDI.

Cuando me di cuenta había una multitud de gente rodeándome y cuando termine de tocarla una ola de aplausos lleno el aeropuerto. En ese momento vi a mi padre, aplaudiendo, sonriendo y cuando me acerque a él, abrió sus brazos y me hundí en su pecho. No lo soporté y comencé a llorar de nuevo. Solo quería preguntarle porque me abandonó, pero no tenía fuerzas. Dejé que me llevara y no dije nada solo quería llegar a la casa y olvidar donde estaba.