El se fue, nos dejo y yo seguí mi vida sin el.
De repente volvió, volvió como si nada y mi vida se puso de cabeza, y no por él, sino por lo que trajo consigo.
Quizás me hizo un favor al volver a aparecer en mi vida con buena compañía...
Acaricié la mejilla de Mia mientras me quedaba en la cama, eran casi las 11 de la mañana y no había salido de la habitación, no quería verlo pero ya empezaba a darme hambre.
Tenía varios mensajes felicitándome por mi cumpleaños y había optado por responder a todos igual. A Niall y a mis padres decidí no darles muchas explicaciones del tema porque no sé ni yo que va a pasar con nosotros, apenas pegué el ojo en toda la noche, felicité a Niall como si nada hubiese pasado (porque si, somos mellizos y cumplimos el mismo día) y le dije que ya le contaría.
Decidí arreglarme junto a Mia y salir a dar un paseo, comería fuera y así ademas me ahorraré el verle la cara porque definitivamente no quiero hacerlo.
Una vez listas bajé y lo vi sentado en el sofá, cuando sintió mis pasos se puso de pie y corrió hacia mi, intentó abrazarme y lo esquivé.
-Voy a salir, no se a que hora vendré.
-Amor... vine a pasar tu cumpleaños contigo, vine a verlas... por favor no te vayas, hablemos.-suplicó.
-Es mi cumpleaños y no quiero verte. Voy a salir, tu puedes seguir haciendo lo que te da la gana, ya no es mi problema.
-¿Qué quieres decir con que ya no es tu problema?-me miró asustado y yo levante una ceja- ¿Estas terminando conmigo?-dijo en un hilo de voz.
Y no, aunque mi orgullo me gritaba que lo dejara mi corazón se rehusa a hacerle caso.
-Harry, adiós.
-Déjame cargarla, llevo un mes entero sin verla y apenas he podido estar con ella...-Le dejé a la bebé y decidí irme a mi camioneta a dejar las cosas, cuando estaba a punto de entrar lo escuché hablarle a Mia.- Te amo muchísimo, te prometo que voy a demostrarle a tu mamá que digo la verdad... me niego a perderte, a alejarme de ustedes y a que se dañe nuestra familia, te lo prometo mi amor.
Fingí que no escuché nada aunque se me estrujaba el corazón y recogí a la niña.
-Dámela que se me hace tarde.
-¿A qué hora vuelves?-me miró con tristeza.
-No lo sé, no muy tarde porque no me gusta que esté tanto tiempo por ahí.
Asintió con la cabeza y tras darle un beso me la entregó, iba a hablar pero decidí salir antes de que hablara, no quería escucharlo ahora.
Cuando llegué a casa de Kendall salió Hailey a abrazarme y a ayudarme con Mia, y al entrar tenían una mesa hermosa armada para nosotras.
-¡Feliz cumpleaños Samantuqui punki!-me abrazó y sonreí, es mi persona vitamina esta chica- ¿Donde esta lo mas precioso de la tia?-cargó a Mia y la abrazó, es la mejor madrina de todas, aunque ella aún no sepa que es la madrina.
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