CAPÍTULO 17: "Jofiel"

35 2 0
                                    

Abrí los ojos intentando adivinar donde me encontraba, gracias a dios estaba en el salón de mi apartamento, miré el teléfono móvil que tenía sobre la mesita del sofá para ver la hora, eran las tres de la mañana, debía haberme quedado dormida en el sofá. Llamó mi atención un papel que había sobre la mesa, lo cogí para ver que era, era la carta de Jofiel, ¿cómo había llegado hasta la mesa?, no recordaba haberla sacado del lugar donde la había escondido.

Me sentía cansada y agitada por el sueño que había tenido, en tan solo unas horas había vuelto a revivir todo mi pasado, Jofiel había estado en lo cierto con respecto a mis recuerdos, era muy extraño pues hacia mucho que no me había parado a pensar en lo que deje atrás al mudarme a la ciudad. Me había costado lo mío olvidarlo para no sufrir y en un instante todo había vuelto otra vez a mí.

Esos recuerdos eran un lastre para mí, pues me provocaban mucho dolor y sufrimiento, me había prometido hacia mucho que no volvería a sufrir y olvidar lo ocurrido era de la única manera que me funcionó. No sentía nada si no recordaba.

No era justo, ¿por qué tenía que recordar mi vida anterior?, ¿qué sentido tenía para mi vida? Y Jofiel, ¿quién era realmente y porque sabía tanto de mí? Ya había llegado el momento de enfrentarme al miedo que sentía por saber lo que quería Jofiel de mí, no podía seguir huyendo.

Ya no pude volver a dormirme, cada vez que cerraba los ojos veía a Pablo, mi corazón volvía a sufrir, solo que esta vez lo hacía por no poder sentirlo junto a mí, lo ansiaba como la primera vez que lo vi, aunque habían pasado varios años desde que me fui de su vida, el amor que le tenía no había menguado ni una pizca. Lo seguía amando y eso me dolía más que un clavo. Hasta el momento no había permitido a mi cuerpo expresar sentimiento alguno de amor por nadie, estaba convencida de que no lo necesitaba para vivir. Mi vida desde que llegué aquí no había sido perfecta, pero con esfuerzo y paciencia conseguí superar mi dolor y continuar viviendo como podía.

¿De qué me servía sentir amor otra vez si no iba a volver a verlo?

Al amanecer cogí mi abrigo y las llaves del coche para acabar de una vez con todo esto, tenía que ir al rio y hablar con Jofiel, necesitaba que me diera unas cuantas explicaciones.

Al llegar a las rocas lo pude ver, allí estaba sentado Jofiel como la última vez.

-¿Quién eres realmente?—le pregunte sin darle los buenos días primero, no me iba a arriesgar a que me embobara otra vez con sus artimañas para que me sentara y decirme solo lo que a él le interesaba—

-¡Buenos días María!, ¿cómo te encuentras?—me dijo mientras palmeaba la roca que había a su lado invitándome a sentarme—

-¡No voy a sentarme hasta que me digas quien eres en realidad y como sabes tanto sobre mi vida!—le dije alzando la voz por la excitación que sentía en ese momento—

-Soy Jofiel, ya te lo dije en la carta. —Me dijo con una sonrisa en su cara—

-No es suficiente información, yo no recuerdo haberte conocido antes --le reproche sarcásticamente—

-Ten paciencia María, todo a su debido tiempo. Lo que necesites saber te será revelado en su momento.

-¿Qué quieres decir con eso?—le pregunté rindiéndome a sus palabras mientras me sentaba a su lado—

-Lo sabrás cuando lo tengas que saber, antes no te serviría de mucho, pues no lo entenderías y olvidarías el significado y la utilidad que tiene cada cosa en tu vida. —Me respondió tranquilamente mientras se tomaba la confianza de poner su brazo sobre mis hombros para acercarme a él y besarme en la coronilla tiernamente, como lo hace un buen amigo— ¿Cómo te sientes después de haber vuelto a revivir parte de tu pasado?

-¿Eres un ángel?—le pregunté al fin, no sabía si de verdad existían los ángeles, pero de ser así estaba convencida de que debía ser uno de ellos, pues me hacía sentir tan bien cada vez que estaba a su lado.

Jofiel soltó una carcajada muy simpática y contagiosa, la cual hizo que me riera también.

-No, no soy un ángel ¿Qué te hace pensar en ello?

-No sé, pareces uno de ellos --le contesté con timidez—

-¡Gracias por el cumplido!, no soy un ángel pero admito que algún día me gustaría serlo.

-Bueno pues explícame que significa eso de que vienes a ayudarme a despertar, ¿acaso estoy dormida y todo esto es un sueño?—me sorprendió una carcajada que soltó Jofiel al oír mi pregunta—

-Despertar de tú estado de ignorancia en el que te encuentras, vengo a ayudarte a comprender, para que no te vuelvas a salir de tu camino. —Me dijo poniéndose más serio—

-¿Salirme de mi camino? ¿Significa eso que todos tenemos nuestro destino escrito?

-Por supuesto que no, nuestro destino cambia con cada decisión que tomamos en la vida, lo que tenemos pactado antes de nacer es nuestro camino a seguir, para que lo entiendas mejor, es como si firmáramos un contrato donde pusiera lo que queremos hacer en nuestra vida para crear las circunstancias que nos lleven a nuestras lecciones, pues al final son estas las que hacen que nos superemos a nosotros mismos y aprendamos lo que vinimos a aprender.

-¿Aprender?

-Sí María, es el motivo por que nacemos aquí, el planeta en el que vives ahora mismo es tu escuela.

-Entonces, ¿has venido a ayudarme porque he suspendido?

-No has suspendido nada, solo te has salido un poco de tu camino. —Volvió a sorprenderme con su contagiosa risa, me hizo volver a reír, era tan fácil hablar con Jofiel y me hacía sentir tan bien estar con él.

-¿Y cuál se supone que es mi camino?

-Eso no puedo decírtelo, debes descubrirlo tú misma, no es difícil, tan solo debes prestar atención a lo que sientes para saber si vas por buen camino.

-¿Por qué necesito recordar mi pasado para seguir mi camino?—le pegunté esta vez apenada mientras recordaba lo vivido la noche anterior—

-Será porque no has cerrado algún ciclo de tu pasado y mientras no lo cierres y aprendas lo que tenías que aprender con ello, no podrás avanzar en tu camino.

-Estoy cada vez más confundida Jofiel, pero la verdad es que siento que te conozco de hace mucho tiempo --le dije, porque era cierto que tenía ese sentimiento hacia él, era como si fuera alguien muy importante para mí, sentía algo muy intenso por él y necesitaba hacérselo saber.—

-Agradezco tu sinceridad María, es cierto que nos conocemos desde hace mucho tiempo. Como te he dicho antes, lo recordarás todo en su momento, solo ten paciencia y confía en mí.

-Tengo que irme al trabajo.

-Lo sé, ve mañana te estaré esperando y continuaremos nuestra conversación. —Dijo mientras me ayudaba a levantarme y nos despedíamos con un fuerte abrazo, ese abrazo me hizo sentir mejor de lo que me había sentido en mucho tiempo, era como si nuestra alma se estuviera saludando y con ello recargando nuestra energía. –Descansa y recapacita todo lo que te he dicho, debes empezar a asimilar poco a poco toda la información.

-Así lo haré, hasta mañana. —Me despedí de Jofiel y me fui al trabajo.

Al final no había sido tan malo haberme enfrentado a Jofiel. El miedo que había sentido por volver a hablar con él había sido totalmente innecesario.

Pasé el día sin novedad, terminé mi jornada y me fui a casa como lo hacía todos los días, sorprendentemente pude concentrarme en el trabajo aunque de vez en cuando me venía a la mente la conversación que habíamos tenido Jofiel y yo. Esa noche me dormí bastante más temprano de lo habitual, estaba muy cansada y necesitaba descansar.

Dormí toda la noche como un bebé, tuve un sueño que me hizo sentir muy bien, estaba paseando por una hermosa playa de la mano de un hombre al que no reconocí en ese momento, lo único que recuerdo claramente era sentir un amor inmenso por aquel hombre, no lo tenía como alguien extraño, al contrario, era alguien muy cercano a mí o por lo menos esa era mi sensación, me sentía muy feliz a su lado.

El Camino  #PremiosAwards2019#CarrotAwards2019#ButterflyAwards2021#Donde viven las historias. Descúbrelo ahora