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CAPÍTULO 14: "Intentando avanzar..."

Llegué a la oficina con una hora de retraso, Pablo ya sabía que llegaría tarde pues esa mañana habíamos quedado con el abogado que llevaba mi divorcio, ese día era el gran día, firmábamos de mutuo acuerdo, Víctor la verdad es que me lo puso muy fácil, no tuvimos nada que discutir con el reparto de nuestros bienes, por supuesto renuncié a la casa pues era de Víctor y aunque él había sugerido venderla y repartirnos el dinero yo no quería nada que no fuera mío. Tasamos los bienes y Víctor quedo de acuerdo en darme la mitad del dinero de lo que valían, también aceptó devolverme hasta el último céntimo que yo había invertido en la casa. Me sentía muy agradecida, pues otra persona solo por vengarse hubiera complicado las cosas, pero Víctor no era nada vengativo, era buena persona y además me estaba demostrando lo mucho que me quería, antes de mi marido había sido uno de mis mejores amigos y eso siempre nos quedaría.

Mis sentimientos hacía Víctor aunque ya no eran los mismos que hacía tan solo un año, habían crecido, lo quería más si cabía pero solo como amigo.

Cuando entré en nuestro despacho y vi a Pablo sentado en su mesa solo tenía ganas de besarlo, me sentía eufórica, por fin era libre del todo para empezar una vida con Pablo.

Pablo al oírme entrar levantó la vista de los papeles para mirarme y al verme la cara no pudo evitar mostrarme su sonrisa, sabía lo que escondía mi mirada por supuesto y al parecer el también sentía las mismas ganas que yo de besarme. Pero por desgracia el beso tenía que esperar hasta la noche, pues estábamos en el trabajo y esa tarde llegaba la nueva becaria, por lo que no podíamos escaparnos.

Lo habíamos estado hablando el día de antes, si todo salía bien y firmábamos el divorcio ese mismo fin de semana les diríamos a nuestras familias lo mucho que nos amábamos y la semana siguiente me mudaría a casa de Pablo, por fin íbamos a ser legalmente para todo el mundo una pareja. Solo nos hacía falta que nuestras familias lo superan, por respeto a ellos estábamos esperando, los dos pensábamos que lo hecho ya no podíamos cambiarlo, pero queríamos hacer las cosas bien por ellos, por todo el daño que les habíamos causado.

Todo parecía ir bien en mi vida desde hacía mucho tiempo, hasta que apareció en escena Blanca, era la prima de Pablo, esta había venido para cubrir la plaza de becaria de este año, estaba en el último curso de empresariales y necesitaba las prácticas.

Pablo me la presentó y parecía una chica simpática, me saludó cordialmente y se interesó por el trabajo que desempeñaba yo en la empresa. Le hice el tour por toda la empresa, como había hecho con Pablo el primer día que vino, le presente a los que iban a ser sus compañeros y por supuesto a la que iba a enseñarle todo en lo que consistiría su trabajo como becaria, Sofía.

Desde lo que pasó en la fiesta de Virginia, Sofía no era santo de mi devoción y al parecer el sentimiento era mutuo, pues no nos hablábamos más que para saludarnos y si podíamos evitar cruzarnos en la oficina mejor.

Se notaba a una milla que Sofía se sentía más atraída por Pablo de lo que quería dar a entender, la chica no llevaba muy bien el rechazo, pues no estaba acostumbrada y como no podía ser de otra forma, ella sospechaba que yo había tenido algo que ver...

Las dos chicas se entendieron de maravilla al instante de conocerse, tenían casi la misma edad y según parecía coincidían en muchas cosas. Las deje solas para que se pusieran al día y volví a mi despacho con Pablo, todavía quedaban unas horas para terminar la jornada. Pablo tenía que salir antes con su padre, tenían una reunión con un cliente por lo que acabé terminando yo sola todo el trabajo.

Sin darme cuenta se había hecho la hora de salir y como todos los días Virginia vino a mi despacho a buscarme e intentar convencerme de que saliera con ellos a tomar una copa. Al parecer era una nueva costumbre de los compañeros, al acabar su jornada laboral, salían a relajarse juntos mientras tomaban algo en el Bar de moda que acababan de abrir en la misma calle donde se encontraban nuestras oficinas.