CAPÍTULO 15: "Mi temida decisión"

31 3 2
                                    

Empezaba a amanecer cuando abrí los ojos, estaba confundida pues por un momento había olvidado que estaba en casa de Virginia, de repente recordé lo ocurrido el día anterior y empecé a ponerme nerviosa. Tenía que ir a trabajar y lo que era peor tenía que afrontar la situación y hablar con Pablo, me sentía agotada tanto física como mentalmente, ya estaba más que cansada de llorar, ¡No podía más con mi vida!

Naturalmente que seguía amando con todo mí ser a Pablo, pero no iba a tolerar las mentiras, ya había tenido bastantes en mi vida.

Estaba decidida a dejarlo ir, no necesitaba pasarlo mal con nadie.

Tenía ganas de desaparecer del mapa en esos momentos y empezar mi vida en otro sitio donde nadie me conociera, no sabía cómo salir del lío en el que me había metido, ¿merecía la pena pasar por todo esto para ser feliz?, yo creía que no era necesario tanto drama para vivir. ¿Esto era el amor?, en tal caso no lo quería, el amor no estaba hecho para mí...

Decidida a enfrentarme una vez más a mi destino, me vestí y como no quería despertar a Virginia, le dejé una nota donde le daba las gracias por haberme dejado pasar la noche en su casa y que me había ido a la mía para ducharme y cambiarme de ropa. No quería que se preocupara más por mí de lo que ya lo hacía, por eso le puse que me encontraba mucho mejor y que nos veríamos en la oficina.

Por supuesto mi decisión ya estaba tomada, iba a dejar el trabajo y no volvería a ver a Pablo, solo me quedaba comunicárselo a él, ya hablaría más tarde con mi amiga.

Después de cambiarme, con toda la calma que pude, empecé a redactar mi carta de renuncia para el que todavía era mi jefe, el padre de Pablo. Luego hice mi equipaje, solo me llevaría lo imprescindible, quería empezar de nuevo y no necesitaba llevarme mucho de lo que había sido mi vida hasta el momento. Llamé a mis padres y les conté una última mentirijilla, les dije que tenía que irme tan precipitadamente por motivos de trabajo, pues me había surgido una oportunidad muy buena para trabajar en una multinacional y por supuesto no podía dejarla pasar. Gracias a dios que no le había contado a mis padres que estaba con Pablo, de este modo no tenía que dar más explicaciones y no se preocuparían por mi estado. Lo tenía fácil, pues mi médico me había sugerido que sería bueno para mí cambiar de aires y que mejor forma de hacerlo que esta...

Gracias al dinero que Víctor me iba a devolver de la casa podría vivir durante un tiempo cómodamente, buscaría trabajo en la capital, lo tenía decidido me iba a empezar allí mi nueva vida.

No habían pasado ni diez minutos desde que le di a enviar a mi carta de renuncia cuando sonó mi teléfono:

-¿María, que significa esto?—me preguntó mi jefe muy serio—

-Sr. Fernando, lo siento mucho pero no puedo seguir trabajando en su empresa--le dije muy apenada, el señor Fernando se había portado muy bien conmigo, me había enseñado todo lo que sabía y le tenía mucho cariño—

-Pero hija, ¿Qué te ha pasado para decidir dejar tu puesto?, ¿estás bien?, ¿necesitas más dinero?, estoy dispuesto a darte un aumento si es por eso--dijo este con voz calmada—

-No es eso señor, le agradezco mucho todo lo que ha hecho por mí, se ha portado muy bien conmigo y le voy a echar mucho de menos, pero es necesario que de este paso.

-Yo también estoy muy contento contigo y no sé cómo vamos a poder llevar esto sin ti María, lo digo enserio hija, ¿Cómo puedo hacerte cambiar de opinión?

-No puede, está decidido. No insista más por favor—le rogué con voz quebrada pues mis lágrimas caían por mis mejillas sin poderlas detener—

-Si estas segura de lo que vas a hacer hija, no insistiré más. Solo prométeme que si necesitas algo me lo harás saber ¿de acuerdo?

-Por supuesto señor, usted será el primero.

-En ese caso te haré ahora mismo una carta de recomendación, eres mi mejor empleada y quiero que donde vayas a trabajar sepan que van a tener lo mejor en su equipo.

-Muchas gracias Sr. Fernando.

-Y recuerda que si algún día decides volver a formar parte de mi empresa, tienes las puertas siempre abiertas para ti. Cuídate mucho hija y llámame de vez en cuando para saber que todo te va bien, ¿de acuerdo?

-Así lo haré señor. — Dije con mucho pesar antes de colgar el teléfono.

Ya estaba hecho, oficialmente ya no tenía trabajo. Solo quedaba lo peor, hablar con Pablo y por desgracia esta conversación no podía tenerla por teléfono...

Había estado ignorando sus llamadas toda la mañana, me había estado llamando y mandando mensajes toda la noche, solo paró cuando llamó a Virginia y esta le dijo que estaba durmiendo en su casa y que me encontraba bien, por supuesto mi amiga no le había contado nada de lo que me pasaba, solo le dijo que eso teníamos que hablarlo nosotros, que ella no se iba a meter en medio.

Pero había llegado la hora, no podía posponerlo por más tiempo.

Le mandé un mensaje para quedar con él, me contestó al instante y quedamos en vernos en su casa.

Llamé al timbre, pues aunque tenía llaves no me parecía correcto entrar sin más sabiendo a lo que iba

-María, ¡por fin!, estaba tan preocupado, ¿qué te ocurre mi vida?, dime por favor que ha pasado para hacer lo que has hecho. —Dijo Pablo muy angustiado mientras me abrazaba fuertemente—

Me separé de su cuerpo lentamente para mirarlo a la cara, tenía los ojos rojos de haber estado llorando y me miraba con cara de extrañeza.

-Pablo, me voy. —Le dije sin más—

-No entiendo lo que quieres decir María, ¿te vas dónde?, ¿por qué?—dijo Pablo nerviosamente—

-Ya no puedo más con todo esto, acabo de hablar con tu padre para presentar mi dimisión

-¿Qué has hecho que?, ¿Por qué?

-No voy a seguir con esto Pablo.

-¿A qué te refieres?—preguntó esta vez poniéndose más tenso por momentos—

-Con lo nuestro Pablo, no necesito más mentiras en mi vida, ya ha habido bastantes ¿no crees?—le contesté, aunque no quería seguir por ese camino, pues de hacerlo acabaríamos discutiendo y no es a lo que había venido, no quedaba ya nada que discutir, tan solo quería comunicarle mi decisión y salir para siempre de su vida—

-María, no puedes estar hablando enserio ¿verdad?, yo te amo y quiero seguir siempre a tu lado.

-Ya está decidido Pablo y no hay nada que puedas hacer para hacerme cambiar de opinión.

-Por lo menos dime lo que ha hecho que tomaras esta decisión, ¿Qué ha cambiado entre nosotros para que pases de querer hacer oficial nuestra relación a dejarla por completo?, ¡es que no lo entiendo! ¿Ya no me quieres?, ¿es eso?

Tenía algo de razón aunque él no había sido sincero conmigo yo no tenía por qué hacer lo mismo, se merecía que le diera al menos un motivo. Por un momento pensé en preguntarle por Alicia, pero me lo quité enseguida de la mente, pues con eso solo conseguiría alargar más la agonía y ya no me quedaban muchas fuerzas para mantenerme entera por mucho tiempo.

-No Pablo, yo no te amo, creía que te quería pero me he dado cuenta de que solo era una ilusión por la novedad de sentirme amada de nuevo, lo siento. —Le dije antes de dejar sus llaves en el mueble de la entrada y salir para siempre por la puerta de su casa y de su vida...

Cuando llegué a mi coche ya estaba totalmente desinflada, me sentía la peor persona del mundo, no podía parar de llorar y mi corazón dolía como nunca antes lo había hecho. Ahora sí que estaba todo hecho.

El Camino  #PremiosAwards2019#CarrotAwards2019#ButterflyAwards2021#Donde viven las historias. Descúbrelo ahora