• Capítulo 4 •

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¿Dónde se ha visto que una estrella en un collar brille tanto? Es ésta que me había dado la rubia.

—He dicho que te la coloques antes —dijo en tono triste aquella chica  ¿Por qué importa el collar?

—Tengo derecho de hacer preguntas ya que todo el tiempo estuvieron callándome —miré a ambos

No me dejaron hablar y ni mucho menos gritar por ayuda. Me llevaron a mi habitación dejando a Sonia tranquila, durmiendo profundamente. Las luces estan encendidas dejando ver los rostros de ellos, rasgos asíaticos...

Tal vez si necesite una visita al psicólogo. Aunque estoy consciente de que esto no es un sueño, ha sucedido demasiado como para seguir creyendo que es un sueño.

¡Alguién me ayude por favor! ¡Son extraños!

—Tienes todo tu derecho pero antes de eso... —hizo pausa aquel chico mirando a la rubia. Era un joven cabello castaño.

Aquel castaño y la rubia eran de la misma estatura y tenían cierto parecido que me hacía creer que son hermanos, sus cabellos era la diferencia.

Suspiró—. Ella te dio el collar por lo tanto tendras que obedecernos, si ésta chica te entregó el collar deberás venir con nosotros sin quejas y una vez allá, investigarás, preguntaras todo lo que quieras. Siempre tenemos un destino —suspiró nuevamente y tomó aire—, debes cumplir con las normas. Deberás protegerte y lo más esencial —miró el collar que me lo habían colocado, a la fuerza.

Una cadenita ¡Que bonito! Noten el sarcasmo.

—Debes cuidar del collar, dependes de él y si lo pierdes o algo malo sucede con él, estarás perdida —luego de sus ingeniosas palabras se retiró de mi habitación dejando a aquella rubia conmigo.

Ella me observaba desde el pie de mi cama con una mirada compasiva y una sonrisa apenada.

—Todos tenemos un destino y si el tuyo fue de esta manera, lo siento mucho. Recuerda que no puedo o no podemos dar más información sobre nosotros si estamos en un lugar como este —buscaba salir por lo cual la detuve sosteniendo su brazo derecho y ella me miró

—Lo siento por eso —la solté—. Me tratan como su perro a quien ya le pusieron el collar ¿Sabes? Así es como me hacen sentir... Al menos me dirás algo ¿Qué significa todo lo que están diciendo? Estoy confundida ¿Cuál es tu nombre?

—No es una información que pueda darte, pero te daré un detalle para que comprendas mejor —me tomó de los hombros haciéndome sentar en una esquina de la cama y ella a mi lado

—Debes ser gentil, creo que lo eres sino tu collar no hubiese brillado hace unos instantes... —la interrumpí.

—No eres quien para decir que soy o no, a veces hago cosas sin pensar y termino hiriendo a los demás, no sabes de mí ¿Al menos quieres decirme qué es todo esto?

—A eso voy —hizo pausa como pensando en las siguientes palabras—. Te daré un consejo, todos tenemos un destino. Solo debes encontrarlo y cuando termines todo aquello que era necesario o al menos hiciste algo en la vida de alguién... podrás seguir tu vida como si nada hubiese sucedido. No tendrás que pasar por todas estas situaciones que parecen ridículas. El más grande secreto no será revelado y la gente no te creerá... —sus palabras y el tono de hablar le hacían parecer sabia o como acertijos.

Esto me dejaba peor que antes, estaba hecho un lío.

Por alguna razón me sentía segura junto a ella. No mostraba alguna intención que solo hablar y eso me mantenía bien, por ahora. De todas formas tenía que estar en guardia por si las dudas.

—Mantén estas palabras siempre en tu mente... uhm será como una clave. —dijo espontáneamente, sonrió y cerró sus ojos.

El collar dejó de brillar como lo hacía, volviéndose así como antes lo había entregado a mi. Como si la magia se hubiera ido.

Sueños Solamente Sueñosescuchaba a lo lejos.

—¡Hermana despierta! —el grito de Sonia hizo que me levante de un solo segundo

—¿Qué sucede? —miré a mi alrededor apanicada

¿Qué hacia en mi cama con las cobijas sobre mi? ¿Fue un sueño?

Dios mío el collar.

Toqué mi cuello y no estaba. Miré la mesita y allí estaba.

Oh.

¿Qué había sucedido? Fue tan real...

—Llamando a mi hermana... a tierra ____ ¿Qué haces en tu habitación? Casi me da un infarto al despertar y no encontrarte en mi cama —Sonia estaba exaltada también.

¿Que había pasado? Si eso había sido un sueño ¿¡Quién rayos me explica qué hago en mi habitación!?

O tal vez soy sonámbula y no lo sabía.

Dicen que las personas por lo general cinco minutos antes de despertar sueñan.
¿Lo mio fue un sueño?

Negué rotúndamente esa idea pues estaba en mi habitación y no soy de las personas que caminan dormidos.

¡No lo sé! Sólo no quiero volverme loca.

—Sonia ¿Cómo llegué a mi cama? —si genial, le pregunté a mi hermana como si ella supiera la respuesta.

Vaya a creer.

—¿Qué? No me digas que volviste a ver a esa chica —mi hermana se notaba más preocupada que yo ¿Cómo adivina?

—Dime que hora es...

—Si no me equivoco son más de las 3 de la madrugada y tu desaparecida de mi habitación

—¿Las tres? —mucha coincidencia, mordí mi labio.

—Sí las tres, bueno ahora que sé que estas bien te dejo dormir —dijo mirándome con dudas.

—Creo que es lo mejor, dudo que me pase algo, ve y descansa cariño —sonreí para tranquilizarla envolviendome con las cobijas para dormir.

Sonia se retiró de la habitación dándome una última mirada.

De la nada recordé algo...

Frustrada me tiré sobre la cama, ya no quería pensar más sobre esa mujer, tal vez debió ser mi imaginación. Quería creer eso. Me sentí cansada, como si las horas atrás donde no pude dormir me estuvieran pasando factura. Visualicé la hora y eran las 3a.m

—¿Qué? —.

Es demadrugada ¿y esto sucede?

Todo coincidía. Demadrugada...

Era posible que a las tres terminara toda esa tortura de sueños o realidades que me tienen tan confundida. ¿Podría eso ser real?

Miré el collar.

Eso no me pertenecía aunque mi madre no lo crea.






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¡Voten! xd
🙆💙

A Través de un Sueño. HueningKai ↾TXT↿Donde viven las historias. Descúbrelo ahora