M A R C A D O R E S R O J O S

804 76 152
                                    

Se despierta aquel sábado, solo.

Y se siente basura.

Se siente mierda.

Se siente vacío, aunque ha estado así siempre, sin compañía desde hace unas semanas. A excepción de una ocasión en la que despertó con alguien.

Pero de eso ya dos semanas.

.

Dos semanas.

.

Dos...

.

Solo ellos dos en la cama.

Recuerda aquel sábado al despertar y ver al pelirrojo dormido, dandole la cara, babeando en su almohada y roncando suavemente. Una imagen tan linda y graciosa.
Una ola de recuerdo desde la noche pasada lo azotan de golpe, plantando en él una sonrisa tan radiante.

Fue real. Todo.

Y se siente... Se siente bien, feliz y asustado por el futuro que vendría con ese hombre pelirrojo.

Miró la hora, y debía levantarse y despertar a Alex, pero no pudo. No pudo quitarle el sueño a ese que sufría de insomnio.

Suspira con pesadez y cierra los ojos. Solo 10 minutos más.

...

10, 15, 40 minutos...

- ¡Mierda! -exclama de golpe mientras se levanta de la cama.

Despierta a Alex, algo asustado y adormilado aun. Se disculpa torpemente mientras camina por su habitación y le explica que ya va tarde, mientras arregla zapatos, pantalón, camisa...
Toma una toalla, se disculpa y corre al baño que hay en su habitación.

La ducha es rápida, no me alargaré en eso, al igual que el momento de vestirse, solo que Alex no estaba en el cuarto.
Sale al pasillo y lo ve.

- ¡Eso fue rápido! -comenta al ver al moreno.- Llamé a un taxi, estará abajo en unos minutos y te acompaño al estudio ¿Te parece?

Alex está en la cocina.

Con sus ropas de ayer.

Y unas suaves ojeras bajo sus ojos.

Tratando de hacer...

- ¿Qué haces? -le cuestiona mientras se coloca a su lado.

- unos sandwiches ¡Duh! -dice con obviedad.

Sí y no.

Son sandwiches porque tienen salsa, mayonesa, queso y jamón (lo más útil que encontró en su nevera.) Y no lo era porque solo tenían una rebanada de pan (los últimos dos que quedaban.). Eran la rebanada doblada a la mitad, como si fueran tacos, pero ni de lejos lo eran.

- se ven deliciosos. -comenta Alan con total sinceridad.

- soy un super master chef, claro que se ven y son deliciosos. -se jacta con aires egocentricos.

Alan sonríe mientras toma uno y le da una mordida. Era simple, pero-

- rico. -comenta antes de darle otra mordida.

- ¿El sandwich o yo?

Casi escupe el trozo de sandwich. Se tapa la boca, trata de masticar y ríe. Ese comentario pudo más con él.

- ¿De qué te ríes? ¡No te he contado ni un chiste, Ituriel! -se "queja", cruzando los brazos.- ¡Espero una verdadera respuesta!

Traga con dificultad y lo mira.

D I B U J O S [Iturisch]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora