M A R C A D O R E S

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¿Que por qué actualice?

Dos cuestiones al final del capítulo~

Disfruten!

~•~

¡Que idiota!

¡Que idiota se sentía Hircsh!

¡Que idiota era Hirsch!

¡¿por qué creyó que estaría libre?!

Es animador, lo más probable es que estaría ocupado animando o siento antisocial, cualquier opción valía pero siempre sería su respuesta negativa para poder salir.

Hirsch removía con frustración entre sus sábanas al recordar ese momento y quedar como tonto. Aunque no fuera del todo verdad... Si eso no era motivo para removerse de esa manera, pues sí tenía otra razón para estar así:

Haber dejado el dibujo en el bolso del moreno, la noche anterior.

De solo recordar ese momento en que el moreno se descuidó y él introdujo el trozo de papel, arrancado de su libreta, con cuidado en el bolso de cuero, le daba un sentimiento en el tórax.

¿así se sentían los terroristas al ingresar bombas-?

Joder no, que es demasiado exagerado al relacionar su sentir en el estómago, por un acto inocente, con ataques terroristas. Tal vez con una colegiala que acababa de entregar una carta a- ¡no! Eso era... era raro si con ello quería comparar su sentir.

Ahora, Alex se volvía a cuestionar: ¿Por qué lo hizo?

Solo quería entregarle un pedazo de arte basado en su trabajo. Quería que el mexicano recibiera, de cierto modo, su admiración.
Porque no solo era un gran animador, sino también una gran persona que logró ganarse a muchos con su arte y su personalidad. Incluso a Alex.

Suspiró pesadamente mientras tomaba su celular y miraba la hora: 7:39 de la mañana. Vuelve a suspirar para después dejar su teléfono en su mesa de noche y se sacaba las sábanas de encima. Debía dejar de comportarse y sentir como colegiala o terrorista y también debía dejar de pensar en el mexicano. Era momento de empezar su día.
Se levanta de su cama y comienza su rutina de cada mañana: asearse, cambiarse de ropa, prepararse un buen desayuno...
Nada interrumpió esa rutina que se llevó a cabo hasta las 9 de la mañana, momento en que Alex se encerró en su estudio. Era el momento de seguir su trabajo, no podía seguir ignorando su trabajo como lo había hecho últimamente. Si bien ya no iba a los estudios a animar, seguía con algunas cosas pendientes.

Tomo asientó en su silla frente al escritorio, que estaba con varios papeles, lapiceros y su laptop, y comenzó el trabajo que tanto había ignorado.

Entre emails.

Bocetos.

Llamadas.

Más emails...

Alex no sintió el tiempo en que estuvo allí, solo sabe que cuando dejó de escribir en su computador, ya eran pasadas del mediodía.
Suspira con algo de pesadez mientras se pone de pie y se estira. Joder, se sentía demasiado tieso.
Camina despacio por la oficina, pues una pierna la siente dormida. Se desplaza hasta afuera de la oficina para poder dirigirse a su alcoba, pues está segurísimo que allí había dejado el celular. Al llegar, lo divisa en su mesa de noche, vibrando como loco. Extrañado, no duda en tomarlo y ver qué es aquello que provoca la vibración.

Un grupo.

Un jodido grupo de chat con más de 100 mensajes.

"Jodete Horvath"

D I B U J O S [Iturisch]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora