L A P I C E R O B L A N C O

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Y mira el dibujo que está enmarcado y que reluce en aquella sala.

Se retrata, con tonos rojos, una sala muy diferente de la que se encuentra, con un sillón grande en el centro y una persona de rojo vivo sentada, de hecho, eran dos figuras las que estaban sentadas, y se podía notar una diferencia en el modo en que se dibujaron ambas. Y es que dos personas lo hicieron.

- No lo mires mucho, que se me desgasta. -escucha que comentan atrás suyo.

- solo es una copia, Alex. -le dice con burla, girandode para encarar al pelirrojo.

- ¿Disculpa? -dice con indignación.- es una copia ORIGINAL, hecha por mí.

- por tu impresora.

- que es mía.

Alan ríe con suavidad antes de darle un vistazo rápido al cuadro.

Fuera de si era una copia o no, no se cansaba de admirar ese dibujo que en su mayoría, había sido hecho por Alex y, una de las siluetas, por él.
No se cansaba porque le recordaba aquella mañana que significó mucho tanto para Alan como para Alex. Todo había pasado tan rápido: se sentía mierda, luego está abrazando a Alex, escucha los silbidos y gritos de Quintel cuando Alex le pide ser su pareja, y de un momento a otro ya estaba besando a su novio en su apartamento.

Claro que se dio el día libre y nadie le refutó aquello.

También le recordaba los sucesos que llevaron a ese dibujo y su actitud y le da vergüenza, pero también le motiva a ser mejor y a no dejar que aquella actitud mierda salga, no sin un buen motivo. Y a Alex también le motiva a ser una mejor pareja.

Ambos lo son.

- y dime ¿Qué quieres desayunar? -pregunta el pelirrojo.- pide lo que quieras, que tenemos tiempo.

- un rico sandwich. -responde sin bacilar y con una amplia sonrisa.

- ¡Ah por favor! ¡Ese sandwich no es para tanto!

- es rico, es blanc-

- pero no hace esto. -y lo toma por los costados y lo acerca a él y lo besa.

Alan pasa sus brazos por detrás del cuello del pelirrojo e intensifica el beso mientras siente una corriente por todo su cuerpo, un sentimiento que solo Alex le provoca cuando crea fricción entre sus cuerpos, entre sus entrepiernas y cuando sus bajan y acarician sus muslos.

Y comienza a subir la temperatura.

- ¿Hay tie-empo? -jadea Alan cuando logra librarse de los labios ajenos.

- ahora nos sobra. -afirma para luego volver a besarlo con más intensidad, con más deseo mientras comienza a desabotonar la camisa del más joven.

A la mierda el desayuno, comprarían donas en el camino.

Logra tomar y levantar a Alan por sus muslos y lo carga hasta tenerlo contra la pared más cercana, y es él quien separa sus labios y comienza a depositar húmedos besos en el cuello contrario, al mismo tiempo, Alan desabrochaba sus pantalones y los de Alex para poder deshacerse de ellos.

Suspiros, jadeos y gemidos escapaban de los labios de Alan en cuanto una de las manos de su pareja acaricia su erección por encima de la tela del boxer.

- A-Alex... -jadea su nombre mientras mueve sus caderas para tener más contacto con la mano ajena.

Dios, eso lo excitaba tanto.

El que su pareja se mostrara tan ansioso y le quitara de manera torpe el boxer.

El que se deshiciera finalmente de su ropa interior y enrollara sus piernas en la cadera del mayor, moviéndose peligrosamente sobre su falo.

D I B U J O S [Iturisch]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora