D I B U J O S [Iturisch]

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No evitó reír por esa propuesta y el rostro rojo de Alan, quien entendió que esas no fueron las palabras indicadas. Aunque la propuesta sí sonaba mal, si me entienden, el moreno aclaró rápidamente que ya era muy tarde y su casa quedaba mucho más cerca, por tanto, allí podían pasar la noche ¡Claro! Si Alex aceptaba.

Por supuesto que aceptó pasar una noche con Ituriel.

Solo pasarla.

Nada más.

Sin otras intenciones que no sean descansar.

El trayecto fue bastante silencio, pero no incómodo. No sabían qué decir, pero tampoco era necesario. Una sonrisa iba en sus rostros y sus manos se rozaban, dudaban en tomar la contraria y a veces dejaban suaves caricias.
No fue mentira que su hogar quedaba cerca, pues al cabo de unos minutos, tal vez 15 o 20, ya estaban en un complejo de apartamentos y subiendo las escaleras hasta el tercer piso, donde se metieron en un apartamento.
Alex pudo examinar mejor el sitio cuando Alan encendió unos pocos focos, los necesarios, para poder actuar.
Era sencillo y pequeño, con paredes de un rojo neutro bastante claro o de un color crema. Las puertas eran de madera, y habían dos al lado del pasillo. También habían dos ventanas en la sala, ninguna en la cocina.
Mientras Alex examinaba la sala de estar, el dueño del sitio entró por una de las puertas del pasillo, y volvió con un muda de ropa cómoda que le tendió al mayor.

- supongo que te debe quedar esto. -dice algo inseguro el más joven.

- ¿Me estás llamando gordo? -cuestiona con diversión el pelirrojo.

Y logra que el menor ría suavemente.

- Fui demasiado directo ¿Verdad?

- demasiado, mucho, bastante, sí. ¿Dónde me puedo cambiar? -cuestiona.

- ah, en el baño. -le señala una de las puertas del pasillo, la más proxima a ellos.

Asiente y sigue sus indicaciones.

Lo primero que piensa es que es muy limpio y que le encanta la combinación del blanco con el verde que tiene. Sigue admirando esos colores mientras se saca la ropa y se la cambia.
Unos minutos pasan y sale, con su propia ropa "doblada" en  mano, y con unos shorts oliva y una camisa blanca, claro que le quedaban ¡Y muy bien, se atreve a decir!
Logra ver al moreno (con un short negro y una camisa de manga larga de un gris azulado, ah, y sus calcetines negros), dejando una manta y una almohada en el sofá.

- ¿Y eso es para...? -pregunta desde atrás.

Alan se gira, un poco asustado pues no lo escuchó acercarse en absoluto, y responde:

- pa-ara mí. Yo dormiré aquí y tú, en mi cuarto.

Alex frunce el ceño.

- discrepo con tus acciones. -dice con seriedad.- yo soy el colado aquí, ergo, duermo en el sofá.

- Alex-

- y no acepto un no como respuesta. -le interrumpe y se tira sobre el sofá.

No era duro pero tampoco fue una buena idea.

- ¡Ah! ¡Qué sofá más cómodo! -exagera, mientras da vueltas en la sofá.

Casi cae, sí, pero se acomodó mejor.

- no te haré cambiar de opinión ¿Verdad? -se cruza de brazos.

- nop~ bueno, no con respecto a esto, claaaro~ -canturrea.

Alan deja escapar un suspiro con una sonrisa.

- bueno, te dejaré descan-

- ¿Y si me haces compañía? -le interrumpe, sentándose bien en el sofá.- y hablamos...