Cassius y el tigre Louis se encontraban frente a frente, gruñendo con gran vigor. Louis parecía cada vez más atemorizado, y sus rugidos se reducían a inseguros gemidos mientras retrocedía en la arena. Cassius predominaba aquella discusión con sus impetuosas órdenes transformadas en potentes rugidos.
Elyisa, Kháos y Regulus contemplaban la escena, mientras las personas disfrutaban de aquel espectáculo imprevisto que proporcionaban los dos felinos, sin sospechar siquiera que no era un acto, sino un verdadero infortunio lo que sucedía.
A la rubia le pareció que el tigre intentaba resistirse a algo. No sabría decir a qué. A un llamado o a algún poder que lo obligara a actuar con rebeldía, pero también se resistía a los gruñidos feroces de Cassius, quien también parecía darle órdenes.
De pronto, Louis se quedó callado mirando al conde. El enorme león de pelaje como de oro produjo un rugido e inmediatamente, Louis se puso en dos patas. El público aplaudió mientras Fanfan los miraba confundida.
A Elysia le pareció obvio que su excéntrico acompañante seguía intentando domar a la fiera y parecía que empezaba a lograrlo, pues Louis volvió a ponerse en cuatro patas hasta que Cassius asintió con su cabeza felina envuelta en el abundante pelaje áureo.
El león rugió nuevamente y el tigre corrió hasta el aro encendido en llamas y se lanzó a él, saliendo ileso por el otro lado. No se detuvo ni un instante, pues se apresuró a llegar a su lugar frente al enorme felino dorado, como esperando su aprobación. Cassius volvió a asentir.
El público ufano, aplaudía aquel elaborado acto en que el tigre seguía las órdenes de un león, mientras la domadora miraba estupefacta la escena.
El tigre Louis por fin cedió ante el conde con gran respeto, e hizo algo que a Elysia le pareció una reverencia, pues el tigre se inclinó sobre sus enormes patas delanteras mientras el león, erguido frente a él sólo lo observaba. Louis se levantó y en ese momento Fanfan apareció a su lado.
—¡Louis!—lo llamó— ¿Qué ha sucedido?
La chica miró a Cassius con interés y después le preguntó:
—Tú... ¿Quien eres?
Cassius le dedicó una intensa mirada. Fanfan lo inspeccionaba con recelo. Ella sabía que no era un león común.
—¡El espectáculo terminó!—anunció Basile fuera del estanque, aún envuelto con enormes cadenas y sogas—¡Todos, retírense por favor!
Basile parecía tan sorprendido como Elysia, que no había podido darse cuenta del momento en que el brujo había salido del estanque. Las personas comenzaron a aplaudirle al joven escapista, que de pronto ya se encontraba fuera completamente ileso, a pesar del largo tiempo que había pasado bajo el agua y de que continuaba atado.
Para los espectadores, un hombre que aguanta bajo el agua por más de cinco minutos era algo sorprendente y probablemente había un truco para que lo hubiera logrado. Para Elysia, quien ahora sabía que Basile era un brujo del agua, aquello no era algo fuera de lo normal.
Las personas comenzaron a abandonar la carpa, cuchicheando acerca de la presentación muy satisfechos.
“Ahora entiendo por qué es conocida como la mejor domadora de todas” escuchó Elysia decir a una mujer “¡Mira, que enseñarle a un tigre a obedecer las órdenes de un león!”. “¡Y enseñar a un león a ordenar!” completó la mujer que la acompañaba.
Elysia, Kháos y Regulus echaron a correr escaleras abajo hasta la arena, cuando todos los espectadores se habían ido de la carpa. Cassius seguía siendo un león, Louis se encontraba tranquilo a su lado y Fanfan seguía diciéndole cosas al conde.
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La Falsa Trinidad: El Secreto de Lilith [TRILOGÍA]
AltelePrimera entrega de la Trilogía "La Falsa Trinidad". Elysia Antje von der Blütt es una joven cuya vida, llena de lujo y amor, ha dado un giro a causa de un poder desconocido que yace en ella. Confinada y sin el apoyo de su padre, día a día teme caer...