- Capítulo 14 -

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"Sin remordimientos, nada de qué arrepentirse"

Bastiam

De nuevo a la vida de descanso en la que me encuentro desde que volví a Los Ángeles, una rutina bastante tranquila para mi gusto, pero Alen se encuentra en Londres y yo no tengo mucho qué hacer.

Por mi mente pasa el ir a ver a los chicos pero soy consiente de que tienen una vida de la cual divertirse a esa edad, además que la última visita que hice terminó de la manera más inusual: Yo entre las piernas de Carter. De solo recordarlo me siento bien, ya que ese estrés y problema moral se esfumó desde hace tres días, después de ese encuentro.

No imaginaba que probando a la chica al fin podría quedar tranquilo y dejar atrás todos estos pensamientos. Por lo que al día siguiente la traté como normalmente hacíamos, no tengo ni un solo remordimiento o culpa y esa es la mejor parte.

Estoy en el baño afeitándome cuando escucho una llamada en mi teléfono, entro a mi habitación para tomarlo sobre la cama y contestar. Me extraña ver el número de Carter sobre la pantalla.

—¿Bastiam? —Escucho su suave voz del otro lado de la línea.

—Hola, ¿Qué pasa?

—Verás, ¿Cómo te lo digo? —Parece preguntarse a ella misma. —Hoy salí algo temprano de clases, mi auto se averió y no hay nadie quien me lleve a casa. Sé que te estoy molestando pero de verdad necesito irme...

—Carter, —Corto su excusa —Sabes que si me necesitas me puedes llamar. No me molesta ir por tí.

No me molesta para nada.

—Gracias. De verdad, no sabes cuánto necesitaba a alguien.

—Llego en unos minutos.

Limpio los restos de crema en rostro y me coloco una camisa para salir rumbo a la escuela de ella, que si mal no recuerdo sé dónde es.

Aún son las nueve de la mañana por lo que es demasiado temprano para que alguien salga de clase, pero no es impedimento para que vaya en busca de Carter. De hecho me gusta el hecho de compartir y convivir con ella sin tener un aire incómodo a nuestro alrededor, las cosas han cambiado y lo han hecho para bien.

Al llegar veo el edificio con el nombre de la universidad pero quien roba mi atención es la chica que se encuentra afuera esperando por alguien, sin duda que Carter aún usando ropa para asistir a la escuela luce bien. Mira hacia el auto y con un ademán de mano le hago saber que ya estoy aquí. Camina directamente hacia acá con su bolso escolar en el hombro.

—Lamento haberte llamado.

Sube cuando le abro la puerta desde adentro, no paso por alto los shorts que está usando junto a una blusa blanca que logra entre ver su sostén del mismo color. Diablos. Dirijo la vista al frente para emprender marcha a su casa.

—Ya te dije que no te preocupes.

Asiente algo tímida.

El camino a su casa es normal pero con algunos comentarios divertidos, la música en la radio ayuda aligerar el ambiente, hablamos sobre cosas triviales, nada de mucha importancia. La zona donde vive está casi solitaria ya que a esta hora todos trabajan o van a la escuela. Llegamos hasta la puerta de entrada y un impulso de acompañarla hacia dentro me nace.

—¿Quieres beber algo? —Me pregunta cuando está por bajar.

—¿Me quieres embriagar?

Bajo con ese comentario. Ríe pero aún así me aclara —No todo es alcohol, me refería a un jugo o agua. Gracioso.

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