- Capítulo 16 -

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"Eres maravillosa"

Bastiam

No sé quién es el peor. Si yo por comenzar el juego o ella por seguirlo. Desde que llegó lo único que hemos echo es tontear haciendo que la pequeña llama entre nosotros se encienda hasta llegar a convertirse en una que nos pueda quemar.

Toma su cabello para hacerse una coleta y no me pierdo el espectáculo que sus pechos me dan al estar expuestos por su curvatura en la espalda. Pero por supuesto no doy el brazo a torcer y quita la mirada a otro lado, no sé por qué lo estamos haciendo pero admito que me excita demasiado.

—¿No tienes calor? —Con su mano trata de darse un poco de aire pero solo se desespera y se levanta del sofá para caminar al ventanal.

Inhalo todo el aire que puedo. —No.

—Oh. —Asiente sin decir otra cosa más, puedo sentir el silencio un poco incómodo. —La vista es increíble.

De noche la vista del lugar se torna interesante, las luces de los edificios aún más altos que donde nos encontramos, los vehículos en movimiento, naves de aerolíneas por cielo, un buen atractivo visual.

Me acerco a ella aprovechando su distracción hacia el exterior. Llego pasando mi mano por su abdomen logrando que se tense, sigue de espaldas a mí por lo que el reflejo de su rostro se mira en el cristal.

Voltea a verme logrando que nuestros rostros se acerquen demasiado. Y cuando estoy a punto de preguntarle si desea algo de cenar une nuestros labios en un hambriento beso. Me es imposible resistirme a seguirle los movimientos ya que es algo que quería hacer desde que llegó hace diez minutos.

Coloca sus manos en mi pecho empujándome hacia atrás con fuerza, sin separarnos doy pasos de espaldas. Abre sus labios para tomar aire pero soy rápido e introduzco mi lengua en su boca para explorar más a fondo. Doy un traspié contra el sofá haciendo que caiga sentado en él. Carter se coloca ahorcadas sobre mí uniendo de manera apresurada de nuevo nuestros labios, pero ahora con más emoción.

Esto me recuerda a algo, pero mis pensamientos se encuentran nublados gracias al deseo. Mis manos pasan a tomar con posesión su cintura, y ella se sostiene de mis hombros. Mi juicio comienza a reprocharme que pare, no puedo seguir haciendo lo mismo, dejándome llevar sin pensar en nada más, incluso sin pensar en lo que ella quiere. Me alejo un poco para hablar.

—¿No tienes hambre?

Su rostro refleja completa confusión por mi manera de llevar la atención a otro tema. Respirando agitadamente se separa un poco para verme de frente. —¿Qué?

—Ya sabes, estaba cocinado algo hace rato pero no sabía si tú ibas a querer...

Controlo mis pensamientos para que mi emoción no se haga demasiado evidente debajo de mis pantalones. Ella por su parte parece pensar mi propuesta ya que se queda pensativa.

—¿Cart? —Reacciona unos segundos después aceptando. Así que baja de mi regazo donde me aprisionaba con sus muslos, me dirijo rápido a la cocina evitando el contacto visual.

Pasan solo segundos para que ella tome asiento en uno de los bancos de la isla. Yo hago como si estuviera buscando algo pero en realidad no tengo nada preparado. Cierro los ojos resignado a que me descubra.

—No estabas cocinando nada, ¿Cierto?

—No.

Escucho una tímida risa de su parte. Volteo el rostro para ver cómo teclea algo en su teléfono. —Deberíamos pedir pizza. Yo me encargo.

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