Un nuevo trabajo

23 1 0
                                    

Daniel despertó de nuevo. Estaba en otro lugar, pero todo le era conocido. Era el mismo sitio donde había estado mientras había permanecido en coma. Experimentó sensaciones difíciles de entender, porque le pasaba igual que en esos sueños donde uno piensa y siente estar en una parte, pero en realidad no lo está.

Esa vivencia curiosa, extraña, le gustaba. Aunque, cuando escuchó la voz de una presencia cerca de él, terminó de comprender que su pasado había quedado definitivamente atrás:

– ¡Hola, Daniel! Bienvenido...

Daniel notó que junto a él había un personaje que le hablaba. Su rostro le pareció amable. Estaba cubierto de una tela ocre que parecía tanto un traje como una manta. Cargaba un gran libro que parecía muy antiguo y no movía sus labios para hablar, a pesar de que él lo escuchaba perfectamente, sólo para sonreír. Daniel preguntó:

– ¿Quién eres?

– Me llamo Vasiel y soy lo que llamarían ustedes el "Ángel de la Muerte".

– ¿Estoy muerto?

– Yo no lo vería así. Para mi tú acabas de retornar de un corto viaje.

Daniel no ocultó su confusión y, como se sentía con mucho bienestar, inquirió:

– ¿Este es el Cielo?

Con la pregunta, Vasiel soltó una fuerte carcajada y respondió:

– Nunca me voy a acostumbrar a esa pregunta, siempre me causa mucha gracia. Querido Daniel, esto no es el Cielo. Por así decirlo, este es simplemente una pequeña antesala al próximo nivel y, sin ánimos de decepcionarte, lo cierto es que nosotros los ángeles también queremos ir al "Cielo" –dijo, volviendo a reír–. Aunque quizá sea mejor que esa explicación te la dé más tarde.

Daniel, aún más confundido, replicó:

– Pero no entiendo, ¿tú también quieres ir al cielo?

El ángel, paciente y compresivo ante las preguntas nerviosas de Daniel, respondió:

– Querido amigo, esto es simplemente un nivel más en la multiplicidad de niveles del Universo. Lo que tú llamas el "universo real" es sólo uno entre miles, incluso muchísimos que no conocemos aún. Pero como te digo, es mejor dejar esas explicaciones para después. "Todo a su tiempo", como dicen en tu mundo, donde la palabra "tiempo" les importa tanto. Baste decir, por ahora, que ahora viajarás al nivel de los ángeles. La única diferencia es que allí hay un poco más de claridad espiritual que en el plano de donde tú acabas de venir. Por el momento no debes preocuparte, pronto nos encargaremos de responder a tus interrogantes. ¡Si hay "tiempo" claro!

Vasiel, que parecía más el "Ángel Risueño" que el "Ángel de la Muerte" tan oscuramente descrito en el mundo de donde acababa de salir Daniel, volvió a reírse. Luego, cambiando el tema de conversación, preguntó:

– ¿Cómo me ves? Descríbeme.

Daniel lo observó con detenimiento y apuntó:

– Eres de tez blanca. Tienes un libro en una de las manos, muy viejo al parecer. No eres joven pero en tus ojos puedo percibir detalles que me recuerdan a un niño. En especial en tu mirada, que es muy limpia.

– Ésa es tu opinión y te agradezco que me la expreses, porque todavía interpretas los hechos desde un punto de vista terrenal. Todos los recién llegados me ven de un modo distinto. En este nivel todos somos diferentes e iguales a la vez. Aquí no hay una explicación exacta para todo lo que ves o crees ver. Lo único que puedo decirte es que tu karma indica que por ahora debes permanecer en este plano para que logres entender que ya no eres materia sino luz.

Alas de ángelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora