7. Los cinco restantes

126 7 4
                                    

Me acuerdo algo y lo recuerdo muy bien

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Me acuerdo algo y lo recuerdo muy bien. Al estar en la desastrosa cancha de football de la HIS, en un dos por tres una parvada de negros y sucios cuervos salió volando de una manera nada organizada que digamos contradiciendo la creencia popular de que "siempre vuelan en V". El conjunto de pajarracos provenía de un par de frondosos árboles los cuales aún permanecían de pie a diferencia de los demás. Estos animales aerodinámicos emitían casi al unísono fuertes cánticos que transmitían en predominio "El terror". -Raaaa Raaaa

-Los pájaros no hacen eso al menos de que claramente tuvieran una buena razón, sobretodo los cuervos (aves dotadas de inteligencia única) - Auto reflexionaba en mi cabeza -¿Cuál es? - Yo me pregunté. -¿Cuál?

Sin más preámbulos la que entonces era la misteriosa razón no se hizo esperar más y salió a la luz o mejor dicho "a la oscuridad". El cielo se perturbó tapando las emisiones de luminosidad del Sol y creando un ambiente como de película de destrucción masiva (de esas que típicamente puedes encontrar en el top 10 de Netflix debido a esas personas con gustos catastróficos/destructivos, si, a esas. Todos conocemos alguna).

Los únicos colores que lográbamos visualizar eran en su mayoría opacas tonalidades grisáceas. La cuestión es que era espectacular a simple vista claro, ignorando el hecho de que expulsaba mortales relámpagos. Nunca había observado nada así antes ¿Qué le estaba pasando a la tierra ese día? ¿Serían esas cosas del efecto invernadero o el cambio climático? Sin duda, la naturaleza en su mayor esplendor.

Lo más espantoso fue que súbitamente y sin avisar un enérgico relámpago cayó en la copa de uno de los dos árboles que con anterioridad estaba poblada en su mayoría por pájaros provocando la trágica muerte instantánea de un ser vivo que lamentablemente no había logrado escapar a tiempo. El pobre ser vivo fue una desafortunada Ardilla Roja de la cual me percaté cuando esta emitió un chillido de dolor al chocar con el suelo ¡Pobrecita, fueron como 5 metros y medio en caída libre! ¿Se lo imaginan? ¡Solo faltaba que también me cayera un rayo a mí! cuya probabilidades que eso parara es según la ciencia de una en tres millones mas a la actualmente difunta Ardilla Roja ese día de repente le tocó. Que mala suerte para ser honesto.

Todos los inusuales eventos ocurrían alrededor de nosotros, el conjunto de fenómenos meteorológicos y la velocidad en la que se manifestaban era impresionante ¡Y eso que yo provengo de Texas ehh, lugar en donde los tornados son como un desayuno matutino! Nosotros: los Cinco Restantes, nos tratábamos de proteger contra el viento tapándonos el rostro con las palmas de las manos y con algunas de las hojas sueltas de los destrozados libros de Maryanne que ella se había traído con la esperanza de enmendarlas con Diurex, obviamente su plan ya no iba a realizarse debido a que nosotros estábamos perdiendo sus hoja a cada segundo que permanecíamos allí, a cuatro de los ahí presentes simplemente el viento se las llevaba por accidente. Se acuerdan de Avery, bueno, les contaré que él sin el mayor respeto por la literatura colmilluda utilizó una de las hojas de la niña Bärmann para sonarse la nariz al estornudar. Así como ella reaccionó al evento:

DannigämbleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora