10. La canción de las Primas

38 1 0
                                    

¡Él estaba haciéndole la pedicura a la Dra

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Él estaba haciéndole la pedicura a la Dra. Falkenhorst! ¿Cómo era posible que Avery arreglara pies y yo no lo supiera?

- ¿Qué está pasando Danniel? ¿Qué vez? - Me preguntó Charly con extremada curiosidad.

Prácticamente la oficina tenía todo lo necesario para mantener un próspero salón de belleza, estable económicamente hablando y con buena demanda: limas, cortaúñas, cepillos de cerdas, cortacutículas, separadores de dedos, el tazón transparente lleno de agua ese en donde las mujeres meten sus pies y dejan toda la piel muerta, etc. Yo me quedé sin palabras y honestamente no sabía qué decir, o sea, técnicamente Avery nos había engañado. Yo pensaba que él estaba lidiando con el hecho de que la directora (la líder suprema y führer de nuestra la institución) lo había atrapado robando en medio de una tormenta con cuatro estudiantes como rehenes, que la directora lo estaba castigando o regañando por negligencia, que le estaba dando su carta de despido, que lo había contactado con recursos humanos o algo por el estilo ¡por Dios!, ¿pero esto qué? ¿sesión de pedicura en medio de una escuela destruida recientemente por un terremoto de intensa magnitud?, ¿en serio Avery? Eso ya era pasarse de la raya.

Les describiré el comprometedor escenario:

Cuando los encontré, la directora se veía muy feliz riéndose de algo aparentemente chistoso que le había contado Avery con anterioridad y él a su vez, le masajeaba los pies mientras que le untaba  diversas cremas quita cayos en las plantas. Ellos se tardaron unos segundos en darse cuenta de mi presencia pero cuando lo hicieron, detuvieron totalmente la pedicura y las risas.

- Ya dime lo que ves - Me susurró Charly.

- ¡Una pedicura Charly, veo un salón de pedicura y Avery masajea los pies de la Directora! - Exclamé

- A ver - Dijo Charly y se asomó por la puerta para ver lo que sucedía. - Jajajaja - se rió - Y yo que pensaba que estaban haciendo el ... ya sabes ... ni lo voy a mencionar. Es que esas palabras tuyas: "Ay no, ¡Avery¡ ¿qué está haciendo con la directora?" Exagerado. - Me susurró mientras imitaba mi forma de hablar. Dato interesante: yo no hablo como él piensa, de ninguna manera.

- ¿Acaso alguien mencionó el apareamiento? ¿Yo tenía razón?- Se escuchó a lo lejos: era obviamente la voz de Maryanne. - ¡Ya voy para allá!

- Jesucristo, ese oído. ¿Para qué tener noticieros y reporteros cuando esta consigue información falsa más rápido que Wikipedia? - Le comenté a Charly.

- Y esa va a ser mi novia algún día, sólo es cuestión de tiempo. - Afirmó el solterón de Charly.

Maryanne vino corriendo hacia nosotros, con intenciones de no perderse ninguna parte esencial del jugoso chisme. No fue hasta que ella legó a la puerta de la oficina que los dos adultos se descongelaron, mientras tanto ellos sólo estaban mirándose uno al otro estupefactos, (pienso que para intentar darnos una explicación coherente de lo que pasaba a Charly, Maryanne y yo o a lo mejor planeando su coartada telepáticamente).

DannigämbleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora