El Más Inocente Amor (Edmund Pevensie)

Capítulo 3

El día era muy lluvioso, las ventanas de Cair Paravel estaban llenas de gotas, los árboles y las flores se veían empapados por el agua, las olas se movían rápidamente y el viento soplaba con tanta fuerza que a veces abría las ventanas azontandolas fuertemente.

- Peter y Susan se han ido a los pueblos cercanos para hablar acerca de la plaga en los manzanos y Lucy ha ido a visitar al señor Tumnus.- entró Edmund por las grandes puertas del gran salón para notar en el centro a Ana que estaba totalmente inmóvil. - Oye , ¿que ocurre?.

- Eres rey Edmund.

- Si, supongo, bueno tu padre así lo dijo.

- Ni siquiera lo sabías y has hecho un trabajo increíble mientras que yo nací para hacer esto toda mi vida y tengo miedo.

- Nadie nace listo para algo.

- Ed... tengo miedo a que un día todo se derrumbe y no pueda proteger a nadie- su voz que sonaba entrecortada se rompió soltanto sollozos, Edmund lo único que pudo hacer fue abrazarla fuertemente mientras daba pequeños besos en su frente.

- ¿Sabes que hago para tranquilizarme?.

- ¿Comer dulces?.

- Ja Ja qué simpática - hablo sarcásticamente - pero hablando enserio lo que yo hago es muy simple... bailo.

- Jajaja eso no es cierto - se soltó de él riendo y limpiando sus lágrimas con sus manos.

- Tienes razón pero a que no te saque una sonrisa.

- Si lo hiciste - y una vez más quedaron tan cerca que sentían las respiración de el otro.

- Podemos bailar si quieres.

- Podemos intentarlo.

Y así lo hicieron por al menos un buen rato mientras la lluvia caía a su alrededor estos dos bailaron entre risas y quejidos de dolor por parte de ambos (pues eran pésimos bailarines) dando vueltas una y otra vez alrededor del gran salón ; eso hasta que Edmund se detuvo, la tomo por las mejillas, la miró de frente y con el corazón latiendo fuertemente dijo lo que se estaba guardando para un momento especial.

- Ana, yo te quiero.

Y sin más la respuesta que tanto anhelo en sus sueños llegó.

- Yo tambien te quiero.