Parte 17: Pasión de "locos"

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17-Pasión de "locos"

**Sen**

-¡¡Hina!!! ¿Dónde te has metido?? ¡¡Hina!!!- busco por debajo de los muebles a la pequeña que se ha escondido tan bien que no la encuentro. Maldición... ¿Por qué he decidido jugar a esto? puede estar metida en cualquier sitio y yo pasarme horas buscando, la orientación no es lo mío.

Sonrío malicioso al oír su risa desde el salón y entro en el dormitorio principal echándome debajo de la cama para estirar una mano y agarrar el pie de Hina que chilla eufórica.

-¡Te encontré ratita!! Vamos, ven aquí- consigo sacarla aunque a rastras y suspiro al ver que vuelve a tener la ropita sucia y un olor proveniente del pañal que no es normal. Dioses...con el culo tan pequeño que tiene ¿Cómo puede echar tanto??

-Creo que te estás aprovechando de mi inexperiencia, Hina-

-¿Y papá?-

-Volverá pronto, está en el médico para que le curen- ya me lo ha preguntado como veinte veces desde que se ha despertado. Me costó mucho dormirla, tanto que terminé yo antes frito que ella leyéndola un cuento, pero se ha levantado a las siete de la mañana y desde entonces no ha parado quieta. En eso no se parece en nada a Zan sino a mí. Es como verme reflejada en ella, ahora entiendo porque mi padre decía que adelgazaba persiguiéndome todo el día.

-¿Vamos con papá?- la miro con tristeza ante esa pregunta aunque intento sonreírla. No hay duda de que para Hina, Zangetsu lo es todo. No ha mencionado a Ryuken ni una sola vez, lo cual confirma mis sospechas de que ese hombre no la quiere en absoluto. Eso me duele. Es mi hija y yo no tengo la suerte de poder estar siempre con ella. Cada vez admiro más a Zangetsu por haber tenido tanto valor al tenerla y criarla solo.

-Hina ¿A dónde vas?- Me empiezo a reír al ver que se ha puesto una gorra y me da las llaves que ha cogido de la mesa de la entrada señalándome la puerta para irnos. No hace falta que me repita a donde quiere ir y ver.

-Papá vendrá pronto Hina, te lo prometo-

-¿Tito Tak?-

-No entiendo que quieres....-

-¿y el yayo? – uff....voy a tener que aprender español-infantil y español-adulto, porque Zangetsu la está enseñando a hablar ambas lenguas y a mí me vuelve loco. Se me enciende la bombilla por un momento y corro al salón para coger una fotografía familiar que Zangetsu tiene en el dormitorio que sale toda la familia Coyote.

-Mira Hina ¿Quiénes son?- la pequeña entrecierra sus ojos negros y va señalándome con un dedito cada hombre.

-Tito Tak- ah...es Starrk. Normal, es difícil pronunciarlo –Tito Shun, tito Mu, tito Ten, el yayo... ¡y papá!-

-Vale, lo apunto, yayo es tu abuelo Yhwach...-lo escribo en la libreta que estoy usando de diccionario y ya tengo unas cuantas palabras aprendidas tanto de boca de Hina como de Zangetsu que se le escapan cuando se enfada.

-Hina... ¿sabes usar la palabra mamá?- me arriesgo demasiado al decirla eso y noto la tensión al verla pensar antes de señalarme con su dedo índice. No...no puede ser...

-Sen es mamá- noto como se me anegan los ojos de lágrimas y sollozo al coger a la niña entre mis brazos.

-Lo siento hija....siento haber renunciado a ti, perdóname....- la mantengo abrazada a mí durante unos segundos más sin haber reparado en el sonido de la puerta principal abrirse hasta que oigo el carraspeo de Ryuken a mi espalda.

-¿Qué estás haciendo aquí, Sen? ¿Por qué la niña no está con mi cuñado Starrk?-

-Zangetsu me dijo que la cuidara en su ausencia...- Ryuken coge a Hina en brazos quitándomela y ambos abrimos los ojos de par en par cuando Hina vuelve a llamarme mamá delante de él.

"Pantalones del revés"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora