IV

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La mujer adornó las paredes con globos, colocó el pastel en medio de la mesa, y encendió las velas con su sonrisa más valiente.

—Feliz cumpleaños nena.

La silla enfrente de ella, igual que todos los años, estaba vacía.

Siempre era preferible celebrar un falso cumpleaños, que visitar nuevamente el cementerio.

𝕮𝐮𝐞𝐧𝐭𝐨𝐬 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝕸𝐨𝐧𝐬𝐭𝐫𝐮𝐨𝐬.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora