XXXVI

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Cuando el hombre despertó alrededor de las 2 am, miró a su esposa y se percató de que ella seguía dormida. Entonces le dió un beso en la frente, le acarició tiernamente la mejilla y le susurró al oido:

—¿Sabes? Sigues siendo tan hermosa como cuando estabas viva

𝕮𝐮𝐞𝐧𝐭𝐨𝐬 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝕸𝐨𝐧𝐬𝐭𝐫𝐮𝐨𝐬.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora