VI

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—Doctor, solo venía por una gripe.

—Tuvo suerte de que detectaramos su apendicitis. Ahora cuente hasta diez de forma regresiva.

La anestesia empezaba hacer efecto.
Las luces empezaban a ser menos intensas.
Los enfermeros se fueron de la sala.

—Ah, por cierto -Dijo el doctor con una sonrisa- Mi esposa se llama Claudia Alarcón.

Antes de que la anestesia lo venciera, el paciente sintió un abrupto ataque de pánico ... Al escuchar el nombre de su amante.

𝕮𝐮𝐞𝐧𝐭𝐨𝐬 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝕸𝐨𝐧𝐬𝐭𝐫𝐮𝐨𝐬.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora