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No estoy solo, alguien me acompaña y es parecido a mi.

En sus ojos entreabiertos distingo malas intenciones.

Quiere ser el único; pero no se saldrá con la suya, claro que no. Tengo que librarme de él.

Colocaré el cordón alrededor de su cuello, así no habrá sospecha y, cuando nazcamos, todos pensarán que mi gemelo murió por causas naturales.

𝕮𝐮𝐞𝐧𝐭𝐨𝐬 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝕸𝐨𝐧𝐬𝐭𝐫𝐮𝐨𝐬.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora