15. Mi casa, mis reglas. [Cloe]

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-Cloe ven chiquilla, solo quiero jugar -la voz de Edgar suena por toda la casa- te atrape. -Entonces aparece en mi campo de visión.

-¡Carajo! -exclamo al momento que me siento en la cama.

«Solo fue un sueño Cloe, solo eso»

Me abrazo a mi misma para tratar de calmar el temblor de mi cuerpo.

Una sed enorme me invade, así que decidí ir por un vaso de agua a la cocina, pero al salir de mi habitación escucho las voces de mi hermano y Mark en el living sigo mi camino sin imaginarme la escena que estoy por ver. Mi hermano y Mark están con unas chicas.

«Gracias al cielo todos tienen ropa».

Aclaró mi garganta y ambos chicos me miran espantados.

-No digan nada, solo voy por un vaso de agua, sigan en lo suyo. -Entro a la cocina tomo un vaso y lo lleno con agua del grifo para beberla.

Regreso a mi habitación y trato dormir nuevamente, pero no puedo solo doy vueltas en la cama, reviso la hora son las cuatro y media de la mañana. Por suerte mañana no hay clases y puedo dormir hasta tarde. Pasa alrededor de una hora y media dando vueltas en toda la cama sin poder consolidar el sueño y encendí mi celular encontrándome con varios mensajes y llamadas perdidas

3:33am Joshua
¿Llegaste a casa? Cloe respóndeme.

3:35am Joshua
Princesa solo quiero saber si estás bien.

«Llámalo, solo quiere saber si estás bien». No.

Después de esos dos mensajes tengo alrededor de doce llamadas perdidas de él los siguientes mensajes son de Jack. Imbécil. No me molesto en revisarlos. Dejo mi celular aun lado, pero al cerrar los ojos este empieza a vibrar, lo tomo para contestar sin mirar quien es. Es obvio que es él.

-¿Que quieres? -respondo molesta.
-Solo quería sabes si habías llegado a casa-la voz de Joshua se escucha algo lenta y arrastra las palabras. Está borracho.
-Si Joshua, estoy bien -digo irritada.
-Estoy afuera de tu casa -comenta-. Hablemos de...
-Pensé que te había quedado claro que quiero que te alejes.
-Lo has dicho por qué estabas furiosa por verme con Kristen. -Con solo escuchar ese nombre algo en mi se enciende-. Pero yo no salí con nadie, solo es una mujer que se me pego como chicle en cuanto entre al club -se excusa.
-No te creo.
-Por favor, necesito hablar contigo. Te necesito -me pide con voz inestable.
-Mi hermano está en la casa, no puedo salir -me excuso para no salir- adiós Joshua. -corto la llamada y apagó el celular.

«Que cruel has sido». Él se lo ha buscado. «Si hubiera sido Logan el que te llama para pedirte que hablen irías corriendo». Ya cállate.

Me acomodo en la cama, me tapo con la sábana hasta la cabeza para dormir.

Despierto a las diez de la mañana por qué mi cabeza quiere estallar en mil pedazos. Me levanto de la cama para dirigirme al baño, abro la regadera y dejo que el agua corra un poco, después de una larga ducha me pongo una pijama por qué me da pereza buscar otra cosa para ponerme, aparte no saldré a ningún lado, así no tengo por qué estar arreglada.

Bajo a la cocina y no hay rastro de mi hermano o Mark. Busco en los cajones de la barra una pastilla para el dolor de cabeza y gracias al cielo a encuentro, me servo solo un cereal por que tampoco no tengo el animo para hacerme algo más elaborado.

Lo de anoche fue un total fracaso. Mis planes de divertirme y olvidar todo por un rato fracasó.

«Por eso los celos son malos, aún que aún no me queda claro ¿Estabas celosa por qué Joshua estaba con la rubia o por qué Logan estaba con otra rubia?». Se burla la voz de mi cabeza. ¿Celosa yo? ¡Pues claro que me puse celosa! Un día Joshua me dice que me quiere y que le gusto, y al otro me ignora para estar con esa tal Kristen. De solo pensar en ello se me revuelve el estómago. «Es eso o que tienes resaca». Ya cállate.

Decepciones Constantes© [EN CURSO ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora