—¿Perdón? —pregunta Carlos confundido.
Tomo los papeles que están en el mueble de la entrada para tirárselos, pero al no esperarse que hiciera eso no alcanza a tomar ninguno.
—Ahora dime qué tú no se los has dado en la tarde que estuviste aquí, ¿Para eso querías hablar con él?
—Vete a tu habitación Cloe —me ordena Jorge.
—Mi habitación y una mierda Jorge ya estoy cansada de que todos quieran controlar mi vida. Tú quieres venir aquí después de tanto tiempo a reprocharme las malas decisiones que he tomado, pero tú no estuviste para ayudarme simplemente decidiste irte y ahora tengo que soportar esto. Estoy cansada. —vocifero furiosa—. Y tú Carlos no tenías ningún derecho a darle esto a...
—Si tengo el derecho, y la obligación de mantenerlo al tanto de todo respecto a ti por qué él es tu hermano y yo tu mejor amigo el que ha cuidado de ti durante tanto tiempo, así que no te pongas de este modo conmigo, jovencita —replica.
—¡Que les den a los tres! —bramo furiosa.
Doy media vuelta para volver a mi habitación dejando a Carlos con Jorge y Logan. Escucho la puerta principal cerrarse lo que me da a entender que los tres se han ido o solo Carlos y Logan.
Me meto a bañar para quitarme todo el maquillaje que se a corrido por mis mejillas y cuando salgo del baño encuentro el peluche que me regaló Logan encima de mi tocador.
«Admite que fue un lindo detalle».
Salgo de mi habitación, pero no hay rastro de él por ningún lado, estoy sola. Antes de volver a mi habitación voy a la cocina para tomar un vaso de leche y galletas.
La semana empezó y con ella mi maldita rutina. Las llamadas de Carlos han estado entrando cada tres minutos mas no he respondido a ninguna por qué aún que se que su intención fue buena no quita que empeoró las cosas en esta casa.
Estoy comiendo una tostada con mermelada cuando Jorge aparece con cara de pocos amigos.
—Cloe...
—Déjalo así Jorge, no tengo fuerzas para discutir contigo nuevamente —le pido mientras me preparo un café—¿Has hablado con Mark?
—No, no responde mis llamadas —responde antes de llevarse un pedazo de sandía a la boca.
Tomo mi celular de mi bolsillo trasero para llamarlo. Al segundo tono responde.
—Buenos días Cielo —Saluda— ¿Todo bien?
—Si, solo llamo para...
—Mas tarde iré y no te preocupes por la pelea que tuve con Jorge anoche que eso es entre tu hermano y yo, así que tranquila.
—Bueno, nos vemos más tarde —me despido y cortó la llamada.—Dijo que más tarde viene.
—Bien. —Noto como sus hombros se relajan.
Un mensaje de Joshua diciendo que está afuera me llega al celular.
—Me voy por qué se me hace tarde. —Dejo la taza de café en el lavabo— Te quiero.
—Yo también te quiero. —Es lo que escucho antes de cerrar la puerta.
Subo al auto de Joshua y beso sus labios cortamente.
—¿Ya te he dicho que me gustas? —pregunta cuando me alejo.
—Unas cuántas veces. —Vuelvo a besarlo y después me acomodo en el asiento— Anda que llegaré tarde a clases.
Empieza a conducir mientras me plática que las cosas con Max están mejorando poco a poco y que sus padres pronto vendrán aunque a Joshua no le agrada mucho la idea.
ESTÁS LEYENDO
Decepciones Constantes© [EN CURSO ]
Teen Fiction-Nada puede estar peor -vociferó aquella chiquilla ingenua. Pensé que él me mentía cuando lo único que hizo fue protegerme de todo el mal que me rodeaba... incluso trato de protegerme de las personas que más quería en esta vida, de las únicas person...