A Little More Deep (Completa)

Capítulo 20

20. Año nuevo

POV Jack.

Parezco un niño nervioso de ver a la chica que le gusta en el patio de juegos, pero esa es la sensación que me genera pensar que en nada veré a sonrisas.

Estas semanas con ella fueron de las mejores cosas que me pasaron, solo nosotros dos, haciendo cosas estúpidas, escapadas a escondidas, charlas hasta la madrugada y dormimos juntos un par de veces. Creo que es una de las primeras navidades que estuve feliz por algo de verdad, suele no interesarme las fiestas, pero ella riendo y bailando con su pijama me hacía pensar que quiero estar toda la vida así.

Hoy viene a la cena que dará mi familia en Londres por fin de año, me dijo que su padre iría a ver a su familia y que ella no se llevaba bien con ellos, así que le ofrecí que venga a mi casa y conozca a la mía. Aunque ahora que estoy frente a su puerta prefiero quedarme con ella aquí y no tener que soportar las miradas de gente con dinero que al parecer no saben pensar en otra cosa que no sea sobre que tienen puesto.

— Pero que linda estás hoy — Le digo sarcásticamente.

— No seas grosero, me acabo de levantar — Tomo el bolso que tenía ella en el hombro y vamos a mi camioneta.

— Tampoco es madrugada — La miro de costado y veo como rueda los ojos.

— ¿Por qué quieres ir tan temprano? La cena es a la noche — Bosteza y se recuesta sobre el asiento, gesto que hace que me quede mirándola más de la cuenta.

— Para que podamos estar tranquilos y no llegar a las apuradas, está nevando no quiero correr.

— Bueno, tendrás que soportar mis ronquidos porque pienso dormir — Cierra los ojos y sonrío ante la imagen que tengo delante de mí.

Ella está con el pelo sujetado, pero tiene unos cabellos rebeldes que la hacen ver despeinada. Pantalones de ejercicio, y un buzo que sospecho me olvidé algún momento en su casa porque estoy seguro que es mío. Aun así, sin una gota de maquillaje, con la boca entreabierta y con el pelo desordenado, se ve hermosa.

— Deja de mirarme y empieza a manejar — Dice casi en un susurro.

— Me descubriste.

Comienzo el viaje con tranquilidad, se que tendré que tomar algunos caminos alternativos porque por la nevada de estos días algunas rutas están cerradas.

Tengo un amor-odio con viajar en solo, o en este caso con compañía dormida. Me gusta ir tranquilo, con la música que yo elijo y pensando, pero odio en este momento no tener a Ash hablándome, porque no como reaccionaran mis padres. A la única chica que les presenté en algún momento fue a Alison, y solo porque ella se presentó en mi casa y justo ellos estaban ahí, pero ella es una porrista con buen maquillaje, apariencia perfecta y buenos modales, la chica que tengo a mi lado no tengo idea de como va reaccionar frente a tanto.

Varias horas después estamos entrando a Londres, hace años que no vengo, y por lo único que acepté hacerlo esta vez es porque quiero pasar todo el tiempo que pueda junto a Ash antes de volver a clases y tener que actuar como si no nos conociéramos otra vez.

La casa de mis padres está un poco alejada del centro, a unos veinte minutos, son calles cerradas así que tengo que entregar mi identificación para poder pasar. Noto el cambio de ambiente al instante, ya no puedo llamar casas a las mansiones que me rodean, los jardines perfectamente cuidados, autos de alta gama y decoraciones navideñas elegantes y refinadas, estoy seguro que más de uno llamó a un decorador para que lo haga.

Cuando estaciono frente a la que en algún momento fue mi casa, los recuerdos me golpean desprevenido, me acuerdo de cuando me escapaba por alguna de las ventanas, donde tenía escondida mi motocicleta, los pasos que daba para no hacer ruidos, desactivar las alarmas y las zonas por las cuales podía escapar sin que seguridad me vea. Borro todo eso de mi mente y despierto a Ash, que parece no haberse dado cuenta de las horas de camino.