El día del cumpleaños de Hope había llegado, Regina estaba en la cocina terminando de preparar la comida de la fiesta. Se había concentrado mucho en hacer lo mejor para el cumpleaños de su amiga, contrató a varios de sus compañeros de trabajo para ayudarla, había montado todo un servicio de catering. Emma había confiado en ella en hacer lo que quisiera ese día.
— Hola chicos, ¿cómo va todo? — entró Emma saludando amable.
Todos le contestaron de la misma manera, menos Regina que estaba escribiendo Hope en unas galletas de chispas de chocolate, sabía que eran las favoritas de su mejor amiga. Emma fue hasta ella y la observó con los brazos cruzados.
— Bebé, tienes que irte a cambiar ya es tarde — le susurró con discreción.
— Sí, ya termino y me voy a casa a ver que me pongo — contestó despreocupada.
— Regina, puedes venir conmigo, tengo que mostrarte unos vinos — habló en voz alta.
Se perdió con la morena tras ella, entraron a una puerta que llevaba a una pequeña bodega de vinos que tenía. Cerró la puerta desesperada, se apuró a darle un lánguido beso a la muchacha, la pegó contra la pared y no dejaba de besarla jadeante.
— Emma, ahora no, no tenemos tiempo — la detuvo sonriente.
— Regina, estoy desesperada por cogerte, tenemos una semana sin hacerlo, te has comprometido mucho con el tema de la comida — reclamaba ansiosa Emma.
— Esta noche me quedaré, Hope me invitó — le dio un beso en la barbilla a la rubia.
— No tienes por qué ir a tu casa, te he comprado un vestido, está en el cuarto de invitados que usas — le besaba suavemente el cuello Emma — Te veo después bebé, te portas bien, estaré vigilándote — le dio un beso sensual, le pegó un par de nalgadas y salió de la bodega.
Ya era de noche, la sala de la mansión Swan estaba llena de invitados a la espera que la cumpleañera y su mamá bajaran. Regina estaba tomando vino acompañada de sus amigos August y Philip.
— ¡Gina, wow te ves preciosa! jamás te había visto peinada y vestida como una mujer de verdad — balbuceaba Philip.
— ¡Idiota! le diré a Hope lo que dijiste y no te dará hoy tu primer beso.
— No puedo creer como pueden ser tan tontos, llevan semanas saliendo y no se han besado a la espera del cumpleaños de Hope — se burló August.
— Seguro tendrán sexo hasta que tenga un año de casados — agregó bufona Regina.
— Por cierto, Regina ¿quién patrocinó ese vestido que llevas puesto? ¿Gucci? Hace unos meses ese vestido era parte de tus fantasías nada mas — cuestionó extrañado el mejor amigo.
— Ehh, bueno... me lo compró mi chica, mi mami — afirmó sonriente.
Llevaba un vestido blanco que le llegaba hasta las rodillas, marcaba su sensual cuerpo, hizo contraste pintándose sus labios de rojo sangre, llamando la atención de hombres y mujeres presentes en la fiesta. Philip le había dicho que parecía una diosa griega esa noche.
Cuando Hope bajó todos los presentes la ovacionaron, luego bailó con su novio en medio de la pista. La morena estaba intrigada, no había visto a Emma, Hope hace más de media hora que ya había bajado y la rubia mayor no aparecía.
— Gina, ven te voy a presentar a mis abuelos — la tomó del brazo su amiga jalándola por toda la sala.
La morena sentía que su corazón iba a salir del pecho, iba a conocer a los padres de Emma. No tenían una relación "nada convencional" era nada más pertenencia, sexo, solo un pacto, pero al fin de cuenta, eran los padres de la mujer que le gustaba.
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SEÑORA SWAN
FanfictionRegina Mills es una joven de espíritu libre que vive su vida aprovechándose de su belleza física para obtener lo que quiere, hasta que en su camino se cruza la señora Swan, la madre de su nueva mejor amiga.