Frente a Frente.

83 14 0
                                    

31 de Noviembre 1939, Linea Mannerheim, Istmo de Carelia, 20:00 PM

 Después de ese cálido saludo que lo soviéticos nos enviaron, logramos llegar sin mas problemas hasta las primeras trincheras de la linea Mannerheim. Era de noche cuando llegamos, pero se notaba que eran largas lineas a veces interrumpidas por búnkeres de concreto o posiciones fortificadas con troncos. Nuestros segundos hogares por decirlo así.

 Agachados para que no nos vieran e iluminados por bengalas que de vez en cuando cruzaban el cielo tomamos posiciones de tiro cerca de algunos arboles derribados, donde esperaba no tener que quedarme mucho tiempo.
 Al avanzar me di cuenta que el uniforme no era reglamentario en algún sentido, ya que habían personas que utilizaban sus ropas de invierno junto a la escarapela finesa. Me sentí un poco mal, de haberlo sabido antes no me habría cambiado.

-Paaveli...- Dijo Matti. -Quédate aqui, ire a ver si encuentro a nuestro superior- Dijo antes de desaparecer.

-Asustado joven?- Me pregunto un hombre que estaba sentado, no lo vi hasta que una bengala nos ilumino. Seguido escuche disparos con lo que me agache y me puse a su altura.

-Algo...- Respondí. -No te preocupes, mientras puedas evitar que los rusos vuelvan a acercarse aqui estarás bien.- Me dijo

-¿Acaso estoy es un mala posición?- Pregunte por si acaso. 

El me vio, tomo algo de tierra y manchándome el uniforme blanco y de paso la cara me dijo -Ningún lugar es malo aqui, amigo...-

Me dio algo en que pensar... Al menos hasta que Matti regreso, parecía que tambien había sido manchado o se había tirado al piso, no supuse que luchara, no creo que nos atacaran en los primeros minutos que llevábamos aqui.

-Y? ¿Hay alguna noticia?- Pregunte -Bueno, me dijeron que hablara con un tal... Kaalinen.- Me dijo, y seguidamente el hombre que estaba al lado mio se levanto.

-Kaalinen Aki, por el momento yo estoy al mando aqui.- 

-¿Ustedes quienes son?-

-Aino Matti, estoy al mando de la 2da escuadrilla de Carelia, el es uno de mis soldados, Paaveli Venäläinen.-

-No son necesarias las formalidades. Supongo que ya están al tanto de la situación, o no?- Pregunto.

-Paaveli...- Dijo Matti, recordé que antes me habían dado un papel en el que habían varias notas -Bueno, tenemos un campo delante y aquella barrera de arboles, detrás debería estar el río. Los rusos cruzaron el Río Taipale ayer, después no se nada mas.-

-Puedo asegurarte que los chicos de Finlandia Central dicen que los Rusos comienzan temprano con su labor...- Dijo un joven que paso detrás nuestro.

-igual que nosotros, pero ellos deben mantener calientes los motores de sus tanques...- Dijo mientras veíamos a varios rusos que intentaban abrir un camino entre nuestras alambradas.

-Oye, son rusos... ¿No debemos disparar?- Pregunto Matti 

-No me preguntes a mi...- Dije. Pasaron las horas mientras nos turnábamos para vigilar, vimos como los rusos terminaban y se iban, llegado el amanecer solo había silencio.

A la mañana siguiente, 10:00 AM.

Paaveli Venäläinen, libreta de campo

Gracias a Matti ahora se que estamos bien armados, contamos con cañones antitanque, artillería, Subfusiles "Suomi" y Ametralladoras LS-26 y algunas robadas a los Soviéticos. Antes de que aparecieran las primeras luces de la mañana, se escuchaban los sonidos de los motores de esos tanques que ahora se acercan lentamente hasta nosotros seguidos por miles de hombres. Todos en silencio, esperando como cazadores a que nuestra presa se muestre. Con nuestras armas en mano, esperamos la señal para hacerle pagar con su propia sangre al Ejercito Rojo.

Paso cerca de una hora antes de que siquiera pudiéramos ver el grueso de la fuerza Rusa, cuando un bombardero seguido de un caza hostigaron nuestras lineas con bombas y ráfagas de balas obligándonos a permanecer a cubierto.

-Oigan, ¿Por que los nuestros no disparan?- Dijo Matti al ver la gran ola de soldados que se aproximaba

-No lo se... Alguien habrá dado la orden o sera por las condiciones del clima?.- Respondió Kaalinen Al final nuestra artillería si disparo, pero fueron unos miserables e imprecisos tiros que nada mas le dieron unas cuantas bajas al enemigo.

-*Jesús, eso fue inútil y parece que ya no tienen municiones*- Pensaba yo. No estaba seguro a cuantos metros de nuestras lineas estaban esos tanques, solo pensaba en mantenerme vivo cuando la artillería sovietica intento reducirnos a un montón de cadáveres. Unos 10 segundos que parecían eternos, cuando nos levantamos escuchamos el segundo sonido que nos atormentará el resto de la guerra...

¡¡URAAAA!!

Cuando nos dimos cuenta los rusos estaban cargando contra nuestras lineas, siendo derribados uno a uno por nuestras balas, tomamos rifles, ametralladoras, subfusiles, pistolas, granadas, lo que hubiera para que ellos no llegaran hasta nosotros. 4, 3, 2, 1... Iba contando las balas que me quedaban en la recamara, cuando recargue me fije en los demás, todos concentrados en sus miras aun cuando las granadas y artillería nos obstaculizaban con sus explosiones mientras los rusos se aproximaban mas y mas junto a sus vehículos que solo les prestaban fuego de apoyo.

-¡Matti! ¡Son demasiados! ¿Que paso con los equipos antitanques?- Pregunte al parar para recargar.

-¡No lo se, apenas los están tomando!- Respondió mientras continuaba sus ráfagas con aquel Suomi.

Exploto algo cerca de nosotros cubriéndonos con una gruesa nube de tierra... Resulto ser uno de esos tanques que se había logrado acercar hasta nuestras lineas estando casi encima de nosotros.

-¡Venääinen, agáchate!- Escuche, hice caso y me tire al suelo sujetándome el casco por si acaso. Levante un poco la visa y pude ver como aquel vehículo exploto quedando reducido a un montón de metal ardiente, me moví aun pegado al suelo y tome una de esas ametralladoras soviéticas que use para terminar de matar a los soldados que salían envueltos en llamas del vehículo... Levante la cabeza por encima de lo que quedaba de la trinchera para ver que los rusos se retiraron, pero nosotros no parábamos de dispararles hasta que el campo blanco quedo llenos de cuerpos sin vida rodeados de sangre.

-Nada mal, para ser tu primera ver aqui Venäläinen...- Me dijo Aki.

-¡Oigan ustedes dos!- Dijo Matti -¿Están bien?-

-No te preocupes estamos bien, casi sin rasguños.- Respondí mientras Aki me alcanzaba un cigarrillo -Lo vas a necesitar...- Me dijo al darle uno a Matti.
También alcance a ver a chicas del Lotta Svärd que corrían entre nosotros buscando a los heridos.

-Creí que las Lotta trabajaban en retaguardia...- Dijo Matti.

-Si, pero vienen al frente cuando esta tranquilo para buscar a los heridos, eso es tener valentía de sobra...- Me respondió un medico de la escuadrilla.

-Hablando de las Lotta, ¿Como crees que estará Soukka?- Me pregunto Matti. No lo había pensado, si les soy sincero ahora solo pensaba en permanecer con vida, pero... Me gustaría verle de nuevo.

Aino Matti, Libreta de campo: 

Comprendo por que Paaveli lleva consigo una libreta, durante el resto de día nos concentramos en quitar los cuerpos soviéticos de nuestras posiciones. No se si seria cruel, pero varios cuerpos son utilizados como cobertura extra otros son clavados en la nieve como advertencia, pero los rusos siguen enviando hombres. Nos turnamos entre grupos para hacer guardia durante el día pero solo hemos tenido heridos por la artillería que aun intenta matarnos junto a los aviones que tambien tienen la misma labor.
Veremos que sucede llegada la noche, aun así... no creo que nos ataquen durante la noche, Aunque son rusos... podrían intentarlo.

"TALVISOTA" - La Guerra de InviernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora