"TALVISOTA" - La Guerra de Invierno

Orden de Navidad

24 de Diciembre, Líneas defensivas finesas, sector sur de Carelia, 17:00 PM

POV Paaveli:

Hoy, nos han relevado algunos chicos de la 3ra escuadra de Carelia y otros de la 5ta escuadra de Laponia. Lo que fue del día ha transcurrido muy tranquilo sacando algunos bombardeos ligeros no ha habido ataques de gran importancia.

Me acabo de enterar que han construido un sauna medianamente apresurado en una zona lejos del frente, y considerando que no hemos tenido mucho descanso, y aprovechando los relevos decidimos ir y darnos el descanso que nos merecemos.

-Oigan, han oído. Un chico de Finlandia Central afirmo haber derribado 370 aviones.- Dijo Alguien de la 1era escuadrilla

-370? ¿Amigos o enemigos?- Respondí y el sauna se llenó de risas -Además parece un juego, el que encuentre un avión finlandés gana un premio-

-Oye créelo... Durante las guardias y con un buen ojo, puedes hacer lo que sea.- Dijo Matti

-Si es que no te matan antes... pero no niego que sea cierto. Hay logros muy interesantes en el Ejército.-

-Hablando de eso, primero alcánzame esa rama de pino, y segundo, hay una historia que dice que alguien mato a un general ruso con un rifle antitanque- -Simplemente increíble - Dijo Matti

-Eso no es nada, no saben lo que ha pasado en Suomussalmi? ¡Hemos vencido a dos divisiones soviéticas con menos de 6000 hombres!-

-Eso no es cierto, te lo estas inventando- Replico un chico de la 2da escuadra.

-De hecho es todo verdad, y si no nos crees... Ve a Suomussalmi y después nos avisas.- Dije

-Bueno, no creo poder ir... Hay rumores de que los rusos están pidiendo territorio para acabar con todo esto.-

-De que hablas?- Pregunto Matti

-Aún están pidiendo toda Carelia, incluidas Vipurii, Suomussalmi e incluso su pueblo... Sortavala.- Dijo

-*Suspiro* Que bueno que nuestras familias se fueron de Sortavala hace tiempo, me pregunto si en Helsinki estarán bien?- Pregunte.

-Los bombarderos llegan hasta Helsinki, pero muchos no vuelven... Lo pagan muy caro.- Dijo Matti.

-Oigan, cuando termine la guerra ¿Creen que alguien se dedique a contar nuestra historia luchando contra los Soviéticos?- Preguntaron al fondo.

-Puedo asegurarte que el mundo recordara nuestra lucha- Respondió Suomelainen -Cuando terminen salgan...-

-¿Para qué?- Pregunte.

-Nos van tomar una foto para los libros y periódicos Fineses e internacionales- -Quieren guardar el recuerdo de los defensores de Carelia.- Agrego.

Nos dimos prisa en terminar y cambiarnos, usando uniformes mezclados con ropa civil, sin nuestros desgastados uniformes "blancos", algunos con rifles y uno con una ametralladora capturada decidimos colocarnos cerca de un tronco próximo a las trincheras donde estábamos.

-¿Cómo podríamos hacer esta foto más interesante? Preguntaron

-Qué te parece una gran explosión detrás de nosotros, ve a decirle a nuestros vecinos rusos si nos hacen el favor.-

POV Matti:

Nos reímos sin problemas antes de la foto, pude ver que Paaveli había vuelto al que era antes. Al tomar la foto nos entregaron suministros nuevos y uniformes blancos nuevos, para después marchar hasta una nueva trinchera hecha no muy lejos de nuestra posición actual. A pesar de que tardamos una hora en preparar todo, a las seis ya estábamos partiendo de nuevo hasta el frente de Carelia...Esta vez con una moral recargada y con motivación de sobra.

Ni siquiera llegamos a marchar 10 minutos cuando un golpe de artillería nos tomó desprevenidos, esta vez sin cobertura nos limitamos a tirarnos al suelo... Cuando ceso vi que Paaveli se quitó apresuradamente la mochila que le habían dado para revisarla cuidadosamente.

POV Paaveli:

-No morí por poco...- Dije -Un poco más, y quizás no vivía para contarlo.-

-Sin duda, este pedazo de metralla tenía tu nombre escrito, felicidades... Has logrado burlar a la muerte.- Dijo Matti al sacar el pedazo de proyectil de mi mochila y levantarme para continuar.

Dos horas más tarde...

Logramos llegar sin más contratiempos a nuestro reconstruido refugio, esta vez con una estufa a leña... Como era nochebuena, comenzamos a recibir cartas y paquetes, mezclados con regalos de la compañía. A nosotros nos habían llegado cartas de nuestras familias que como antes mencionamos estaban en Helsinki, mencionaban entre otras cosas, los errantes bombardeos a nuestra capital. Entre los paquetes había cartas con emotivos mensajes de mi madre y mi hermanita, ellas me daban una razón para continuar luchando.

Hoy no todos podían leer o saber de sus familiares, a causa de los ataques con artillería muchas de esas cartas se perdían, la noche trascurrió sin más. Y mientras algunos estábamos de guardia, otros descansaban junto al silencio de la noche finesa.

A la mañana siguiente, diciembre 25, 1939...

POV Matti:

Llegadas las 10 AM, los soviéticos solamente se dedicaron a bombardear nuestras débiles líneas, una rutina a la que ya estábamos acostumbrados, ahora teníamos observadores con periscopios, algunos improvisados con lo que logramos sacar de los tanques soviéticos.

Entre las explosiones y las consecuentes nubes de polvo, estábamos atentos, esperando que comenzaran esas frecuentes cargas de infantería.

-¡Paaveli!- ¿Alguna novedad?- Pregunte.

-No. Solo intentan asustarnos, o por lo menos asustar a los nuevos.-

-Pues... Pareciera como si nos cayera uno en cualquier momento...­ Dijo temeroso un chico de la 5ta escuadra de Laponia.

-Solo son estruendos, se acabara pronto...- Dijo Paaveli.

Las últimas descargas de proyectiles cayeron a pocos metros de nosotros, para después cesar, pero el silencio que vino después no nos reconfortaba, escuchamos el sonido de un motor para notar que un avión se acercaba seguramente para ametrallarnos de nuevo. Nos tiramos al suelo como era de esperarse... Pero solamente lanzo una especie de panfletos, y se fue dejándonos con el sonido de esos papeles cayendo.

Paaveli se levantó para agarrar uno de esos panfletos, pero la cara de desagrado que puso me dijo que era un intento para que nos rindiéramos.

-¡Soldados de Finlandia!- Leyó. -¡Sus altos mandos se están bañando en oro, a costa del sufrimiento, la sangre y las lágrimas de su pueblo! ¡Si expulsan a los capitalistas de su país, nosotros garantizaremos su independencia! ¡Levanten sus armas y vengan al glorioso lado soviético!-

Aun con el panfleto cerca de la cara, Paaveli comenzó a reírse, pero era una risa llena de odio... Una risa que reflejaba una ira profunda que buscaba destruir a los soviéticos, aunque debiera volver lleno de sangre a Helsinki.

-¡Sangre! ¿Sufrimiento? ¡¿LAGRIMAS?!- Grito dirigiéndose a las líneas soviéticas. -¡QUE SABEN USTEDES DE SUFRIMIENTO! ¡DEN LA CARA MALDITOS COMUNISTAS!-

Al terminar la última frase, lo tome del cuello del uniforme, lanzándolo al suelo... Justo antes de que una explosión casi lo convirtiera en un montón de cenizas.

-Déjalo así, ya les darás lo que se merecen...-

Cuando el polvo termino de acentuarse, llego un mensajero buscando al líder de la escuadra de Carelia, a mi para ser exactos. La misión que se había dado procuraba mover algunas tropas mientras marchábamos frente a los ojos Soviéticos en lo que iba a parecer una nevada típica de estos lugares. Pedí que la mitad de la Esc. Carelia viniera conmigo, Nuestra misión?... Aun no lo se...