Un Infierno Blanco

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POV Matti
Quizá olvide mencionar que estábamos comenzando el invierno, y pareciera ser uno de los inviernos mas fríos que puedo recordar.
Junto a otros hombres me toco estar de guardia esta noche, todo lo que se alcanza a ver son rusos con palas cavando trincheras, creo yo bajo la fría mirada de sus generales.

No podemos disparar por ordenes de los mariscales, aunque no hace falta he visto que comienzan a matarse entre ellos pero desconozco por que.

Lineas de frente Finesas, Carelia, 4:19 AM

Noto que ellos tienen encendidos sus tanques, aun desde temprano, y parece que han traído refuerzos. Me gustaría saber de que parte de Rusia traen estos soldados porque todos tienen la misma táctica. Yo por otro lado estaba cansado, les juro que hacia esfuerzos para mantener mis ojos abiertos y lo lograba gracias a las constantes bengalas que los rusos lanzaban, me levantaba de vez en cuando para ver que hacia nuestro enemigo... Trabajo, palas y reflectores o faroles, ya no lo se en realidad.
El sueño me esta ganando.

-Oye, Aino... Aino... No te duermas o podrían aprovechar y clavarte una bayoneta.- Me dijeron por ahi.

La oscuridad me impedía ver bien quien me hablaba, pero reconocí la voz...

-Paaveli?- Pregunte . -Que haces despierto, no te enviaron a descansar?-

-Pues si, pero ni siquiera puedo conciliar el sueño. Esos tanques me mantienen despierto.- Dijo

-Comprendo tu situación...- Respondí al bostezar, aunque las frías brisas de Carelia eran otra cosa que me mantenían despierto.

-Aino...- Me hablaron -Puedes irte, yo te reemplazare el resto de la noche te hará falta un buen descanso...- Dijo un chico de la 1era escuadrilla, al menos pueden saber que los fineses nos cuidamos entre nosotros.

Casi me duermo en mi posición de no ser por una serie de disparos provenientes del otro lado de aquella barrera de arboles enfrente nuestro, a partir de eso no volví a dormir... por ese día.

-Bueno ya que estamos aqui... Vamos a ver si los de al lado tienen algún periódico de ellos?- Sugerí.
Paaveli me vio e instantáneamente dejo su rifle en la trinchera, yo hice igual pero antes de salir el chico me tomo del uniforme preguntándome -¿Los rusos no atacaran de noche? ¿O si?-
Le respondí que no, aunque no estaba seguro de ello.

Nos arrastramos entre cadáveres congelados intentando llegar a uno de los tanques cuya tripulación no había sido horriblemente calcinada, buscando cualquier documento o arma que pudiera servirnos.

POV Paaveli:
No tenia planeado ir a buscar documentos en pleno campo de batalla de noche, pero no iba a dejar que Matti fuera solo, logramos llegar hasta ese tanque que iluminaba el campo con el combustible restante que se incendiaba. Matti me pidió buscar en uno de los tripulantes que estaba cerca de la parte de atrás mientras el tomaba todos los rifles que podia cargar, afortunadamente para nosotros usaban la misma munición.
Me lleve todo documento que pude encontrar intacto inclusive fotografías, pero cuando intente llevarme el rifle que sostenía fuertemente como si estuviera con vida casi consigo que me vuelen la cabeza. El rifle se había disparado casi delatando mi posición...

-Paaveli, vayámonos de aqui antes de que nos maten... o antes de que te maten a ti...-

Dijo Matti entre susurros. Intente por ultima vez quitarle el rifle, y cuando lo logre escuche como una rama que alguien quebraba... vi que la mano que lo sostiene seguía fuertemente aferrada con los tendones y músculos antes conectados al cuerpo goteando la sangre que no se había congelado aun... No miento al decir que lance el rifle tan lejos como pude al sentir que alguien me sujetaba, decidí irme antes de que me diera otro infarto no sin antes llevarme dos ametralladoras que ellos ya no iban a necesitar.

Fortificaciones de primera linea, diciembre 1, 11:09 AM

Paaveli Venäläinen, Libreta de campo.

Aun siento algo de asco al recordar aquel rifle, aunque me alivie cuando creyeron que estaba cubierto de sangre, tuve que explicar que le pertenecía a un cadáver... En fin, me puse a revisar los documentos que logre encontrar, nada especial... Pasaportes, notas, cartas, algunas fotografías y dinero ruso. ¿Rublos? Según dice.
Quede viendo unos segundos las fotos, no pude evitar recordar a mi familia preguntándome como estarán... También encontré una insignia, una estrella roja que usaban todos los soldados rusos...

-Oigan, se congelo el queso, vamos a necesitar dinamita para partirlo- Dijo un hombre

-No te preocupes... ya lo partirá la artillería sovietica por nosotros...- Respondió otro.

Nuestro "hogar" se lleno de risas durante unos segundos, hasta que me preguntaron, lo que ya había explicado varias veces...

-¿Estas herido Venäläinen?- Me pregunto uno de los médicos

-Eh?, no, no, es sangre del ruso al que le robe. Se detuvieron en cuanto les mostramos las armas, no?- Pregunte.

-No se fié, pueden volver con mas fuerzas de las que se imagina- Respondió

Después quedamos en silencio durante unos segundos hasta que Kaalinen entro por la puerta muy agitado.

-¡Maldita sea muchachos, que esperan! ¡Hay rusos aqui afuera!-

Grito antes de salir de nuevo, nosotros le seguimos tomando rifles y subfusiles para encontrarnos con una sorpresa no muy agradable.

-¡Están dentro de la trinchera!- Gritaron.

-¿Como diablos consiguieron llegar hasta aqui?- Pregunto Aki

-Quizá lograron abrir un sendero durante la noche, ¿Cuantos hay?- Pregunto Matti

-¡No sabría decirte!, ¡Sottavalaa, Kekkonen lancen granadas! ¡Limpiare la trinchera, los demás calen bayonetas! ¡Vamos por ellos!-

Los mencionados lanzaron las conocidas como "granadas de palo" alemanas hacia la otra trinchera, al explotar y después de que Aki casi vaciara un cargador completo entramos nosotros armados con nuestras bayonetas, desatándose una batalla cuerpo a cuerpo donde era matar o morir, algunos simplemente arrojaban al suelo a los rusos para acuchillarles o directamente clavarles las bayonetas en el pecho o en la garganta o en la cara, pero nosotros... Nosotros luchábamos como sea, bayonetas, cuchillos, palas, a puño limpio o si teníamos oportunidad darles en la cabeza con la culata del rifle, No era fácil ya que la resistencia de los rusos era fuerte saltando frente o encima de nosotros con tal de matar a alguien.
Muchos de los nuestros eran asesinados apenas levantarse, otros, como yo nos herían gravemente pero aun podíamos seguir.

Debo mencionar que me costaba ver a los ojos a la persona que iba a matar pero con la situación no me importaba.
Uno de esos rusos cayo de lleno frente a mi, intente clavarle mi bayoneta pero el desgraciado se resistía habiendo logrado nada mas penetrar el grueso uniforme que traía.

Fue gracias a uno de mis compañeros que logre al fin matarlo, y los pocos que se retiraban no tenían mejor suerte... Adolorido, me senté a un lado de la trinchera viendo como se llevaban a los heridos, creo que vi a alguien a quien le faltaba una pierna.

Yo tenia un dolor muy agudo, pero no era comparable a perder parte del cuerpo.

-¡Paaveli! ¿Estas bien?- Escuche que me dijo el medico de la escuadrilla.

El noto que yo me quejaba, así que me quito el uniforme para revisarme... Estaba sangrando bastante del lado izquierdo del cuerpo. 

-Voy a pedir que te lleven a primeros auxilios, ellos se encargaran...- Dijo.

Me negué rotundamente, quería permanecer en el frente pero mis heridas no me iban a permitir eso. Matti y Aki me encontraron junto al medico minutos después, ambos dieron su visto para que yo fuera sacado del frente y a pesar de que me resistí como pude la sangre que había perdido me dejaba cada vez con menos fuerza...
Al final me fui, pero con la culpa de abandonar a mis compañeros.

Aino Matti, Libreta de campo:
Ver como se llevan a tu amigo cubierto de sangre sin saber si vivirá o no, es muy difícil... Paaveli no es de esos chicos que se rinden fácilmente, lo note en cuanto quiso permanecer en el frente, pero sabemos que tiene que ser tratado. De otra forma no creo que el sea capaz de ver otro atardecer... como solía decir.

"TALVISOTA" - La Guerra de InviernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora