Synthetics: La Evolución De Los Juguetes

Sentencia

Syntethics

Capítulo doce

Sentencia

Era el tercer día de audiencia en el juicio por robo,de Empresas Rotenmayer vs Marion Renualt.

En las semanas que llevaba detenida sin tener noticia alguna de Porcelain, la joven se dio cuenta de lo sola que estaba. Su madre no había ido a visitarla ni una sola vez,alegando que le daba vergüenza asomar siquiera la cara; como si la pobre Marion fuera una peligrosa delincuente. Todo lo contrario al señor Roger que estuvo con ella desde el mismo instante en que fue detenida.

Quién lo diría. Él y la señora Mary, fueron los únicos que la acompañaron y que se preocuparon por ella en realidad. Y ahora estaba ahí esperando a que el juicio terminara y el juez dictara sentencia.

Otro que brillo por su ausencia, fue el demandante, Rory Rotenmayer,en su lugar un ejército de abogados del mejor bufete de Spirit desfiló por el juzgado durante todo el enjuiciamiento.

¿La razón? Su representado se encontraba delicado de salud,cuya enfermedad le imposibilitaba para presentarse en público.

El jurado a cargo de llegar a una resolución,no terminaba de ponerse de acuerdo,siempre eran más de tres los miembros que provocaban incertidumbres respecto al caso.

—Orden en la sala — anunció el hombre que acompañaba a la jueza. Todos ocuparon sus lugares y guardaron silencio.

Entonces,el hombre habló de nuevo y su voz llenó todo el lugar:

—En el caso Rotenmayer,de robo a una de sus unidades denominadas como Syntethics contra la acusada: Renualt Marion, preside su señoría la jueza Bower. Todos de pie.

Se oyó el movimiento de fricción que genera la ropa al ponerse todos esos cuerpos de pie. Por una de las puertas laterales entró la mujer a la que Marion ya se sentía familiarizada con su toga negra y su cabello blanco.

Era una mujer de carácter fuerte, a la que Marion le tenía respeto,y hoy no parecía estar de buen humor precisamente.

—Señores del jurado ¿Ya llegaron a una solución? ¿Tienen un dictamen?

Un hombre, en el extremo derecho de la zona de jurados,se puso de pie y solicitó amablemente:

—Antes de dar un fallo a favor o en contra. Nos gustaría escuchar una vez más que tiene que decir en su defensa la acusada.

—Su señoría. Por favor — protestó uno de los elegantes abogados.

—Abogado,estoy tan cansada como usted. Y lo que la acusada diga no hará mucha diferencia,no nos cuesta nada escucharla. Señorita Renualt — la volvieron a llamar por segunda ocasión.

Marion sintió una opresión en el pecho. Hasta que sintió una mano sobre su hombro reconfortándola.

—Tranquila hija,todo saldrá bien — le dijo el señor Rogers cuando la jueza Bower la llamó al estrado por segunda vez.

—Señorita Renault. Sería tan amable de subir una vez más al estrado — la apresuró su señoría —. Me gustaría terminar con este circo,hoy mismo de ser posible.