Synthetics: La Evolución De Los Juguetes

Dolce y Franky

Syntethics

Capítulo veintidós

Dolce y Franky

"Lealtad y obediencia, ese era nuestro código de conducta. Desee que nuestro amo nos rescató, le servimos de esa manera. Llevamos muchos años viviendo en La arena sirviendo a nuestro señor sin cuestionar nada... hasta el día de hoy..."

Franky no podía sacar de su cabeza lo sucedido con Porcelain. La sentencia dictada por el juez humano era irreversible. Porcelain fue desmantelado al día siguiente, en un evento público, en un programa de televisión transmitido a todo el país.

Sus piezas fueron disueltas en ácido y se obligó a todo Syntethics que tuviera vida a presenciar la trasmisión, como advertencia de lo que sucedería, sí alguno de ellos volvía a lastimar a un humano.

Dolce y Franky sabían a quienes iba dirigido en verdad ese mensaje, ya que no todos los Syntethics eran iguales a ellos.

¿Por qué Rothenmayer no lo ayudó? Él también era su creador. ¿Por qué no protegió a Porcelain? Él era uno de ellos. ¿Podía seguir confiando en él? ¿Qué pasaría sí los atrapaban a ellos también? ¿Les esperaría el mismo destino qué a Porcelain? ¿Rothenmayer los dejaría sólos?

Tenía que echar a andar la máquina de nuevo. Él tenía que salvar a Dolce de tan terrible destino, y no le quedaba mucho tiempo para hacerlo. Franky tenía la sensación de estar sentado sobre una bomba de tiempo a punto de estallar y despedazarlos por completo. Las finas partes de porcelana que conformaban el cuerpo de su amada,ya se estaban deteriorando. Ya no era suficiente con resanarlas,necesitaban de algo más drástico, pero el amo solo les daba largas.

Su bonita cara de muñeca ya mostraba algunas marcas en su mejilla izquierda que Marion le ayudaba a ocultar con el maquillaje.

La pobre Marion,con el corazón destrozado. Los dos hombres que alguna vez amó, ya no estaban más a su lado, ni siquiera se les permitió despedirse de ellos. La muerte de Jackes fue repentina,los tomó por sorpresa y el desarme de Porcelain el señor Roger no la dejó asistir,eso sería demasiado para ella. Lo último que recordaría de él, sería su rostro triste al otro lado de los barrotes de su celda.

Hubo festejos cuando desmantelaron a Porcelain. San robó cámara ese día,al estar sentada en primera fila entre el público que asistió a la ejecución. Su sonrisa de satisfacción era otra cosa que Marion jamás olvidaría.

Ahora que ya no estaba Porcelain, los gritos y los insultos en la calle terminaron para ella,aunque los malos gestos persistieron, pero poco a poco,ese suceso se fue olvidando cuando nuevas y desagradables noticias surgieron. Más niños desaparecidos, niños y adolescentes encontrados muertos...

Con cada día que pasaba,Marion sentía que agonizaba un poco más. Todas las noches después del trabajo,se quedaba hasta tarde haciendo tiempo extra en La arena para no tener que volver  a la soledad de su departamento.

Una de esas noches miró a Dolce y Franky escabullirse de las instalaciones de La arena,le parecio extraño que lo hicieran,pero porque no era la primera vez que los miraba. Ya en otras dos ocasiones los había visto escapar, y sintió curiosidad por saber a dónde iban... Y lo que hacían. Así que sin muchas ganas de volver a su casa,siguió a la pareja del Syntethics con rumbo a los suburbios de la gran ciudad.