Synthetics: La Evolución De Los Juguetes

La noche del incendio

Syntethics

Capítulo veintisiete

La noche del incendio

—Sarah... Sarah... ¡Sarah!

Una vez más los gritos provocados por las pesadillas despertaron a la pequeña Sky en la cama provisional de sus padres bien entrada la madrugada.

Tenía la apariencia de una muñequita maltrecha recostada contra los almohadones.

El señor Roger decía que era por su condición de gemelas idénticas, que el malestar de su pequeña estaba relacionado con lo que estaba viviendo su hermana. Una especie de rara condición que  tenían,si algo le pasaba a una hacía repercusión en la otra.

—¿Dónde está Sarah? — preguntó entre dormida y despierta.

—Papá ira a buscarla descansa, mi amor — intentó consolarla la señora Constance.

—Mi hermana está enferma,puedo sentirlo, se siente muy mal — añadió la pequeña aumentando la preocupación de su madrastra.

—Tranquila, mi amor. No pasa nada,verás que pronto estaremos juntas las cuatro, papá va a rescatar a tus hermanas.

Rezó una plegaría por que eso en verdad pasara.

La niña se durmió en su regazo,mientras la mujer pedía a quien sea que escuchara sus plegarías porque ayudara a su esposo en este contratiempo. Llevaba días haciendo planes con ese hombre que durante tantos años se hizo pasar por muerto y que desenterró recuerdos del pasado.

Fue todo un impacto para la mujer,toparse de nuevo con él después de tantos años. Definitivamente no era algo que tuviera contemplado.

A las seis de la mañana en punto,cuando la niña dormía profundamente, extenuada por el cansancio físico al que su cuerpo estaba siendo sometido sin razón aparente más que la condición de ser gemela, la señora Constance,salió de la improvisada habitación en casa del recientemente aparecido Oswald Rothenmayer, fue directo a la cocina en busca de su dosis de cafeína de todas las mañanas. Ahí se topó con la mujer que se encargaba de llevar la casa,una mujer extremadamente sería y reservada que ya preparaba el desayuno de esa mañana.

Constance observó a la mujer hacer su trabajo. Era joven y debió ser toda una belleza pero ahora se esmeraba por ocultarla. Se preguntó cual sería su historia y cómo fue que terminó sirviéndole a Rothenmayer,no parecía haber trabajado mucho de sirvienta antes.

Cuando los hombres bajaron a desayunar, la madre de Marion seguía perdida en sus cavilaciones. Su esposo y el no muerto, hacían y hacían planes para rescatar a sus dos hijas y solo perdían el tiempo haciéndolos en lugar de llevarlos a cabo.

Y ella no era la única preocupada en estos momentos. El Syntethics que también creía destruido, se encontraba con ellos,y por si fuera poco,fue gracias a su marido.

Desayunaron entre planes y protestas en las que no se le permitió opinar, lo que la frustraba más. Sarah y Marion también eran sus hijas y tenía derecho a dar su opinión en lo que estaban planeando.