Amor Platónico (parte 1)

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Cuando la gente me decía que enamorarse es lo mejor que me podría pasar en la vida, yo no lo creía. Acepto que es de las mejores sensaciones que existen, pero cuando se termina, es de lo peor.

Yo soñaba con encontrar en algún momento alguien que me correspondiera, que se enamorara de mí y supiera cuidar mi corazón.

Mi vida parece sacada de Televisa, lo juro... 

Estaba en mi último año de preparatoria y no pude aplicar la primera ronda del examen a la universidad de la UNAM porque me dio varicela. Y cuando por fin lo apliqué, me rechazaron y perdí un año.

En ese año estuve preparándome duro, y al mismo tiempo comencé a trabajar en un consultorio dental repartiendo volantes en la calle, y a veces suplía a la asistente del doctor. Como sea, en ese año pase muchas emociones.

Yo me aburro fácilmente, y como en ese tiempo prácticamente mi vida sólo era trabajar y estudiar se me hizo fácil entrar a un grupo de Whatsapp donde habían chicas de toda Latinoamérica. Ese grupo era especialmente de fans de un grupo musical llamado Fifth Harmony. Muy buen grupo, por cierto, aunque uno o dos años después se vino abajo.

En ese grupo, conocí a chicas muy peculiares. Todas eran tan amables y con mucha chispa. Pero había una que atrapó por completo mi atención y obviamente que esa chica era lesbiana como yo. Javiera y yo comenzamos una amistad muy bonita, y al pasar del tiempo surgieron los coqueteos, las indirectas y algo así como jugueteos y bromas en plan romántico. Era una chica muy bonita, morena, de cabello castaño lacio, ojos cafés y pequeños, sonrisa bonita y sincera; como la de un niño. Lo que más me gustaba de ella, a parte de su sonrisa, era el hoyuelo que se le formaba en su mejilla derecha, si mal no recuerdo.

Poco a poco fui conociendo a Javi y puedo asegurar que jamás he conocido a una chica como ella. Era bastante madura para su edad (yo era mayor por dos años, creo), tenía bastante chispa y muy natural, era inteligente, hablaba inglés y era una maestra en la historia universal, ah y ella vivía en Chile y sufría de epilepsia. A causa de esto último, a veces ella desaparecía porque le daban ataques, y conforme al grado del ataque se determinaba su regreso.

Varias veces tuvo ataques, y bueno, yo desarrollé sentimientos por Javi, así que me preocupaba por ella y sentía una gran impotencia no poder hacer algo para estar ahí. Siempre la pasábamos bien, decía cosas locas y me hacía reír un montón. Me mandaba fotos de lo que hacía o a dónde iba. Y cada vez que desaparecía, la extrañaba.

Cuando a Javiera se le pasaban las copas, se le salía la sinceridad hasta por los codos, y recuerdo que en año nuevo me dijo algo así como "estoy agradecida con la vida por haberte conocido". Mi corazón se aceleró porque, me dijo más cosas, que hoy ya no recuerdo, pero hacían referencia a que yo le gustaba.

Al siguiente día actuamos como si no hubiera pasado nada, disimulando que la bebida había dejado lagunas mentales, pero era inevitable que ese tema se siguiera posponiendo. Un día, por fin pusimos las cosas en claro y nos dijimos mutuamente que nos gustábamos. Luego de eso no sabíamos qué iba a pasar, pues ella estaba hasta Chile y yo aquí ahogándome en la contaminación de la CDMX.

Antes de todo ese drama, Javi me dijo que se mudaría a España, pues su mamá se había casado con un hombre español, el cual era buen hombre y las quería.

Javi, de un momento a otro dejó de contestarme, y no sabía si ella había sufrido otro ataque. Nadie sabía nada de ella. En mi se formó un vacío enorme, me hacía falta. Prácticamente era ella a quien le contaba mi día, cuando me sentía mal o pasaba algo increíble... Había desaparecido en un abrir y cerrar de ojos.

Pasó mucho tiempo, más de un mes y yo seguía sin saber de ella. Y aquí, en este punto de la historia, se entrelaza otra. Otro amor platónico.

Resulta que unas amigas del mismo grupo de Whats, hicimos video llamada por Skype. Yo les contaba mi tragedia amorosa y entonces Sam, Mar, Valen y Tere me dieron algunos consejos y de ahí todas contaron sus vivencias amorosas. Sam y Mar eran pareja, y como tenían más años que nosotras, nos daban consejos.

Valen estaba enamorada de una chica y al parecer esa chica igual pero de algún modo no se lograba nada.

Tere sentía atracción por otra chica del grupo llamada Génesis, y hacía todo lo posible porque le hiciera caso, pero simplemente no lograba llamar su atención y a veces se portaba mal con Teresa y le rompía sus esperanzas.

En fin, recuerdo que tanto Valen como Tere, se burlaron de mi, ya que pensaban que mi cuarto sería oscuro y macabro, lleno de murciélagos (como ellas decían en broma). Pero lo que encontraron fue un cuarto de una adolescente que compartía el espacio con su hermana mayor. Paredes rosas y la camas llenas de peluches.

Hacer Skype se nos hizo costumbre, pero a veces unas podían y otras no. En una sesión de video llamada, Valen, Tere y yo no encontrábamos platicando de Fifth Harmony, como todas unas fans locas. Pero Valen se tuvo que ir, no recuerdo la razón. Así que sólo me quedé hablando con Tere, y la plática se alargó un poco más. Nos conocimos un poco más y creo que ahí fue cuando comenzó a surgir algo entre nosotras, un poquito más que una simple amistad. Entonces comencé a hablar con Tere más seguido, tanto por mensaje como por Skype, pero eso lo contaré más adelante.

Días después me fui de vacaciones a la playa por casi una semana, así que no tuve contacto con el mundo del internet. El hotel no tenía Wifi y en ese entonces era demasiado pobre para tener un plan de datos. Prácticamente estuve incomunicada.

Disfruté mucho esas vacaciones, pero mentiría si negara que cada noche o cada que mi mente no estaba entretenida en algo, pensaba en Javi y rogaba por saber algo de ella. Pedía porque volviera.

Al regresar a la ciudad y tener wifi, llegó una ola de mensajes masivo. Eran muchísimos y de diferentes conversaciones... Uno de esos chats, era de Javiera. Ella había vuelto.

Y bueno, su ausencia fue porque ya se había mudado a España. Entonces al pasar el tiempo, se complicaron las cosas como poder hablar fluido por la diferencia de horarios.

En conclusión, jamás llegamos a algo serio y me hubiera gustado que algo hubiese pasado entre nosotras, pero el destino me tenía preparada otra cosa.

Actualmente ya no hablamos, pero la sigo en su cuenta de Instagram y la veo muy bien. Mucho más madura. Y sigue igual o más bonita que antes. No me malinterpreten, han pasado años de eso y ya no hay nada, siempre le guardé afecto. Es de las pocas personas que siento que valen la pena conocer. De esas que se cruzan en tu vida para alegrarte y dejar un recuerdo bonito. 

Los amores que nunca tuveWhere stories live. Discover now