Sobre Nachos

74 5 0
                                    

Star había pedido a Dani, Marco y Sun que descubrieran que pasó la otra noche. La verdad es que no estaba muy entusiasmada respecto a eso. Eso es lo del fuego, lo de la mariposa verde y la magia oscura y malvada que casi hiere a Sun. 

Ellos, que se habían apodado la Compañía de la Valentía, iban a ir hasta los Manantiales del Destino para que las cascadas, que sabían todo sobre el futuro, presente y pasado, les contara quién estaba haciendo eso y por qué.

Se estaban despidiendo de la familia real. Habían decidido que, hasta que descubrieran lo que le pasaba a La Subestimada, iban a dejarlo pasar. Marco había pedido ayuda a su ''compañera de ruptura'' Kelly. Así que en la Compañía ahora eran cuatro.

Salieron a las 15:00 y emprendieron camino desde el Bosque de la Muerte Segura. Se suponía que el plan era ir desde el Bosque de la Muerte Segura hasta los Manantiales, en unos...cinco días, de ida (de ida y vuelta serían diez días). Pero, como siempre, nunca algo sale como está planeado. Sobre todo si se trata de un viaje por lugares infestados de monstruos y otros enemigos de los mewnianos. 

Todo comenzó bien. Todo estaba tranquilo, pero el dicho ''demasiado bueno para ser verdad'' se notó en lo que pasó a continuación.

Todo tranquilo. Ni una mosca se escuchaba en esos lugares. Nada. Absolutamente nada. 

Salvo una melodía alegre que provenía del pantalón de Marco: ''Space unicorn, soaring throght the stars, delivering the rainbows, al around the world...''

Kelly: Tío...¿esa música viene de tu culo?

Marco solo se sonrojó muchísimo y cogió el teléfono avergonzado.

Marco: *con tono quejica* ¡Star! Apenas llevamos 5 minutos fuera...si, llevo protección...¡si, sabía lo de esta tarde! Sé que es especial, y que no lo hacemos desde hace mucho pero creo que nuestra...¡no, no he besado a Sun! ¿cómo voy a besar a tu hermana...? Si, pero...vale, adiós.

Sun: ¿Te ha llamado Star, verdad?

Daniel: *sarcástico* No, yo creo que no...¡pues claro que ha sido ella!

Kelly: *molesta* ¿De qué te hablaba?

Marco: nada, de si llevaba el casco antifuego para por los dragones, y lo de la guerra de almohadas 2.0 y si había besado a Sun...aunque eso último no vino muy a cuento.

Sun: ¿Qué le hace pensar que tú y yo nos hemos besado?

Marco: Ni idea.

Pero no dijeron ni una palabra más porque Kelly les interrumpió.

Kelly: ¡Claro! Como no se nos había ocurrido antes...

Ella le susurró algo en el oído a Marco y él sonrió. El chico seguridad silbó y al momento aparecieron dos moto-dragones: Nachos y Furia. Tan solo eran dos, así que tuvieron que subirse dos en cada dragón: Marco y Sun en Nachos y Kelly y Daniel en Furia.

Daniel: *mientras se subía a la moto* No estoy seguro respecto a esto...

Kelly: *tranquila* Tranquilo, solo no tengas miedo. Sino pensará que no está a salvo y tal vez te tira...bueno tú solo no tengas miedo, ¿vale?

Daniel se limitó a asentir con la cabeza. Mientras en el otro dragón...

Marco: Agárrate bien Sun.

Sun se agarró de la barriga de Marco y se sonrojó un pelín. Pero Marco ni lo notó.

Sun: D-de a-acuerdo...

Los dragones se elevaron rápidamente por el cielo azul y atravesaron las nubes con extremada agilidad y destreza. Nachos era sin duda el más veloz y Marco y Sun les habían cogido una gran ventaja a los otros dos, así que se encontraban solos.

Mientras, no notaban la presencia de un bicho negro, que con un ojo en la frente en forma de rombo les identificaba con un sensor mágico, y que les seguía sigilosamente escondiéndose por las nubes. 

Nadie sabía que ese bicho era una marioneta de la pura oscuridad, que aguardaba a su próxima víctima. La meta de aquel escarabajo tan extraño era conseguir que estos valientes héroes jamás descubrieran lo que le estaba pasando a Star.

Todo era pacífico, hasta que Sun notó que en su mochila algo se movía. Se la iba a quitar y descubrir lo que había dentro, cuando Meteora, la bebé Meteora salió y se colocó en los brazos de Sun.

Sun: ¡Meteora!

Marco: *alarmado*¿Meteora?

Al oír la voz de Marco, Meteora bufó y casi se tira encima de Marco, pero Sun le detuvo. Marco cerró los ojos mientras gritaba como una nena. Tal fue el grito que podía haber roto las ventanas del castillo de nube que se podía observar lejano, casi en el horizonte.

Sun: ¡No! ¡mala Meteora!

Sun divisó el castillo de torres torcidas en la lejanía y cogió las riendas de Nachos.

Sun: Castillo siniestro, ¡allá vamos!

Y acto seguido, y sin más demora, dio la señal a la moto-dragón para arrancar.


★ La Butterfly Olvidada ★ En busca de la curaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora