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—Lo siento.

Seungmin se enderezó en su asiento, mirando hacia el doctor que estaba hablando con Felix.

El chico estaba de pie frente al hombre, con la boca temblando.

—No se pudo hacer nada.

Seungmin dejó el café que sostenía a un lado, poniéndose de pie, caminando hacia Felix que parecía a punto de derrumbarse, de quebrarse frente de él.

—Lee Chaewon falleció de un ataque al corazón.

—No...

La voz de Felix era como un gimoteo lleno de dolor, como el aullido de un animal herido, pidiendo que alguien lo agarrara, lo sostuviera en sus brazos.

—Lo lamentamos.

El doctor se retiró con la enfermera, dejando a la pareja solos.

Felix rompió a llorar a gritos y Seungmin lo tuvo que sostener en sus brazos, atrayéndolo a su pecho mientras el mundo parecía desmoronarse alrededor de ellos.

El llanto de Felix rompía el corazón de Seungmin por completo, pero aun así  lo atrajo contra sí, besándole el cabello, acariciándole la nuca.

—Está bien, Lix, estoy contigo —le murmuró en voz baja por sobre el desgarrador llanto de Felix, cerrando sus ojos.



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Felix llevaba acostado en la cama dos días, saliendo sólo para ir al baño y comer lo que le cocinaba Seungmin.

El menor de los dos suspiró, agotado, entrando al cuarto. Las cortinas estaban puestas, haciendo que el lugar se viera más deprimente y horrible que nunca.

Observó la cama con Felix encima, dándole la espalda, acurrucado bajo las mantas, y pensó en la vez que hicieron el amor allí mismo.

—Felix —le murmuró sentándose al borde de la cama, acariciándole el hombro—, hay que ir al funeral de Chaewon noona.

Los hombros de Felix se sacudieron con el llanto, pero no se movió

Se quedó un momento en silencio, dejando que el chico sollozara todo lo que quisiera.

—Vamos, Felix, a ella no le gustaría verte así —susurró con la voz temblando.

Felix lloró con más fuerza.

—Quiero...Es-estar... solo... —balbuceó Felix entre lágrimas, moviéndose levemente para que Seungmin dejara de tocarlo.

Seungmin mordió su labio inferior, sin ponerse de pie.

—Felix...

—¡No! —gritó Felix con la voz destrozada—. ¡No... no le en-entiendes! —el chico salió por debajo de las mantas, revelando su pálido rostro, sus mejillas encharcadas por las lágrimas—.  ¡Solo! ¡Déjame solo, Seungmin!

El menor se puso de pie, sintiendo la paciencia agotándose, pero trató de controlarse para no sonar frío y duro.

—Estaré en el comedor —le dije girándose.

Felix gimió.

—¡Vete! ¡Vete, Seungmin! —el aludido se quedó quieto—. ¡¿Sabes que día es hoy?! ¡Hoy se cumplen los seis meses, Seungmin! ¡Fuera de mi vida! —rompió a llorar otra vez—. No sirvió de nada... Chaewon murió igual...

—¿De que hablas? —la voz de Seungmin era helada.

—De esta farsa —sollozó Felix—, de todo esto. Necesitaba dinero para el tratamiento de Chaewon, pero no sirvió... Venderme no sirvió...

Seungmin se giró, pálido, roto.

—¿Mi mamá...?

—¡Dijo que le pagaría las quimioterapias si fingía ser tu maldito novio, pero no sirvió de nada, Chaewon se fue y me quedé solo! 

Seungmin retrocedió, sintiendo su garganta apretada, sus ojos escociendo.

—Felix...

—¡No quiero verte, déjame solo, maldita sea!

Seungmin obedeció.




 ¡Gracias por leer!











𝙉𝙤𝙫𝙞𝙤 𝙙𝙚 𝙖𝙡𝙦𝙪𝙞𝙡𝙚𝙧 - 𝙎𝙚𝙪𝙣𝙜𝙡𝙞𝙭Donde viven las historias. Descúbrelo ahora