- ¿Y ella quién es?- preguntó Lupin reclinado sobre el marco de la puerta de habitación.
-No te incumbe.
-Oh tienes razón ¿Por qué debería importarme? Imagino que prefieres que ignore las graves heridas y la sangre por doquier, sin obviar la posibilidad de que haya gente perversa buscándola, de no ser así la hubieras llevado al hospital.-
Le reprochó Lupin con sarcasmo, pero Snape dejó de prestarle atención al hombre lobo y se concentró en murmurar un conjuro, el cual cerraba poco a poco la herida que tenía la chica en el abdomen, había perdido tanta sangre que ahora se encontraba inconsciente.
Las cortadas del antebrazo izquierdo eran más graves y espeluznantes, aquello parecía un intento de desmenuzarle la carne.
-¿Quién crees que le pudo hacer esto?- preguntó Lupin intrigado por la apariencia de las heridas.
-Creo que ella misma lo hizo. Al parecer intentaba escapar de algo que es peor que la muerte. ………………………………………..........
Habían pasado tres días desde que Snape encontró a Amelia Roth.
Las heridas de la joven habían desaparecido, pero parecía que sus emociones no sanaban del todo pues no había pronunciado ni una sola palabra desde que llegó a casa del hombre lobo.
-Creo que no te quedará cicatriz- comentaba Snape quien se encontraba cerca de Amelia, sentado en una silla de madera, le vendaba el antebrazo izquierdo, mientras ella estaba sentada frente a él en la orilla de la litera.
La bruja tenía la mirada apagada y distraída y aquello no dejaba de inquietar a Snape.
-Existen cicatrices en el alma que duelen más que las heridas en la carne ¿Crees poder borrarme esas, Severus?- la voz de Amelia sonaba ronca por el prolongado mutismo.
Snape tosió un poco para disimular la sorpresa que le produjo el escucharla hablar repentinamente.
-Si me contaras lo que pasó ese día tal vez pueda ayudarte- le ajustó un pequeño nudo al final del vendaje.
-Leí tu expediente, pensé que los de la casa de Slytherin eran lo suficientemente astutos para no meterse en los problemas que no les incumben.
Ellas se puso en pie y caminó con paso lento hacia la ventana acariciando su brazo vendado, Snape se giró en su silla para continuar viéndola.- es extraño- dijo mirando de perfil al horizonte a través de la ventana- vine desde Nueva York para conocer el lugar donde nací, quería averiguar que le había ocurrido a mis padres, ¿Por qué me habían dejado sola en esa mugrienta casa junto al pantano cuando era apenas una recién nacida? Ahora dudo que esa historia sea cierta, toda mi vida me parece una mentira-
Snape permanecía callado y atento a lo que la joven decía.
-¿Puedo pedirte un favor, Severus?- Snape movió los labios para decir algo, pero se arrepintió y solo asintió.
- No vuelvas a comportarte como un auténtico mal nacido conmigo, ahora que tengo un buen concepto de ti no quiero arrepentirme de ello-
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La Cuarta Reliquia, Una Oportunidad Para El Príncipe. TERMINADA.
FanfictionSeverus Snape esta a punto de concluir su misión en la historia de Harry Potter, pero heredar un antiguo reloj le complicará la vida. Un giro inesperado que le ofrece la Muerte, una segunda oportunidad para enmendar sus errores pasados.