Faith and hope[Cristiana]

1- No desperdicia nada

Querida amiga:
                         Estos últimos meses no han sido fáciles; aprender acostumbrarme al hospital y estar internada con tanta frecuencia, me agota mental y fisicamente, pero me alegra saber que estas ahí para mi.
Hoy te envié mi versículo favorito:
“y me ha dicho: “Bástate mi gracia, porque mi poder se perfecciona en la debilidad”. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que habite en mí el poder de Cristo.” (2 Corintios 12:9)

Es el versículo que me sostiene en estos momentos, que en medio de esta enfermedad Cristo es suficiente y eso es hermoso.
No me contestaste, no pretendía que lo hicieras.
Sabía que detrás de esa apariencia de mujer fuerte y fría, se escondía, una persona tan rota y sola, sin embargo Bella no estas sola, me tienes a mi, voy a estar ahí cada vez que necesites llorar, e incluso cuando ya no esté. Dios estará ahí para sostenerte.
También me tocó hablar con Brentt; no quería hacerlo, es decir, ¿Como podía decirle que la persona que ama se está muriendo? Hace tres meses estábamos planeando anunciarlo en su iglesia y en la mía que somos novios. ¿Y ahora? Tenía que decirle que probablemente no llegáramos decir el “si, acepto” a pesar de eso; lo hice.

“Estábamos en Loui's Melanie y yo; esperando que Brentt llegará. Mel lo pudo ver abriendo la puerta, y señalo la entrada cuando lo vio, gire mi cabeza y le sonreí. El me devolvió la sonrisa.
–Hola chicas–saludo sonriendo y se sentó al lado mío.
–Hola Brentt–conteste.
Mel también lo saludo y se dispuso a levantarse.
–Bueno chicos, los dejó para que hablen–comentó, y me miro preocupada. –Cualquier cosa estoy sentada en la mesa de allá.
Señalo con el dedo una mesa cerca de la puerta.
–¿Porque te vas?–preguntó Brentt sin entender muy bien que sucedía.
Ella me echo una mirada y me dejó que me hiciera cargo.
–Tengo que hablar contigo de algo muy importante–hablé tocando su mano para que me mirara.
El dejó de centrar su mirada en Melanie y me miro extrañado.
–¿Que sucede, Leah?–interrogó Brentt.
El tomó mi mano entre las suyas y espero que respondiera.
Quería llorar, no podía decirle que me estaba muriendo. El estaba tan feliz con nuestra relación, tan contento que íbamos anunciarla en ambas iglesias.
–¿Recuerdas que te comente que no me sentía muy bien? –comencé y el asintió. –Bueno... fui al médico y me diagnosticaron insuficiencia renal aguda. Mis riñones no funcionan bien.
El me observo, esperando que dijera algo más, pero no había nada más que pudiera decirle.
–Pero... ¿tiene cura? ¿Un tratamiento?– preguntó preocupado.
–Brentt...cariño... no la tiene y probablemente no me quede mucho tiempo.
Eso lo descolocó por completo. Si antes parecía tranquilo, en ese momento parecía apuntó de llorar. Y no era el único.
Me abrazo y supe que estaba llorando.
–Se que Dios es fiel, y se va hacer su voluntad hermosa–comentó sin dejar de abrazarme. –Y aunque ahora duele mucho, Dios nos va a sostener y yo voy a estar aquí, para ti.
No dije nada.
Observe de reojo a Melanie, y no éramos los únicos llorando. Ella también lo estaba.”
Sigo lastimando a las personas que amo con esto.
Mamá
Lion
Gwen
Mel
Brentt
Tú

No obstante se que Dios no desperdicia nada, y que esto es para que sus propósitos eternos se cumplan y su nombre sea glorificado.
  
                         Con amor tu amiga
            Leah Rain Simpson