9- Abuela

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Querida Bella:
                       Hoy con mamá y Lion fuimos a ver a mi abuela. No se si lo recuerdas, pero mi abuela tiene Alzheimer, y con todo esto de mi enfermedad no pudimos ir verla al hogar de ancianos en el que se encuentra.
Por lo tanto mi abuela no nos reconoce, a veces tiene pequeños flashes de memoria, no obstante su enfermedad ha ido empeorando, por eso quise ir hoy.
Mamá no estaba muy segura de llevarme, y tuve que insistir un poco.

Cuando llegamos la enfermera nos llevó al jardín. Mi abuela Heather estaba sentada en un banco con sus manos sobre su regazo, mirando las flores, me senté a su lado y ella me miro.
–Hola nena–me saludo sonriendo.– ¿Como estas? 
Sonreí, creyendo que me recordaba.
–La enfermera dijo que vendría mi hija y mis nietos–comentó sin dejar de sonreír.
Asentí, un poco decepcionada.
–Mamá, soy tu hija Katherine–se presentó mamá, esperando que mi abuela la reconociera. –Ellos son tus nietos Leah y Lion.
Mi abuela sonrió.
–Hola niños–fue su respuesta.
Mamá nos dejó solas.
–¿Te gustan mucho las flores?–pregunte observando el hermoso jardín que había.
–Si, mi favorito son esas rosas blancas.–contestó.
–Si, son muy hermosas.–Afirmé tomando sus manos.–¿Puedo contarte una historia?
–Oh nena, claro que si, me gustan las historias.–aceptó entusiasmada.

Sonreí nuevamente.
–Había una vez una niña que fue criada por dos reinas, una de ella era su madre y la otra era su abuela. Mientras crecía tenía muchas personas malas a su alrededor que buscaban hacerle daño, sin embargo su abuela, su reina preferida, estaba ahí para protegerla. Ella siempre era fuerte y bondadosa, cuando la niña se convirtió en una adulta, se dio cuenta cuanto había envejecido su abuela, cuantas cosas ya no podían hacer con ella, no obstante la niña siempre estaba ahí para su abuela, hasta que un día se dio que su abuela había perdido la memoria. Su reina preferida, ya no la reconoció, ya no sabía quien era ella, y eso le partió el corazón.
¿Como podía seguir siendo una princesa fuerte? Si su reina preferida no iba a estar ahí para verlo?
Entonces recordó sus palabras
Los monstruos existen, así que debes ser fuerte incluso aunque ya no esté para verlo.”
Y sabía que tenía que ser fuerte, por su abuela, y así fue.

Cuando termine de contar la historia pude sentir mis lágrimas rodar por mis mejillas, alce la vista y ví como los ojos de mi abuela se llenaban de lágrimas.

–Niña, que historia tan triste–comentó secándose las lágrimas.– ¿Que pasó con la abuela? ¿Que pasó con la niña?

Sonreí antes sus preguntas.
–Abuela?–la llame, y fijo su mirada en mi, esperando que dijera algo más–.Te amo.
Y la abrace, incluso si ella no tenía ni idea quien era, porque sabía que era la última vez que la vería. Oré al Señor para que la cuidara mientras no estuviera.

La enfermera vino porque era hora que tomara su medicamento. Mamá y Lion la saludaron, y yo intenté detener las lágrimas, fue inútil, así que deje salir el dolor. Mamá y Lion me abrazaron.

Es realmente irónico que mi abuela no sepa que su nieta se va ir primero, que su nieta la va dejar primero, siempre pensé que ella me dejaría primero, y resultó ser yo la que va a dejarla.

Bella disfruta todo el tiempo que puedas con las personas que amas. No dejes que el orgullo te robe los momentos felices con las personas que amas.

Todavía me falta nueve cosas de la lista Bella, y tengo miedo no poder hacerlas. No quiero irme sin hacer las cosas de la lista, de modo que  estoy orando, se que Dios tiene el control de todo, que debo aceptar su voluntad sea cual sea. El es bueno.

El Señor ha dicho: «Mis pensamientos no son los pensamientos de ustedes, ni son sus caminos mis caminos.  Así como los cielos son más altos que la tierra, también mis caminos y mis pensamientos son más altos que los caminos y pensamientos de ustedes.
Isaías 55:8‭-‬9 RVC

            Con amor
     Leah Rain Simpson

Faith and hope[Cristiana]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora