Capítulo 7

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H i n a t a

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H i n a t a

Ojalá pudiera recordar, por lo menos así sabría por qué la culpa me carcome.

   Doy una rápida mirada a la prisión antes de dar un paso firme.

   Mi cabeza aún punza pero no importa.

   «¿Cooperaste con Uzumaki Naruto y Haruno Sakura para fugar a Uchiha Sasuke? recuerdo a Ibiki-san preguntarme. Cuando pongo pongo un pie dentro de la prisión, pocos disimulan la consternación de verme ahí «Sabemos que ambos te visitaron el día en que se te notificó de la ejecución de Sasuke». En ese momento conteste furia e indignación. ¿Es que se habían vuelto locos? ¡Ellos son nuestros salvadores! pensé. Pero luego otōsan me había sacado de ahí y llevado a donde Uchiha-san y todo se volvió confuso ¿Realmente había ido en contra de los deseos de Hokage-sama? ¿Naruto-kun enserio sería tan cruel para pedirme que traicione todo en lo que creo? ¿Realmente soy tan estúpida? Deseo con todas mis fuerzas que no.

   —No esperaba verla sino hasta mañana —me dice Takumi-san cuando entro a mi oficina, distrayéndome de mis destructivos pensamientos.

   —Tengo que zanjar este asunto, Takumi-san —digo esperando no cometer ningún fallo en mi actuar normal—. ¿Cómo están las cosas por aquí?

   —Yamanaka Fudō escapó en el caos en la ejecución de Uchiha pero ya he enviado a Matsushita y su equipo a seguirle el rastro por lo que no deberían tardar más de un par de días en volver; Uzumaki-san y Haruno-san fueron liberados inmediatamente después de usted, aunque entre los reos aún hay confusión después de haberla visto esposada por Hatake Kakashi-san.

   Asiento sintiendo un gran peso quitarse de mis hombros. Si ellos están libres después de un interrogatorio con Ibiki-san quiere decir que son inocentes, que Naruto-kun no ha abusado de mi confianza. Entonces pienso en que otōsan tenía razón, que es imposible para mí continuar con este trabajo, incluso aunque quisiera, habiendo perdido el respeto de mi cargo.

   —Presentaré mi renuncia hoy a Hokage-sama, te recomendaré para el puesto.

   —No es necesario, Hinata-san.

   —Lo es. Ahora, no quiero seguir hablando de esto —digo autoritaria, como contadas veces he hecho en el clan—... ¿Ti...? —carraspeo—. ¿Tienes idea de por qué Hokage-sama sospecha de mi?

   Asiente.

   —Jutsu: Jigoku no yūrei —dice con su calma habitual—. Informé a Hokage-sama que había revelado información confidencial a Uchiha sobre su ejecución; sugerí que podía haber cierta amistad entre ustedes.

   —¿Qu-qué te hizo pensar que Uchiha-san y yo podíamos albergar tal relación?

   —Jutsu: Jigoku no yūrei —repite estoico. Quisiera golpearlo—. Lo vi besarla, lo apartó en cuanto detectó mi presencia.

Decisiones que dejan marcasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora